Daniel Luque abre la Puerta del Príncipe: su firmeza se impone en el debut del Parralejo

Daniel Luque ha hecho hoy lo que todos los toreros sueñan: abrir la Puerta del Príncipe. Por su umbral sólo pasan los privilegiados y el torero de Gerena la ha cruzado hoy con honores por el valor y la firmeza que ha derrochado en una tarde de debut de la ganadería del Parralejo.

Su lote no estuvo exento de complicaciones y aspereza, pero un Luque incontestable supo tomarle el pulso a sus dos toros con un toreo que tuvo un gran calado en los tendidos. Ante el sexto se impuso con una absoluta determinación después de haber sido atendido en la enfermería. El primero de su lote le propinó un varetazo en el costado derecho y un fuerte golpe en zona del pecho.

Muy firme estuvo también con ese ejemplar desde el minuto uno, más aún después de la voltereta en una tanda por cada pitón. Se volcó en el morrillo y cayó la primera oreja de ley, al igual que las otras dos, que le abrieron la ansiada Puerta sevillana.

No le dudó ni un segundo y a pesar de embestir siempre a la defensiva, ese sexto acabó rindiéndose a su muleta. Sus luquecinas terminaron de convencer al personal, que ya estaba totalmente metido en su faena, justo ante de otro estoconazo hasta la bola.

Miguel Ángel Perera le cortó una oreja a un bravo segundo, el mejor de la tarde. La faena fue larga, pero siempre lo llevó muy templado y cosido a su muleta. Tras una buena estocada precedió a la muerte brava del toro. Con el quinto, el extremeño se empecinó pero poco pudo rascar.

El Fandi estuvo variado en sus dos faenas y con su portento físico en banderillas, como siempre. Con la muleta se le vio un gran oficio y voluntad tras 22 años de alternativa, pero ya todos los focos estaban en Luque, que está en su momento.

En su momento porque en un debut sin mucho brillo, y con más movimiento que clase, del hierro del Parralejo esta Puerta del Príncipe formará parte de su historia, a pesar de su accidentado estreno.

Según informó ayer el programa Carrusel Taurino de Canal Sur los seis toros que tenía preparados para Sevilla tuvieron que ser sustituidos al quedar inválidos tras pegarse entre ellos. 

El destino te puede cambiar en un minuto. Que se lo digan a Daniel Luque de que cruzar la puerta de la enfermería acabó cruzando la de los Príncipes de Sevilla.