Un hostelero de Murcia pagaba 20 euros a sus camareras por tener sexo con clientes y poner copas

El contrato de trabajo para poner copas en un pub de Torre Pacheco tenía 'letra pequeña': las camareras también debían mantener sexo con los clientes. Esta solo era una de las dramáticas condiciones laborales que supuestamente imponía el dueño del local a sus empleadas y que le ha llevado a ser detenido por la Policía Nacional por delitos de trata de seres humanos, con fines de explotación laboral y sexual, contra los derechos de los trabajadores y contra los ciudadanos extranjeros.

"Las empleadas cobraban de 20 a 30 euros, por día trabajado, y debían estar disponibles las 24 horas", tal y como detalla un portavoz de la Jefatura de Policía Nacional en Murcia. La actividad de este local era supuestamente clandestina, a ojos de los vecinos de la calle Maestra Doña Pilar de Torre Pacheco, ya que el pub figura en Google como cerrado temporalmente. "Lo usaba de tapadera".

Una de las empleadas tuvo la valentía de denunciar ante la Policía Nacional que era víctima de explotación sexual, y de inmediato, se abrió una investigación que permitió confirmar que el propietario del local era un español, de 66 años, con antecedentes. Los agentes confirmaron que el hostelero supuestamente se dedicaba a captar mujeres, principalmente de origen latino, para realizar actividades de alterne con los clientes, con el objetivo de que consumieran más copas y de las bebidas más caras.

La Policía Nacional llevó a cabo un registró en el que se incautó diversos enseres y cocaína.

Para lograr que los clientes permanecieran durante el mayor tiempo posible dentro del establecimiento y garantizarse una buena caja, según la Policía Nacional, el dueño del pub exigía a las camareras que se dejaran tocar cualquier parte del cuerpo y que realizaran servicios sexuales a los clientes que lo demandasen. De hecho, las relaciones se mantenían en un piso que está próximo al pub: en la pedanía pachequera de Balsicas. A pesar de las terribles condiciones laborales que soportaban las empleadas cada día, los investigadores sostienen que la mayor parte de las ganancias obtenidas por ejercer la prostitución de forma clandestina, se los embolsaba el propietario del local de copas. "Cuenta con antecedentes por hechos similares", según apuntan desde la Jefatura de Murcia.

Tenía 10 gramos de coca

Los agentes recabaron los testimonios de varias víctimas y cuando reunieron suficientes pruebas contra el dueño del pub, se procedió a practicar un registro del establecimiento, en el que participó la Inspección de Trabajo. Además, la Policía Nacional accedió al inmueble de Balsicas donde se producían los encuentros sexuales y se intervinieron más de diez gramos de cocaína dispuestos para su venta.

Los investigadores también hallaron grabaciones y fotografías de contenido sexual de varias camareras que trabajaban o habían trabajado en el pub con anterioridad. Las víctimas de este hostelero fueron derivadas y asistidas por la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAM).

En los registros también se intervinieron preservativos, teléfonos móviles, una cámara de vídeo y un puño americano, entre otros enseres. El propietario del local de copas ya ha sido puesto a disposición judicial.