El actor coruñés Mario Casas en Vigo.

El actor coruñés Mario Casas en Vigo. Laura Paz Pousa

Audiovisual

Mario Casas: "Lo que más me gusta de Galicia es la retranca, me dicen que la conservo"

Con más de 30 películas y series a su espalda, el prolífico actor coruñés, Mario Casas, ha dado el salto a la dirección con "Mi soledad tiene alas". La producción ha sido presentada esta tarde en los Cines Yelmo del Centro Comercial Vialia de Vigo

30 agosto, 2023 22:22

Más de una treintena de películas y series avalan al prolífico actor coruñés, Mario Casas. Con una vida dedicada en cuerpo y alma al séptimo arte, "Mi soledad tiene alas" ha supuesto el salto a la dirección del protagonista de proyectos como "Contratiempo", "Palmeras en la nieve", o "el Practicante". Lo ha hecho convencido de "salir de la zona de confort" y en la compañía de su hermano, Óscar Casas (Dan), protagonista del largometraje junto a Candela González y Farid Bechara.

Al contrario de lo que se cree, no se trata de una película autobiográfica, aunque hay mucho de la juventud de Mario Casas en los barrios de Barcelona, a donde llegó, desde Galicia, a la edad de cinco años. Precisamente, el film está ambientado en diferentes localizaciones en las que Casas pasó su infancia. Allí tres jóvenes viven la vida al límite, pero deben huír cuando las cosas se tuercen. Diferentes circunstancias pondrán a prueba la amistad del grupo.

El actor y también director ha estado en los Cines Yelmo del Centro Comercial Vialia, en la ciudad olívica, presentando lo que para él ha sido "un viaje" y también "un sueño". Antes del estreno ha confesado que sigue vinculado a Galicia, en donde reside buena parte de su familia. Presume de ser del Dépor y ansía ponerle el acento gallego, y más concretamente, el "coruñés" a alguna producción audiovisual.

Tu primera película como director luego de una treintena de películas y series como actor. ¿En qué momento decidiste dejar de recibir órdenes en la interpretación para darlas tú?

Pues ha sido todo como un viaje, que sigue siendo un sueño para mí. No termino de asentarlo del todo. Han pasado tres años y medio desde que empecé a escribir las primeras palabras, en la pandemia, y todavía creo que necesito como que pasen semanas, meses, para asentar que he dirigido y que se ha estrenado "Mi soledad tiene alas". También que el público la está viendo. Antes de empezar a escribir, yo siempre había tenido mucha curiosidad en dirigir. He sido un actor que siempre ha tenido bastante relación con con los directores, me he fijado mucho en ellos. En los sets de rodaje tenía mucha curiosidad en ver cómo trabajaban y muchos compañeros que me conocen muchas veces me han dicho "tú tienes pinta de que algún día vas a hacer una peli". Sabía que si algún día dirigía iba a ser con mi hermano, quería hacer un viaje con él. No solo de director, sino en lo emocional: Sumergirme con alguien de mi familia, a quien quiero y admiro. Aprender, en definitiva, los dos juntos.

Mario Casas junto a Candela González y Óscar Casas.

Mario Casas junto a Candela González y Óscar Casas.

No sé si llamarte "director novel", por tu amplia trayectoria en el mundo del cine.

(Se ríe) ¡Novel, sí! ¡Cien por cien! Es un poco lo que está pasando, que la gente dice eso de "bueno, es como si no fuese su primera peli", pero sí lo es. Y es difícil. Muchas veces me lo dicen y me lo decía mi madre: "Ya bastante tienes tú que no paras, y te metes a dirigir con tu hermano, a actores no profesionales, algo escrito por ti… O sea, ¡te estás tirando a a los leones!" Y yo le decía "sí, lo necesito, necesito seguir aprendiendo, crecer, salir de una zona de confort, aprender más sobre esta profesión. Quiero ir más. Soy muy curioso en eso. Entonces por eso también tenía la necesidad de dirigir.

"Necesito seguir aprendiendo y crecer"

MARIO CASAS

Entonces, director novel y actores nóveles como Candela González y Farid Bechara. ¿La pretensión era dar a descubrir nuevos talentos, incluyendo la dirección?

Sí, sí, sí. O sea, era jugármela con todo. Ha habido dos motivos claros: El primero es Óscar. Era el reto que teníamos los dos. Él es un chaval ya de clase media. Yo sí vengo más del barrio. Mi familia es una familia muy humilde que ha ido creciendo, mis padres han luchado mucho y Óscar ha nacido en otro tipo de clase social. Entonces había que meter a Óscar ahí -dice en alusión a la ambientación de los barrios más humildes-. En el momento que los vi -a los actores-, cómo trabajaban, cómo se hicieron amigos en los ensayos, ya dije "lo va a clavar porque ha hecho muy buen trabajo".

