El santuario con vista panorámica a la ría de Vigo y un misterioso túnel de origen romano
La cima del Monte da Peneda acogió en el pasado un castro y un castillo medieval, mientras que hoy por hoy presume de iglesia barroca, un árbol centenario y hasta una galería subterránea repleta de incógnitas
5 agosto, 2024 05:00A medio camino entre los municipios de Redondela y Soutomaior, el Monte da Peneda se alza como uno de los balcones panorámicos más espectaculares de todas las Rías Baixas. Este pequeño sistema montañoso enmarcado en pleno litoral pontevedrés se sitúa a unos 330 metros de altitud sobre el nivel del mar, en un enclave estratégico que ofrece una visión de 360º que recorre el grueso de la ría de Vigo, desde su formación en la desembocadura del río Verdugo hasta el puente de Rande e incluso con las islas Cíes como telón de fondo. En dirección contraria al mar, desde la cima da Peneda también es posible observar el Castelo de Soutomaior en la línea del horizonte más interior. No es de extrañar por tanto que esta cumbre gallega haya acogido en su pasado un asentamiento castrexo y hasta un castillo medieval que resultó clave durante las famosas Revoltas Irmandiñas.
Pero más allá de los citados vestigios de su historia, lo cierto es que el Monte da Peneda es hoy por hoy un importante escenario de peregrinación para liberarse de todo tipo de meigallos y maleficios, pues sobre esta cima se asienta una singular iglesia barroca con un túnel subterráneo que ha sido objeto de especulaciones en más de una ocasión. De hecho, no existe un consenso claro sobre su origen ya que algunos expertos sostienen que este podría haber sido fruto de la minería romana, mientras otros tantos aseguran que habría sido parte de las comunicaciones con el castillo de Soutomaior. Sea como fuere, la realidad es que este santuario dedicado a la Virxe das Neves se ha convertido en un auténtico guardián de leyendas y tesoros, rodeado por un halo de misterio que atrapa a todo visitante que conquista por primera este mirador natural situado en lo más alto del Monte da Peneda.
Un mirador con magia e historia
Sobre la ría de Vigo y la ensenada de San Simón se erige el perfil solitario y piramidal de una montaña costera que llega a alcanzar los 330 metros de altitud, más conocido como el Monte da Penada. Se trata de un enclave estratégico en el litoral gallego que en el pasado sirvió como importante punto de vigilancia y defensa; mientras que en el presente hace sus funciones como perfecto mirador panorámico. Es lógico pensar que esta cima haya estado ocupada desde tiempos tan remotos, tal y como demuestran los restos de un antiguo castro, un cuncheiro o del Castillo de Castrizán. Dicha fortaleza fue construida alrededor del año 1477 por el Arzobispo de Santiago, Alonso de Fonseca, para poder supervisar las acciones de Pedro Madruga, el cual no era partidario de los Reyes Católicos y poseía por aquel entonces el Castillo de Soutomaior. De hecho, cabe recordar que fue precisamente este noble del medievo gallego quien destruyó el castillo del alto da Peneda.
Lo cierto es que en el Monte da Peneda todavía sobreviven algunos vestigios de la primitiva fortaleza y muy pocos del asentamiento castrexo. Además, para acceder a la ermita es necesario atravesar un túnel de arco de medio punto y bóveda de cañón que se encuentra adherido a una muralla reformada en el siglo XIX, aunque es probable que formase parte de los antiguos muros del castillo. Por otro lado, tal y como señalamos unas líneas más arriba, uno de los elementos más llamativos de este mirador natural a la ría de Vigo se encuentra oculto a simple vista, pues existe una misteriosa galería de unos 12 metros de profundidad cuyo origen ha sido muy debatido. Las hipótesis más repetidas de este túnel bajo tierra dicen que podría haber sido utilizado como mecanismo para abastecer de agua al antiguo castro; como una mina romana e incluso como un antiguo pasadizo del Castillo de Castrizán o vía de comunicación con la fortaleza de Soutomaior.
En la actualidad, este mirador panorámico acoge una ermita más conocida como el templo da Virxe das Neves da Peneda, protectora contra los maleficios. Si bien el citado templo hunde sus raíces entre los siglos XV o XVI, la realidad es que esta ha podido sufrir alguna que otra reforma y ampliación posterior pues su estructura actual presenta un estilo barroco. De la iglesia destacan elementos como el pórtico de la fachada que abre un arco de medio punto y un pequeño torreón que se alza en su margen derecho. Además, la ermita suele ser muy visitada durante el lunes de Pascua y cada 5 de agosto, cuando tiene lugar la festividad en honor de la Virgen.
La leyenda del árbol centenario
Mucho antes de que los cimientos que dan forma a la bonita Ermida da Peneda se colocasen por primera vez sobre las tierras verdes de esta cima pontevedresa, la realidad es que las raíces de un alcornoque centenario ya marcaban en ella su territorio. Con más de 400 años a sus espaldas, la silueta de una sobreira senlleira que ha sido testigo directo de la historia de estos montes destaca en el presente justo a un lado de la iglesia barroca. Además, y como no podía ser de otra manera, el árbol en cuestión también se encuentra vinculado a un relato fantástico relacionado con unas criaturas de la mitología gallega. Según narra la leyenda popular, a los pies de esta sobreira se encontraría un gran tesoro enterrado por los mouros, aunque por el momento nunca nadie ha conseguido sacar a relucir los restos de esta misteriosa fortuna. En cualquier caso, lo que sí es cierto es que bajo el alcornoque y la vegetación todavía sobrevive una vieja galería que se adentra en las montañas.