Un vistazo a la historia de O Grove a través de sus monumentos y esculturas urbanas

Arenales paradisíacos, impresionantes miradores, el mejor marisco de toda Galicia o el destino termal de la Illa da Toxa, son sólo algunos de los principales atractivos de O Grove. Este municipio enmarcado en la ría de Arousa se ha convertido, por méritos propios, en uno de los lugares más visitados de todas las Rías Baixas. 

Más allá de lo evidente, las calles de la villa se encuentran salpicadas por númerosos monumentos urbanos. Estas esculturas no sólo contribuyen a embellecer los paisajes y entornos en los que se colocan, sino que esconden trás de si una serie mensajes u homenajes que forman parte de la propia historia de la localidad. En definitiva, un auténtico museo al aire libre en el que, de vez en cuando, merece la pena detenerse y observar. 

Desde el punto más céntrico de O Grove hasta el lugar de San Vicente do Mar, os proponemos una improvisada ruta escultórica a través de algunos de los principales monumentos de la localidad, engalonada de arriba abajo con obras de autores tan reconocidos como el Alfonso Vilar, Oscar Aldonza o Lucas Míguez, entre otros. 

De la Fiesta del Marisco a las calles de O Grove

Entre el paseo marítimo y las calles de O Grove se encuentra dispersa una completa red de esculturas, expuesta de manera permanente, que ronda las más de 50 piezas de arte. Para descubrirlas podremos comenzar el recorrido a pie a la altura del puente que conecta con la Illa da Toxa, siguiendo la línea costera hasta la playa de Peralto, para después perderse entre las callejuelas y avenidas de la localidad. 

Todas estas piezas han sido creadas por artistas nacionales e internacionales en el marco de un concurso bienal de Escultura al Aire Libre, organizado por el propio concello de O Grove durante la famosa Fiesta del Marisco en el municipio.  Aunque la temática para el simposio suele ser de libre elección, la mayoría de estas figuras representan distintos motivos marineros y por norma general, las obras suelen estar realizadas en granito.

La familia de mariscadores

Monumento Familia de Mariscadores, O Grove. Foto: Thalia García.

El Monumento a la Familia de los Mariscadores es probablemente una de las imágenes escultóricas más reconocidas de todo O Grove. Esta majestuosa pieza se encuentra situada en un lugar privilegiado junto a la plaza de O Corgo, en una rotonda cerca de la zona del puerto y la lonja. En ella, la tan arraigada tradición marinera de la localidad  ―en cuanto a la pesca, marisqueo y conservas se refiere― se ve representada por tres personas equipadas con distintos aperos tradicionales del marisqueo. 

La "familia de mariscadores" fue creada y tallada en piedra en el año 1972, por el famoso escultor de Sanxenxo, Alfonso Vilar Lamelas. En la comarca do Salnés, el artista es reconocido por obras tan icónicas como la Madama de Silgar en su villa natal, o el Rañeiro del paseo marítimo de Cambados.

La fuente de los caballitos

Fuente de los Caballitos de Mar. Foto: Thalia García.

En la misma línea marinera, el Monumento a los Caballitos de Mar se presenta como otro de los símbolos distintivos y más reconocibles de la localidad. Esta singular fuente se encuentra ubicada en la mitad del paseo marítimo, a la altura del parque infantil y las canchas de baloncesto, formando una pequeña plazoleta rodeada de bancos.  La estructura fue creada en granito, ya en el año 2006, por los alumnos de la Escuela Obradoiro del propio municipio.

El Floreano de Gogue

Escultura de Floreano en O Grove. Foto: Thalia García.

Desde el año 2011, una esquina de la Praza de Arriba se encuentra coronada por la presencia del entrañable Floreano, un mítico personaje de las populares viñetas del Faro de Vigo. Su presencia en tierras mecas no es casualidad, ya que el creador de esta famosa figura y su tropa es el caricaturista local José Ángel Rodríguez López, más conocido como "Gogue". 

La escultura, que pesa unos 200 kilos, fue creada por el escultor de Mos (Pontevedra), Lucas Míguez. El Floreano de O Grove está realizado en bronce y representa al individuo sentado con un cuenco de vino en la mano, el periodico y una baraja de cartas sobre la mesa. En toda la comarca do Salnés, podemos encontrar otras obras del artista, como las estatuas de Ramón Cabanillas o Francisco Asorey en Cambados; o el conjunto escultórico de las obras de Valle-Inclán en Vilanova de Arousa.

Los voluntarios del Prestige

Monumento a los voluntarios del Prestigue, San Vicente do Mar. Foto: Thalia García.

Tenemos que desplazarnos hasta el entorno de San Vicente do Mar para conocer una de las esculturas de piedra con más simbolismo de todo O Grove: el Monumento a los voluntarios del Prestige. El conjunto se encuentra ubicado junto al famoso Náutico de San Vicente, en un mirador de madera con vistas al mar y los arenales de la zona, y con la isla de Ons en el horizonte. 

Detrás de la composición de la pieza se encuentra el compostelano Óscar Aldonza, y en su creación colaboran escultores de toda Galicia como Álvaro García, Carlos Alfonzo, Plablo Alfonso y Roberto Ponte. La estructura fue construida en el año 2012, como un homenaje a los miles de voluntarios que ayudaron a limpiar las costas gallegas de chapapote durante el desastre del Prestige. En el monolito podemos distinguir a cinco personas equipadas con la indumentaria de limpieza (mascarillas y monos) y sus respectivos capazos.

Conjunto escultórico de Punta Moreiras

Punta Moreiras se localiza en la cara norte de la península de O Grove, en el entorno del puerto pesquero de Porto Meloxo. Por toda esta zona se extiende una ruta escultórica de lo más singular, entre figuras de granito y un espacio museístico muy ligado al mar sobre las "Salgadeiras de Moreiras".

El conjunto escultórico fue instalado en el año 2014 y creado por la Escuela de Canteros de Pontevedra. El grupo de estatuas, que fue bautizado con el nombre de "Aldea marinera", se compone de más de 40 piezas que siguen esta misma temática y representan diferentes elementos etnográficos. Podemos observar desde un precioso faro, a pescadores y redeiras, peces, aves y tortutas, e incluso una sirena, entre otros muchos. 

Aunque desde su colocación muchas de estas obras fueron víctimas de actos vandalicos, la mayoría se conservan en perfectas condiciones y se entremezclan con el entorno de una manera única.