El otro motivo es que mi escuela ha sido las películas que yo he hecho y mis profesores, mis maestros, han sido los directores. Viví algo tan especial en el "Camino de los ingleses", en donde el 95% éramos desconocidos, que creo que hay algo de volver a vivirlo y dar una oportunidad, como nos la dio Antonio Banderas en su día u otros directores con los que he trabajado, a actores nuevos. Me apetecía regalarles eso a chavales que están luchando, chavales que no pensaban a lo mejor en ser actores y, de pronto, se les abre una ventana.

¿Qué hay de las vivencias del joven Mario Casas en “Mi soledad tiene alas”?

Hay mucho. Es cierto que la historia en sí nada tiene que ver conmigo. Se están pegando unos palos a joyerías y yo, ¡en mi vida! ¡No, no no!, ¿Qué miedo! ¿Qué pasa? Que donde nace la peli, donde empieza, yo lo conozco mucho porque he pasado mi infancia ahí, en la periferia de Barcelona. Hay también algo muy dosmilero en la peli, en la música que yo escuchaba en la época en la que yo tenía la edad de ellos. Entonces al final yo escribo desde ahí, es parte de mi alma lo que yo he intentado reflejar en la peli. Hay algo de ese viaje, el Bonnie and Clyde, que yo le llamo, de barrio, que hacen estos dos personajes hacia la amistad, la huída, lo que les cambiará la vida para siempre. Los niños que eran ya tendrán que tomar sus decisiones, convertirse en adultos. Eso me pasó cuando yo viajé a Madrid también y, en mi caso, era porque quería ser actor. En el caso de ellos dos es porque huyen, porque no les queda otra, porque la han liado parda y no van a poder volver nunca más atrás. Entonces, hay algo en mí, inconscientemente, de eso. El personaje de Óscar es artista, pinta desde el dibujante y desde el graffiti. Yo soy actor y mi manera de expresarme, lo que llevo dentro, es la interpretación. Entonces, bueno, hay semejanzas. De alguna manera está en mí la peli. He salido de mí.

Mario Casas durante la entrevista. (Laura Paz Pousa)

Mario Casas durante la entrevista. (Laura Paz Pousa) Laura Paz Pousa

¿Qué edad tenías cuando te marchaste de A Coruña?

Me fui con cinco años, más o menos, a Barcelona. Mis padres eran súper jóvenes, además. Allí estuve hasta los 18, cuando me fui a Madrid a estudiar interpretación.

Y de A Coruña, ¿hay algo en la película?

Sí, hay algo. En mis vueltas todos los años a Galicia. Mi familia también es humilde. Hay algo emocional en todo eso y hay algo de mí desde que era un niño.

Entonces, a pesar de que te fuiste de aquí muy joven, sigues vinculado a Galicia.

Sí, sí, sí. Yo me escapo de vez en cuando, pero no lo digo (ríe). Vengo para disfrutar de gente que conozco, comer, ver el mar. Mi abuela vive en A Coruña. Realmente, la mayoría de mi familia vive en A Coruña, o sea, los hermanos de mi padre, mis tíos, mi abuela, mis primos…. Entonces, bueno, voy menos, mucho menos de lo que me gustaría, pero bueno, cada año vamos y mis padres van mucho.

"Me escapo a Coruña de vez en cuando, la mayoría de mi familia vive allí"

MARIO CASAS

¿De qué manera se prepara uno para pasar de estar delante de la cámara a colocarse detrás?

Bueno, ya que lo has dicho, me quise preparar. Yo con los personajes intento como trabajarlos mucho también al principio hacer un trabajo de campo de la psicología de los personajes. Al final estás creando un ser humano, entonces tienes que aprender qué patrones son en concreto y, muchas veces, pues con psicólogos o con algún psiquiatra he trabajado. Me han dado pautas en psicología de esos patrones de los que te hablo. Además, suelo hacer personajes intensos que suelen tener como algunos taras, entonces lo trabajo desde ahí. Decir "quiero esto" es difícil, porque son cosas que están en tu cabeza y que ellos, los actores, te entiendan, es complejo. Me preparé, leí bastante, vi muchos vídeos de charlas sobre eso… Al final era mi primera peli.

¿Un director tiene que saber actuar para ser bueno en su tarea?

