Drogado y bebido, atropella y mata a su padre en Ciudad Real: "Se abalanzó sobre mi coche"
Durante el juicio, ha declarado que no tenía intención de atropellar a su padre y que acudió a un bar a pedir ayuda, hechos negados por los testigos.
3 abril, 2019 10:17Un hombre de 32 años se enfrenta a una pena de 20 años de prisión por matar a su padre. Los hechos ocurrieron en marzo de 2017. Cecilio atropelló a su padre tras una riña en un bar de Torrenueva, en Ciudad Real. Por ello, está acusado de homicidio además de varios delitos contra la seguridad vial.
“Fue mi padre el que se abalanzó sobre mí coche”, ha sido la principal declaración que el joven ha mantenido para defenderse de las acusaciones sobre el asesinato de Cecilio, padre con el mismo nombre.
Sobre las 4 de la mañana del 12 de marzo de 2017 y según ha contado el periódico Lanza Diario de La Mancha, el acusado "iba hasta el culo" de alcohol y cocaína, y ni siquiera fue consciente de lo que se le echó encima. "Vi un bulto y en cuanto me di cuenta fui al bar a pedir ayuda". "Iba superdespacio, no sé cómo lo atropellé", ha justificado.
Aquella noche, según ha relatado ante las preguntas del abogado, su padre insultó tanto a él como a su madre, provocando su alteración. A pesar de ello, niega que tuviera motivos para matarlo. Según su testimonio, la relación con su progenitor era de "hola y adiós" desde que se produjo el divorcio de sus padres.
La explicación que encuentran los guardias civiles a lo acontecido es que el conductor fue a por su progenitor cuando este trató de cruzar la calle. Por ello y contradiciendo su versión, tendría un golpe en el lateral derecho del vehículo, no hubo huellas de frenada ni restos orgánicos del padre sobre el capó. "Frenó pero para no empotrarse contra la fachada", han declarado los agentes que inspeccionaron el vehículo.
Por su parte, los testigos coincidieron en que padre e hijo tuvieron una fuerte discusión y que Cecilio hijo regresó al bar para informar del atropello, sin auxiliar a su padre.
La versión que ayer mantuvo el joven difiere mucho de la que ofreció en su día, cuando negó que él estuviese al volante y se negase a realizar las pruebas de alcohol y drogas.
Al someterse a ellas, el resultado fue de 0,74mg/l de alcohol. "Una persona no acostumbrada a beber no se tendría en pie, pero en este caso también estaba el efecto de la cocaína", han explicado los agentes.
El acusado ha pasado año y medio en prisión por estos hechos a la espera de juicio, aunque hoy se encuentra en libertad. La acusación particular que ejercen su hermana y sus tías piden una condena por homicidio imprudente.