Xoel Vázquez: "La educación tiene que darnos herramientas para ser curiosos, creativos, críticos y autónomos"
Talento Rebelde nos acerca esta semana a la historia de este emprendedor gallego que está al frente de una de las firmas de realidad virtual más punteras del país
18 mayo, 2024 05:00Hoy entrevistamos a uno de los emprendedores gallegos más relevantes que dirige una de las empresas de realidad aumentada y virtual punteras en España. Realiza habitualmente un cuestionamiento profundo de las empresas y aplica técnicas organizativas valientes e innovadoras.
La rebeldía puede generar grandes cambios y aquí hablamos con rebeldes que están ya transformado el mundo con lo que hacen. Hoy nuestro invitado nos hablará, entre otras cosas, de cómo su tecnología puede revolucionar industrias, comercios, el ocio o el entretenimiento.
El invitado de hoy es el CEO de XOIA Extending Reality, Xoel Vázquez; un auténtico protagonista del cambio. A pesar de las eternas discusiones que he tenido con el invitado sobre temas de actualidad siempre disfruto de su compañía y de nuestras charlas. Veremos qué opina él…
Pregunta: ¿Para qué sirve la realidad virtual?
Respuesta: La realidad virtual, como la aumentada o extendida en general (que es el término que agrupa todas las tecnologías inmersivas), están transformando, sin que nos demos cuenta, la manera de comunicar, de divulgar, de educar, así como de relacionarnos entre nosotros y con el mundo.
Si antaño decíamos que una imagen vale más que mil palabras, ¿cuánto vale una experiencia inmersiva donde el usuario pasa de espectador a ser el protagonista? Pasamos de leer una cartela en un museo a ser Escipión en el asedio de Numancia dirigiendo las legiones; de formarse con un manual técnico en pdf a sentirte en el interior de una turbina eólica mientras aprendes de manera guiada un procedimiento complejo, haciéndolo, con tus propias manos, pero estando en realidad en tu salón; de diseñar en 2D y en papel a prototipar y probar en un entorno 3D, inmersivo mientras trabajas y trabajas mano a mano en tiempo real con tu compañero o cliente que está al otro extremo del mundo.
P.: Te he escuchado decir que emprender es duro pero, ¿vale la pena?
R.: Conseguir ofrecer trabajo de calidad, en un ambiente profesional sano que fomenta la proyección profesional, desarrollando proyectos que nos entusiasman y con los que, creemos, estamos cambiando el mundo… Claro que es algo que vale la pena, por muchos baches que encontremos en el camino.
De hecho, para mí el emprendimiento es una "nueva forma" de emancipación económica, una manera de vulnerar un sistema económico laboralmente precarizado en muchos sectores.
Sí, emprender te permite trabajar para ti mismo para, potencialmente, ganar más, pero también para trabajar mejor, para trabajar en algo que te apasiona… pero también para generar un espacio seguro que garantice el crecimiento profesional y personal de tu equipo.
Si XOIA consigue que con cada proyecto aportemos un valor real y tangible a nuestros clientes y además logramos que quien trabaja con nosotros, cuando salga, lo haga con una perspectiva de futuro mejor, sí, creo que habremos cumplido con nuestro granito de arena para cambiar el mundo.
P.: Si tuvieses influencia absoluta para cambiar una cosa en el mundo, ¿cúal sería?
R.: Ahora mismo, la mayor parte de la riqueza de España, y esto es extrapolable a gran parte del mundo, además de estar concentrada, es heredada. ¿Qué significa esto? Que es una riqueza que en general no transforma, que no crea, que no viene directa o inmediatamente de construir, de producir y que además no se reparte. Yo creo en la meritocracia, pero hoy día no existe, y entre otros, este hecho lo demuestra. Yo quiero una economía, una sociedad, un país, un mundo, de los que crean y construyen, de las que transforman y mejoran. Me gustaría que esas fueran las personas que representen la mayoría de la riqueza.
P.: Eres un emprendedor reivindicativo, preocupado por las problemáticas sociales y ambientales. ¿Cuál es el reto global que más te preocupa en tu día a día?