A ver, yo he actuado mucho,y es verdad que tenía claro lo que buscaba. Es verdad que a lo mejor era más exigente y muy claro. Óscar en un momento me decía que veía sonreír mucho al personaje y yo le decía que lo hiciera, que me daba igual y que sonriera con él. Era directo. También me pasaba que, a veces, para transmitir lo que quería transmitir lo interpretaba. Lo hacía junto a Déborah, coguionista y actriz; para que ellos vieran desde fuera un poco la idea que yo tenía. Ha sido un poco como un espejo y también para que los actores no profesionales nos viesen y se relajasen. Era su primera vez en un set, su primera vez interpretando.

¿Pediste algún consejo para dirigir?

Sí, sí, sí, sí, muchos. He pedido muchos.

¿A alguien en particular?

A todo el mundo y, además, si tú pides un consejo tienes que estar preparado para lo que venga. En un rodaje el tiempo es oro, entonces no te van a decir "no, no, está muy bien", sino que hay que buscar opciones para lo que no lo esté. Déborah ha estado en el combo y me decía cosas, por ejemplo, que algo no funcionaba. Me iba a verlo, pedía sus consejos y le hacía caso. También a la script. Marieta es alguien que ha hecho muchas películas, con la que ya había trabajado y que sabe mucho. He intentado escuchar a mi equipo, ellos me han ayudado muchísimo. La película es de ellos. Al final, cada persona pone su granito de arena y eso es lo importante.

¿Tu hermano Óscar te pidió muchos a ti?

Consejos, no. Ha sido un viaje. Intenté quitarle esos mecanismos o vicios que en la interpretación le funcionaban porque quería un Óscar virgen en emociones, que no se juzgara en ningún momento. Esto me lo enseñó Alberto Rodríguez. Le hicimos una limpieza de cara y, a partir de ahí, empezamos a trabajar. Quería que que se dejase ir, que confiase en mí. Entonces, en el caso de Óscar no han sido consejos, sino lo que ha hecho él ha sido confiar ciegamente. Óscar hace un trabajo muy muy especial y si tú lo comparas, y no es porque sea mi hermano, con las mejores interpretaciones adultas que se han hecho este año, está entre los cinco mejores trabajos de actor protagonista.

El actor Mario Casas respondiendo a la entrevista. (Laura Paz Pousa)

El actor Mario Casas respondiendo a la entrevista. (Laura Paz Pousa)

¿En qué punto empatizas ahora con los directores?

Ahora estoy viendo al director y sé por dónde está pasando. Empatizo mucho más con él. Me ha cambiado la visión de lo que es un set de rodaje 180 grados.

Te has embarcado en dramas, suspense, acción, y ahora has dado el salto a la dirección. ¿Qué le queda por hacer a Mario Casas?

¡Uf! ¡Me queda hacer todo todavía. Me pasa a mí y le pasa a mis hermanos. Estamos metidos en cosas, no paramos con proyectos, con cosas, con ideas que nos encantaría hacer, que a lo mejor no tienen que ver solo con la dirección o la interpretación, sino también con la producción. Estamos en un constante aprendizaje y queremos, ya que tenemos la oportunidad, seguir haciéndolo de esta industria, de este arte. También quiero volver a dirigir.

Preguntas rápidas a Mario Casas

Plato gallego favorito.

Raxo con patatas.

Rincón favorito de Galicia.

Los Mallos (A Coruña) porque es donde nací y a donde he vuelto. Allí iba a la guardería, fue mi lugar y donde crecí.

Equipo de fútbol.

El Dépor. Aunque no soy muy futbolero. Me gusta el deporte y me gusta cuando veo un equipo jugar bien, pero el Dépor es por mi padre. O sea, el "Super Dépor" lo viví además. ¡A a ver si subimos!

Un personaje gallego sobre el que te gustaría hacer una película.

Es ficción, pero no sé por qué me ha venido Luis Tosar (se ríe). Así, un "Malamadre" con acento. Una de las cosas que voy a hacer es poner acento gallego a un personaje. Es de estas cosas que no han aparecido todavía. No me dejaron hacerlo en "Bajo la piel de lobo". Yo quise, pero el director, Samu, que es un amor, no me dejó. Pero mira, una de las cosas que más ganas tengo es poner acento de Coruña a un personaje.

Tu palabra favorita en gallego.

Morriña.

Tu playa favorita de Galicia.

He pasado mucho tiempo ahí, en Razo.

¿Cómo definirías a los gallegos?

A mí hay algo que me dicen todavía y relacionado con la ironía, el humor, la retranca. ¡A mí siempre me lo dicen! Me preguntan a veces si lo que digo es verdad, o broma. Hay una retranca ahí que a mí me encanta. Ese humor así, más negro, más seco, crudo… Me encanta ese tipo de humor.