Recuerdo cuando escuchaba hablar de la corrida de la prensa como uno de los acontecimientos de la temporada, o al menos del año en Madrid. La realidad suele ser dura. Ha pasado el tiempo y la fecha ha quedado reducida a la categoría de un domingo de mayo, fuera de abono y con un cartel de clase media. El año pasado la conjunción de Abellán, Fandi y Escribano ya confirmó la deriva. El público respondió este martes en consecuencia.
La ganadería tampoco ayudó a salvar la fecha. Excepto el buen tercero, en el límite, sin poder el resto, descafeinados y sin entrega, desnudos de casta. Las antípodas del ambiente que Pedraza de Yeltes traía después de la temporada pasada. Algunas hechuras imposibles eran un espejo.
Conquistó de nuevo Juan del Álamo una oreja en Las Ventas y ya van siete en ocho tardes aquí. Estuvo con las ideas claras y sin dudar con el segundo. La faena osciló desde el tercio al centro en un viaje de ida y vuelta, dividido en dos partes. El castaño colocaba la cara por el tobogán de su alzada, obligando a enfundar los pañuelos verdes. Había sido muy protestado en el caballo. Del Álamo lo entendió y cuidó.
Iba hasta el final 'Holandero', puro Pilar. La mano derecha del salmantino llevó la embestida con limpieza, sin tirones ni tiempos muertos: rápidamente compuso tres tandas de menos a más por el mismo pitón, jaleadas. Destellaban los pases de pecho. Con la izquierda nada fue igual y amenazaba derrumbar lo construido. No quería por ahí 'Holandero'.
Lo cerró Juan del Álamo con algunos ayudados y trincherillas en lo que parecía el final. No echó mano de la empuñadura y montó de nuevo la muleta. El toro aún mantenía algo de fuelle por su pitón. Una nueva y buena tanda diestra alcanzó la cima definitiva. Ay, si lo devuelven. La gente terminó de entrar. Queriendo irse tomó el pedraza el espadazo y del Álamo alzó un nuevo apéndice.
En sus dos turnos estuvo templado el salmantino con el capote. Las chicuelinas del quite al segundo fueron despaciosas. La verónica se abrió en los dos recibos. También con el quinto, que fue todo andamiaje. Largo, alto, suelto de carnes y engatillado tenía más un aire a los bueyes de Florito que al toro de lidia. A ese lomo le cabía una montura. Era feo, vamos. 630 kilos de puro hueso los de 'Resistente II'.
Brindó al público Jonathan. Se lo sacó a los medios y ahí el torazo descubrió que desde tan alto es difícil humillar. Todo por el palillo, reponiendo. Ni siquiera su envergadura le dio inercia. Cantó la gallina después de que el torero hubiera probado los dos pitones en un tanteo largo. Le metió la mano con habilidad superando el morrillo hors categorie.
Abrió la tarde el confirmante Juan Leal, el tercero que completa la formalidad durante esta feria, con 'Mira-bajo', pura ironía. Le llegaba al corbatín al espigado Leal. El francés quitó por talaveranas y se fue con fe a los medios. El negro Titanic se lanzó hacia él. Desplegó Juan Leal por detrás y el obús le quitó los alamares y las pegatinas. Se tocó el torero después del trance. Un milagro que estuviese entero. El barco tenía desmantelada la bodega. No hubo nada más. Cero emoción. El solitario circular fue un oasis de continuidad.
Sus dos faenas fueron casi simétricas. Al sexto lo recibió de rodillas ligando varios muletazos. Se descomponía en los pases de pecho este otro torazo. No dejó armar ninguna faena. Leal se tiró a los terrenos de él, dejándose llegar los pitones a la chaquetilla. Casi coincidió su mirada con la del gigante. Dos circulares, algún derechazo y el pecho por delante. De la estocada salió despedido con un golpe de testuz de 'Resistente I', que ni se inmutó y perdonó al joven en el suelo. Menudo castillo. A la segunda fue y recogió una ovación.
A Manuel Escribano se le vio con otra disposición a la de la primera tarde. No llovía, ni hubo ambiente a la contra. La primera portagayola la libró con limpieza y a la segunda el toro salió huyendo. Había vuelto a chiqueros antes de la desbandada. Banderilleó fácil en su primer turno y se le vio algo cohibido después. Sólo al violín logró la conexión. También quitó por caleserinas, verónicas y chicuelinas. Tampoco prendió. En la muleta se diluyó todo con la condición sosa del segundo y el cuarto dio una leve opción. La primera serie fue un espejismo en el desierto. Algún muletazo suelto robó el sevillano. No está siendo tampoco la feria de Jaime Padilla. Esperan los adolfos.
PEDRAZA DE YELTES / Manuel Escribano, Juan del Álamo y Juan Leal
Monumental de las Ventas. Martes, 17 de mayo de 2016. Corrida de la prensa. Menos de media entrada. Toros de Pedraza de Yeltes, sin nada 1º y 6º, soso el 2º, un buen 3º, el 4º a menos, deslucido el enorme 5º.
Manuel Escribano, de azul pavo y oro. Buena estocada. En el cuarto, espadazo caído y varios descabellos (silencio).
Juan del Álamo, de azul noche y oro. Estocada trasera y caída. Aviso (oreja). En el quinto, espadazo algo atravesado (silencio).
Juan Leal, de rioja y oro. En el de la confirmación, dos pinchazos y estocada caída. Aviso (silencio). En el sexto, estocada atravesada (ovación).