Baiona consolida un turismo "de calidad" sin sobrepasar su capacidad
La villa se erige como referente turístico año tras año, aunque huye de la masificación y apuesta por proporcionar servicios que hagan que, quien la visite, repita
Baiona renovó este 2024 su declaración de zona de gran afluencia turística, algo que le permitirá seguir abriendo sus establecimientos comerciales durante todos los domingos de verano.
Desde el departamento de Turismo del Consistorio reivindican la condición del municipio de enclave estratégico en este ámbito, aunque descartan sobrepasar su propia capacidad en aras de lograr una armonía entre el visitante y el local. "No llegamos a estar sobrecargados, y tenemos todavía capacidad para acoger a quien nos quiere visitar", remarca Sheila González, concejala de Turismo. "Ahora mismo se está hablando mucho en general de sobrecarga turística y de turismofobia, pero nosotros esperamos no llegar a eso", anota.
Según datos facilitados a este medio por parte del propio Concello, este pasado julio fueron 6.609 los visitantes que pasaron por la oficina de turismo de la localidad. Este dato se duplicó en agosto, pasando a 12.402 turistas. La mayoría de estas personas procedió de ámbito nacional -Castilla y León y Madrid-, siendo los vecinos portugueses los máximos representantes del turismo internacional. La ocupación hotelera alcanzó su auge en agosto, llegando al 90%. "Julio y agosto son los meses en los que más turismo tenemos, pero esta tendencia se está desestacionalizando mucho y se está ampliando a junio, a mayo y también a septiembre", remarca González.
A lo anterior contribuye especialmente el auge de la popularidad del Camino de Santiago portugués que atraviesa la localidad y que tiene una media anual de alrededor de 58.000 peregrinos. "Nos está beneficiando de una manera muy importante porque Baiona se sitúa, de esta manera, en cualquier parte del mundo", precisa la edil.
¿Qué busca el turista en Baiona?
Sin duda, el turista que visita Baiona busca el mar y la playa, pero también "escapar" de las temperaturas extremas: "También busca cultura y naturaleza, y nosotros se lo podemos ofrecer", explica la edil de Turismo. "El visitante elige Baiona como base, pero también se puede mover por todo el entorno. En menos de media hora tiene todo lo que necesita", añade.
El turismo en esta localidad de la provincia de Pontevedra es, sobre todo y muy especialmente, familiar. "Precisamente, este verano estuvimos ofreciendo rutas dirigidas a los niños o actividades como un scape urbano", cuenta la concejala. "Buscamos que Baiona se vea diferente pero no solo para quien nos visita, sino también para quien vive aquí", añade.
Un visitante fiel y otro que la descubre por primera vez
Como ocurre con las potencias turísticas, la localidad baionesa cuenta con dos perfiles de visitantes: El fiel, que repite año tras año, y el que la descubre por primera vez. En ambos grupos destacan, especialmente, los gallegos -ourensanos e, incluso, vigueses, que cuentan allí con su segunda residencia-.
Precisamente, en materia de alojamiento, la localidad no dispone de demasiadas plazas hoteleras: "Nos gustaría tener más", remarca la concejala baionesa. "En breve, eso sí, abrirá un nuevo hotel en el Faro, algo que supondrá 16 plazas a mayores", anota. Otra de las materias pendientes es conseguir que las estancias se prolonguen en el tiempo en mayor medida, algo que "ya se está consiguiendo".
Por último, en lo que tiene que ver con hostelería y servicios, en la localidad han abierto nuevos locales en los últimos años, y otros legendarios se mantienen operativos desde hace décadas. Lo anterior se completa con empresas que ofrecen prestaciones relacionadas con el ocio, la naturaleza, el deporte, el senderismo o la hípica. "Hay empresas que se dedican también a realizar trayectos por mar y estamos muy contentos", confiesa la edil.
En cuanto a las viviendas turísticas, Baiona no es ajena a la tendencia creciente: "De momento no vemos un impacto negativo, porque el crecimiento no está fuera de control", remarca Sheila González. "Tenemos una capacidad y no queremos sobrepasarla porque eso genera problemas. Para mantener un turismo de calidad los locales tenemos que poder vivir en nuestra localidad", concluye la concejala.