La asociación Liceo Mutante nació en Pontevedra en el año 2011 con la pretensión de ser un espacio autogestionado donde se pudieran promover eventos culturales y crear comunidad. Tras tantos años de actividad efervescente, convirtiéndose en un referente más allá de las fronteras gallegas, los problemas con los gestores y dueños del solar donde se asentaba el Liceo terminaron por expulsar el proyecto del barrio de Mollabao.

"Se intentó por todos los medios salvar el local", declara Pablo Corbillón, miembro de la asociación. Tal y como explica, se habló con el Concello de Pontevedra y trataron de recurrir a todas las posibles vías judiciales. Sin embargo, el cierre acabó llegando.

En enero de 2023 los socios tuvieron que acudir a vaciar el local. La despedida del espacio fue recogida a través de su cuenta de Instagram con un emotivo texto que decía: "Onte tivemos que baleirar o noso espazo de Mollabao. Un lugar que foi recuperado para a vida, no que fomos moi felices, fica agora baleiro. Unha vez máis gañaron os malos, os imbéciles que non entenden nada, que nada saben da forza do traballo colectivo, da fraternidade, dos afectos, da autoxestión, aqueles cuxa única cultura é a do carto". La respuesta social fue abrumadora.

"Fue una época de asambleas extraordinarias, de mantener el Liceo solo con donativos de socias", reconoce Corbillón. La clausura del local del Liceo Mutante supuso un varapalo para todos sus miembros, pero también para la comunidad cultural de toda Galicia.

Un nuevo espacio, una nueva vida

Ahora, después de un largo periodo de inactividad (al menos, de cara al público), la asociación ya tiene entre manos lo que será el futuro espacio. La búsqueda ha sido exhausta y ha durado más de un año. Su ubicación no ha salido aún a la luz. Como explica Pablo Corbillón, "el principal requisito era que no hubiera mucho vecindario colindante, que no molestase, y de ser así, que pudiera insonorizarse. También buscamos que no quedara muy lejos".

Sin embargo, es imposible ignorar los daños y los efectos de lo que ha pasado estos años. Así lo exponen los propios miembros del Liceo Mutante en el reciente comunicado que han hecho público en redes: "El largo parón por la pandemia y los problemas asociados de nuestro anterior local en Mollabao han vaciado las arcas de la asociación, al ser imposible promover ningún tipo de evento".

Es por ello que el Liceo Mutante ha arrancado con ilusión un crowdfunding para poder insonorizar y adecuar esta nueva casa, que esperan dar pronto a conocer. El objetivo es recaudar 30.000 euros en un plazo de dos meses y, según detalla Pablo Corbillón, retomar la actividad este 2023. El anuncio de la campaña de micro mecenazgo ha sido compartido centenares de veces en redes sociales.

La recepción de esta especie de llamada de auxilio del Liceo Mutante resulta, en palabras de Pablo Corbillón, "sobrecogedora". "Han sido unos años de trabajo donde nadie supo lo que estuvimos haciendo. Que al final tengamos que pedir ayuda expresamente, de forma pública, y que la respuesta sea esta, hace que todo el mundo esté muy emocionado", concluye Corbillón. El crowdfunding, mientras tanto, sigue sumando donantes. En las primeras 24 horas activo ya se habían recaudado 10.000 euros; toda una demostración de que, efectivamente, el Liceo Mutante resiste.