R.: Obviando el cambio climático, desde luego, y a colación con lo anterior, la brecha económica. La economía crece, las empresas crecen, los beneficios crecen, pero la clase media hoy día es escuálida, cada vez lo es más. Cada día se construyen más viviendas de lujo, pero el acceso a la vivienda y su coste es el primer problema de nuestro país. Para que un país sea próspero, seguro, feliz, en el que merezca la pena vivir y que tenga una perspectiva alentadora de futuro, tiene que tener una clase media fuerte, que consuma y a la vez, con recursos y posibilidades de crear más riqueza. Es decir, de emprender y con ello contribuir a aumentar la riqueza del país, la riqueza de todos, el bienestar de todos.
Si nuestras mentes más brillantes, si el músculo de nuestro país no puede más que aspirar a subsistir, ¿cómo va a poder concentrarse en construir, en innovar, en emprender? Si nuestros amigos y conocidos, no pueden aspirar a más lujos que pagar Netflix e ir a cenar un día al mes fuera, ¿cómo vamos a revertir la tendencia demográfica negativa?
P.: ¿Está el sistema educativo actual adaptado para desarrollar a los nuevos protagonistas del cambio?
R.: Defiendo a capa y espada la necesidad de la educación pública y universal, pero pública o privada creo que hace falta un cambio de base y radical. Pero de igual manera tampoco creo en la aproximación que se pretende desde parte del sector empresarial que centra este cambio educativo en "una tecnificación profesional de nicho". Salir más preparados para el mundo laboral lo llaman. No, no necesitamos más robots o herramientas humanas.
La educación tiene que darnos herramientas para ser curiosos, creativos, críticos, autónomos a la hora de aprender y de descubrir el mundo, de aplicar la lógica para la resolución de problemas, de adaptarnos al cambio entendiéndolo como parte natural de la vida, amén de una cultura general que nos permita entender mejor el mundo presente, pasado y con ello imaginar el futuro que queremos. Y esto se aleja de memorizar por memorizar como en la educación reglada o de "actualizar" y "tecnificar" como se pretende en el ámbito universitario, es un cambio absoluto de paradigma.
P.: Xoia nace en Galicia y a diferencia de otras empresas tecnológicas permanecéis en la comunidad. ¿Os sentís apoyados por las instituciones?
R.: Creo que desde la pandemia se ha tomado conciencia de la necesidad imperiosa de invertir y apostar por la "reindustrialización" y la tecnología propia. Creo que se intenta desde las distintas administraciones, de Europa a Galicia, pasando por el gobierno central, incentivar y potenciar la industria, el sector tecnológico y el emprendimiento, pero creo que especialmente en Galicia es insuficiente. ¿Por qué? Los retos y las necesidades son distintas en Galicia que en Madrid, por lo tanto las soluciones tienen que ser distintas. Hace falta escuchar más a las startups gallegas.
Lo leí recientemente y lo creo, Galicia tiene un ecosistema potencial "escondido" brutal. Hay talento, capacidad de esfuerzo y de innovación, pero estamos lejos de los centros financieros. Lejos de los grandes mercados. Lejos de los lugares de toma de decisiones. El efecto capital es una realidad contra la que hay que luchar. Tanto desde Galicia respecto a Madrid, como desde España respecto al resto de Europa.
De igual manera, un ecosistema pujante no se crea solo con infraestructuras sino atrayendo talento, generando eventos potentes, consiguiendo que se ponga la lupa en la "aldea gala" y se genere interés de venir "a ver qué hay aquí", pero también capacidad para poder salir. Y para ello, en mi opinión, hace falta sentarse, escuchar y entender al sector startup de Galicia para generar iniciativas que de verdad impacten.
Entrevista rápida a Xoel Vázquez
Pregunta: Lugar favorito de Galicia.
Respuesta: A carballeira de Sabucedo durante o domingo da rapa das bestas.
P.: Un emprendedor que te haya inspirado.
R.: Sé que es producto de la "propaganda" irreal, y más hoy día, pero el Elon Musk de su etapa de soñador, pretendiendo abrir a la humanidad la posibilidad de la exploración espacial.
P.: Un pequeño consejo a una persona que quiera emprender y tenga 18 años.
R.: Decir que sí, lanzarse, da vértigo, pero es más difícil aprender a decir que no.
P.: La virtud que más valoras en las personas.
R.: La honestidad y la transparencia.