Grupo Sestelo o por qué la electricidad llegó a Ponteareas un año y medio antes que a Vigo
La compañía, presente en el sector energético de Galicia desde hace más de 125 años, ha logrado adaptarse a los tiempos y mantener los valores de una firma histórica que siempre estuvo en la vanguardia
1 octubre, 2021 06:00Galicia está llena de empresas con historia e historias de familias visionarias que acertaron en decisiones que se convirtieron en parte de la evolución de nuestro territorio. Compañías responsables de grandes hitos que cambiaron la forma de vivir de las personas, el rumbo de la economía y que fueron revolucionarias en muchos aspectos.
Además, algunas de estas organizaciones han sabido aprovechar sus legados y adaptarse a los nuevos tiempos de tal forma que, aún hoy, forman parte del tejido empresarial de la comunidad y conservan los valores que las hicieron únicas.
Uno de estos ejemplos es el Grupo Sestelo Inversiones, que protagonizó un hecho histórico en la comarca del Tea: la llegada de la electricidad a Ponteareas en junio de 1895, un año y medio antes que en Vigo. José Gayoso Maqueira y Antonio Sestelo Gayoso fueron los artífices de la instalación de una turbina en Pardellas (A Freixa, Ponteareas). Y una vez logrado, iniciaron los estudios para llevar la electricidad a todos los rincones de la comarca. En 1902 la empresa se transformó en una sociedad dirigida por Antonio Sestelo.
Pero ¿cómo se lleva a cabo una historia empresarial de éxito que dura más de 125 años? "Ese mismo espíritu con el que se consiguió la llegada del suministro eléctrico a Ponteareas sigue presente en nuestra forma de entender el proyecto del Grupo Sestelo. Nuestro objetivo es conseguir ofrecer servicios de primer nivel y de vanguardia", cuenta desde la dirección del grupo Roberto Álvarez Tombo .
Según explica el directivo, el grupo -cuyo germen fue la distribución de energía, a través de Central Eléctrica Sestelo y Cia S.A.- constituye la primera empresa gallega de distribución eléctrica con capital 100% gallego. En la actualidad, la firma está inmersa en la digitación de las redes de distribución eléctrica, además de proyectos de autoconsumo, baterías o vehículo eléctrico, entre otras actividades, "ofreciendo el valor añadido que supone la monitorización y gestión integrada de todos estos productos y servicios, y siempre desde la perspectiva de una empresa cercana al cliente al que quiere acompañar, asesorándole y ayudándole en todo lo necesario", apunta Roberto Álvarez.
Los valores de una firma centenaria
Las empresas familiares, y sobre todo las que ya tienen más de diez décadas a sus espaldas, tienen la mayoría algunos puntos en común. Son conscientes de haber hecho algo grande, seguramente han pasado en tan larga trayectoria por momentos muy complicados, han tenido que adaptarse a los tiempos (más de 100 años de cambios) y, todo ellos, tratando de conservar su esencia, de mantener el legado y los valores de quienes pusieron la primera piedra de ese proyecto longevo.
"Valores como el esfuerzo, la humildad, el trabajo en equipo, la confianza, la calidad, el compromiso, la visión a largo plazo y el espíritu de superación y de emprendimiento son parte del legado familiar, y hemos conseguido trasladar de una a otra generación esa forma de entender el negocio. Toda nuestra estrategia tiene una visión de largo plazo, manteniendo un fuerte compromiso con las nuevas generaciones y con nuestro territorio, con la idea de continuar en el tiempo desarrollando negocio y trabajo", sostiene Álvarez Tombo.
El directivo subraya, además, que las 50 personas que trabajan de forma directa en el Grupo Sestelo, lo hacen como parte de una gran familia. "Eso implica sacrificio, generosidad, disciplina, respeto y la responsabilidad de velar por el grupo".
Este compromiso a largo plazo, según señalan desde la compañía, se traduce en beneficios adicionales, como una mejor comprensión de la industria, la organización y el trabajo. "Nuestra manera de ver el negocio nos genera relaciones más sólidas con los clientes y un alto nivel de confianza en el futuro de nuestra empresa. Por ello es muy importante recordar de forma constante nuestros valores y generar una cultura propia en cuanto a sentimientos de unidad e identificación con los valores de la compañía", destaca Roberto Álvarez.
Sestelo hoy
La compañía se ha ido consolidando como uno de los principales grupos energéticos gallegos. El Grupo, en la actualidad, está presente en los ámbitos más importantes del sector de la energía, y son ya cuatro las empresas distribuidoras de energía que lo componen. En lo que a la producción de energía se refiere, la compañía mantiene la central en Maceira al tiempo que cuenta con una importante participación en el proyecto de energía renovables desarrollado en Engasa, con presencia tanto en eólica como hidráulica.
Además, recientemente, "en nuestro afán por adaptarnos a la nueva realidad del sector hemos creado la marca Lumea desde donde desarrollamos nuestra actividad en el mundo del autoconsumo domestico e industrial así como en la instalación y gestión de cargadores de vehículos eléctricos tanto públicos como privados", cuenta el directivo de la firma. "También estamos presentes en el sector de la comercialización de energía con nuestra participación en la empresa CHC, una de las primeras comercializadoras independientes de España", subraya el empresario.
Como el otros sectores, aunque quizás en este con más fuerza en los últimos años, los clientes y usuarios finales son cada día más exigentes, comparan más y las compañías han tenido que adaptarse también a un incremento de la oferta que, precisamente, permite a los usuarios poder elegir. Hacer frente a esta nueva realidad, es también uno de los retos de cualquier empresa.
"Las grandes eléctricas son capaces de ser muy competitivas en precio pero no pueden competir con nuestra cercanía con el cliente. Para nosotros el cliente es lo mas importante y es el centro de todo nuestro desarrollo de negocio. Lo acompañamos en todo momento y permanecemos a su lado en un trato directo y permanente que nos hace distintos. Le damos solución adaptadas a su realidad y necesidades y permanecemos a su lado para lo que necesite", expone el directivo.
El futuro es sostenible
El el sector eléctrico, y el energético en general, se está produciendo un importante cambio de paradigma. Ante el nuevo escenario, se plantean numerosos desafíos que, "como empresa centenaria estos cambios son todo un reto y una motivación". "Las baterías y el vehículo eléctrico formarán, junto con la generación distribuida y las comunidades energéticas, un radical cambio en nuestras vidas y en nuestros hábitos de consumo. Nuestro objetivo es afrontar estos cambios y acompañar a nuestros clientes en todo este proceso", sostiene el responsable de la firma gallega.
La compañía apuesta, además, de una manera firme y decidida por las renovables como principal fuente de energía. "Con la Central del Tea iniciamos hace ya muchos años una aventura que continua con el desarrollo de proyectos eólicos en nuestra comunidad autónoma tanto de forma independiente como participando de proyectos conjuntos con otras empresas gallegas". "La sostenibilidad está en nuestro ADN", concluye Roberto Álvarez.