Faro de Cabo Silleiro, en Baiona (Pontevedra).

Faro de Cabo Silleiro, en Baiona (Pontevedra). Shutterstock

Provincia de Pontevedra

Polémica en Baiona por la instalación de una barrera frente al faro de Cabo Silleiro

La empresa que va a construir el futuro hotel del faro ha colocado un cierre provisional para acometer las obras, pero el Concello señala que "un espacio público no puede cerrarse"

9 abril, 2024 11:19

El faro de Cabo Silleiro, en Baiona, albergará próximamente un hotel propiedad de Lighthouse Baiona S.L., empresa que aseguró que en junio estaría construido el complejo. El hotel dispondrá de 16 habitaciones, estacias comunes y un restaurante, mientras que el faro seguirá funcionando. Asimismo, el faro antiguo, a 800 metros del actual, se convertirá en una cafetería y se recuperará la torre con la linterna.

Toda esta reforma comenzará en breve, según a confirmado a Treintayseis la empresa adjudicataria del proyecto, algo que el alcalde de Baiona celebraba tras el anuncio de la obra el pasado enero. El regidor de la localidad pontevedresa aseguraba que "es un proyecto muy importante, que ofrece la posibilidad de dar un doble uso al faro, que funcionará como guía marítimo y como complejo hotelero".

Sin embargo, el inicio de las obras ha traído la polémica, puesto que Lighthouse Baiona S.L. ha instalado frente al faro una barrera que impide la entrada al espacio público que rodea al edificio. "Al hacer una obra, existe la posibilidad de solicitar la ocupación del espacio público por seguridad o para almacenamiento de materiales", explica Almuiña; "en este caso esa solicitud no se ha hecho y hemos comunicado a la empresa que deben retirar la barrera o bien presentar la solicitud al ayuntamiento".

Desde la empresa aseguran que la barrera, "que en todo caso es provisional", se instaló para garantizar la seguridad durante los trabajos de reforma, "para asegurarnos de que no haya accidentes en la zona en la que se va a guardar material de obra que puede ser peligroso", indican. Del mismo modo, aseguran que ya se ha iniciado el trámite administrativo y que han solicitado permiso para cerrar las instalaciones durante la obra.

El Concello insiste, por su parte, en que este cierre deberá ser en todo caso provisional y que, una vez el complejo esté en funcionamiento, "se puede limitar el uso del aparcamiento, pero nunca el acceso al espacio público que rodea al faro, que será siempre de libre acceso". "Lógicamente hay que cumplir con el proyecto, pero también con la normativa: no ha habido ningún choque", zanjaba Jesús Vázquez Almuiña.