Casa Consistorial de O Rosal.

Casa Consistorial de O Rosal. Concello do Rosal

Cultura

Ecos de Brasil en O Rosal, así es el histórico pazo que evoca las haciendas brasileñas

La Casa Consistorial del municipio está ubicada en un pazo del siglo XVIII que fue construido por un emigrante gallego que hizo fortuna en Brasil y quiso replicar la cultura del país latinoamericano en su Galicia natal

22 mayo, 2024 05:00

Repartidas por toda la geografía de Galicia, las casas indianas todavía recuerdan el legado de aquellos gallegos que hicieron fortuna en América entre finales del siglo XIX y principios del XX. Lo cierto es que para el gallego de la época, América representaba el paraíso ideal: ese llamado país de la Jauja. Y no nos referimos a la pintura de Pieter Brueghel el Viejo, sino a una expresión derivada que según la Real Academia Española "denota todo lo que quiere presentarse como tipo de prosperidad y abundancia". Las viviendas indianas fueron en su día todo un símbolo de poder, la materialización de un cosmopolitismo que llegó al mundo rural gallego como parte de un fenómeno constructivo de gran trascendencia dentro de Galicia. 

Son muchos los rincones del territorio que pueden presumir a día de hoy de albergar en su callejero alguno de los conjuntos arquitectónicos de casas indianas más pintorescos de Galicia. En el norte, Ribadeo se presenta como el principal testigo de la emigración, mientras que en el sur de la región, la historia de A Guarda también se escribe al compás de los indianos. En ambos casos y muchos otros, este tipo de viviendas trataba de imitar la vanguardia arquitectónica de lugares como la vieja Cuba, Argentina, México y hasta Brasil. En este último caso, un ejemplo curioso lo encontramos al sur de las Rías Baixas, concretamente en la comarca do Baixo Miño. La Casa Consistorial del municipio pontevedrés de O Rosal alberga en su arquitectura y esencia ciertas huellas reales, pues se encuentra enmarcada dentro de un pazo del siglo XVIII que fue ordenado construir por un emigrante gallego retornado del país de la samba.Según parece, el citado indiano quiso replicar la cultura de Brasil en su Galicia natal y es por esta razón que el actual edificio del ayuntamiento evoca en cierta medida las haciendas brasileñas del pasado. 

Un palacete brasileño a orillas del Miño

Fachada de la casa consistorial de O Rosal. Foto: Concello de O Rosal

Fachada de la casa consistorial de O Rosal. Foto: Concello de O Rosal

La emigración es uno de los fenómenos que mejor definen la historia contemporánea de Galicia. En el aspecto arquitectónico, tal y como señalamos, la huella dejada por los emigrantes retornados todavía resuena en cientos de rincones a lo largo y ancho del territorio, como en el caso mencionado de la casa del ayuntamiento de O Rosal, situada frente a la plaza do Calvario. Pero, ¿qué caracteriza exactamente a la arquitectura típica de las haciendas brasileñas? Pues bien, la composición natural de esta clase de construcciones parte de un cuerpo principal que acogía a la denominada "casa grande", la cual estaba rodeada de galerías y balcones. Además, muy cerca de la misma también solía erigirse una capilla católica que permitía hacer visible el vínculo religioso de sus moradores. 

Cabe recordar que dada la dimensión continental de Brasil, este tipo de estancias rurales se localizaban entonces a días o incluso semanas de distancia de los centros urbanos. Ya en el interior de las propiedades, la religión jugaba un papel fundamental, ya que era la única actividad social de estas haciendas. Por otro lado, en este tipo de palacetes también existía un rincón en el que se situaban las llamadas senzalas, lugares de hacinamiento que se destinaron como vivienda de los esclavos en los ingenios y haciendas de Brasil entre los siglos XVI y XIX

Regresando al palacete con ecos brasileños de O Rosal, el emigrante retornado que ordenó construir el edificio en el siglo XVIII quiso hacerlo también junto a la iglesia parroquial. La Casa Consistorial en cuestión presenta en la actualidad una planta rectangular adosada a la casa por un lado y rematada en cubierta de tejas a dos aguas. La edificación se desarrolla en dos plantas, si bien al volumen principal se añadió de forma adicional una altura posterior organizada mediante columnas y balaustrada de granito, rematada en dos cuerpos cerrados que en su origen debieron estar destinados a cortes. A los pies de la balaustrada de piedra se encuentra un porche con arcos rebajados bajo dintel. Los muros por su parte son de mampostería de granito con refuerzos en las esquinas y vanos delante de las arcadas. 

La ruta indiana cerca de O Rosal para callejear entre la historia

Casa indiana de A Guarda. Foto: Turismo A Guarda

Casa indiana de A Guarda. Foto: Turismo A Guarda

En el vecino municipio de A Guarda, el callejero local de esta villa marinera esconde uno de los conjuntos indianos más bonitos de toda Galicia. La localidad cuenta incluso con su propio itinerario cultural que atraviesa las distintas avenidas y plazas para descubrir la historia detrás de estos edificios históricos bajo el título de la Ruta de las Casas Indianas. La senda en cuestión visita una docena de viviendas erigidas en el pasado por emigrantes retornados, diferenciando las residencias locales en función del país de procedencia de su promotor. De esta manera podemos observar que hasta nueve de ellas pertenecían a gallegos emigrados a Puerto Rico ―como la de Manuel Álvarez Vicente o la que ahora acoge el Centro Cultural de A Guarda―, mientras que las otras tres representan edificios que imitan la arquitectura de Brasil y que se identifican en el mapa como las casas de Juanita Giráldez, Laureano Alonso Portela y Juan Giráldez.