Crónica de una repatriación: el mosaico de Panxón (Pontevedra) que llegó hasta Nueva York
Está en marcha un ‘crowdfunding’ para traer de vuelta a Galicia la pieza, que data del siglo III d.C y cuya pista se perdió durante 20 años
6 septiembre, 2021 06:00En el siglo XIX, la familia Puga encontró un mosaico en el castro de Panxón. La pieza tenía un valor histórico impresionante, pues databa del siglo III después de Cristo. El hallazgo demostraba que en aquella zona pudo haber existido una villa romana. Sin embargo, no se mantuvo siempre en el mismo lugar. En la actualidad, la Asociación por la Repatriación del Mosaico Romano trabaja por recuperarlo.
El mosaico estaba compuesto por teselas que dibujaban la imagen de un pez, acompañado por unas almejas, nadando entre aguas marinas. Su composición revelaba que seguramente formaba parte de un mosaico mucho mayor. Como explica la Asociación en su web, Los Puga no conservaron la pieza; la vendieron a la familia de uno de los coleccionistas gallegos más famosos de la época, Ricardo Blanco-Cicerón.
Blanco-Cicerón era arqueólogo. Su pasión por atesorar objetos artísticos y antigüedades varias se veía impulsada por su buena posición económica. Estaba casado con Herminia García de la Vega, de la adinerada familia Simeón García. Gracias a ellos, Ricardo pudo ampliar su colección con cientos de elementos, algunos de inconmensurable valor y que hoy descansan en los museos de Galicia. Por ejemplo, los torques de Burela (ahora propiedad del Museo Provincial de Lugo) o piezas escultóricas del auténtico Pórtico de la Gloria.
Los herederos de la familia conservaron el mosaico de Panxón hasta el año 2001, cuando lo pusieron a la venta a través de una subasta en Madrid.
Veinte años de ausencia
En Madrid, el mosaico se vendió y se perdió por completo su pista. Estuvo 20 años desaparecido. Su destino era todo un misterio. En 2019, Gonzalo Fernández-Turégano, coleccionista aficionado de arte y abogado, se encontró por pura casualidad el mosaico en Nueva York. De pequeño, Gonzalo había descubierto la historia de la pieza en el libro "Vigo en su historia", editado por la Caja de Ahorros. Siempre le había llamado la atención.
Lo que el abogado (y ahora también vicepresidente de la Asociación por la Repatriación del Mosaico) no esperaba era cruzarse con la pieza mientras curioseaba por la página web del anticuario Carlton Hobbs. Incrédulo, se puso en contacto con la galería para comprobar que era real. Allí desconocían el origen de aquel curioso mosaico, pero Gonzalo lo tenía claro: el famoso mosaico de Panxón estaba en la galería de antigüedades de Carlton Hobbs, en el antiguo palacete de Virginia Vanderbilt cerca de Central Park.
La sorpresa fue tremenda. La pieza que se creía desaparecida se exhibía a los amantes del coleccionismo en la famosa tienda neoyorquina. Gonzalo pensó que no podían dejarla escapar de nuevo. El curador Carlos Picón, en aquel momento director de arte antiguo del Metropolitan Museum de Nueva York, inspeccionó el mosaico en primera persona y confirmó tanto su autenticidad como su origen y tasación.
La Asociación y un objetivo: recaudar 58.000 euros
Gonzalo no emprendió solo la aventura de traer de vuelta a Galicia el mosaico. Un grupo de personas ligadas con el Val Miñor por diferentes razones, profesionales de diferentes campos de conocimiento, se unieron para evitar que el mosaico se vendiese en el mercado privado americano. Así, se configuraron como Asociación.
Entre sus miembros está el surfista profesional Gony Zubizarreta o el regatista Diego Torrado. Además, han contado con el apoyo de entidades como el bufete de abogados West Oak y están "manteniendo conversaciones" con "empresas gallegas muy potentes" para conseguir su patrocinio. La Xunta de Galicia también está a favor del proyecto, aunque los trámites con las instituciones son "más lentos".
Otro prestigioso nombre que participa en la misión del Mosaico de Panxón es el de Clara Andrade. La viguesa dirige la galería de arte Pablo’s Birthday en Manhattan y será la encargada de velar por el mosaico en Nueva York.
La primera acción de la Asociación fue negociar y firmar un compromiso de preventa con los propietarios del anticuario Carlton Hobbs. De esta forma, el Mosaico está a salvo de ser vendido a otras entidades hasta octubre de 2022, fecha límite para que la Asociación pague.
En total, necesitan recaudar 58.000 euros, que como explican en su web, incluyen el pago del precio de venta, los impuestos de importación a la Unión Europea, la tramitación de la documentación de Aduanas, y el transporte de la pieza desde Londres a Galicia (el transporte de Nueva York a Londres es gentileza de Carlton Hobbs).
El objetivo principal de la Asociación para la Repatriación, de acuerdo con sus estatutos, es ceder el mosaico, una vez pagado y traído de vuelta Galicia, a "aquella institución cercana a su lugar de hallazgo, que garantice la conservación y exhibición pública de la pieza en las condiciones museísticas y de seguridad que requiere una antigüedad de esta categoría".
Para la Asociación, conseguir esta pieza significaría defender y poner en valor el patrimonio de nuestra comunidad. Actualmente están trabajando junto a "grandes empresas gallegas", "administraciones locales y autonómicas" y con la "ciudadanía y pequeñas empresas locales". Desde la agrupación revelan que la Xunta de Galicia, así como los concellos de Baiona y Nigrán, se han mostrado interesados en la repatriación, pero diferentes "impedimentos burocráticos" ralentizan el proceso.
Con el ánimo de recaudar pronto los 58.000 euros que cuesta recuperar el mosaico, este verano desde la Asociación han puesto en marcha una campaña de micromecenazgo. Entre los donantes se sortea un viaje a Nueva York. Hace unos días publicaban en sus redes sociales que ya han conseguido cinco mil euros. Cada día el mosaico romano de Panxón está más cerca de volver a su lugar de origen: "Galicia no se puede permitir el ridículo de perder esa pieza", concluye Gonzalo Fernández-Turégano.