Los primeros y los últimos en igualdad
Una reflexión sobre las características comunes de los países con mayor igualdad de género y los más desiguales
Como cada año el FMI publica un amplio estudio sobre los niveles de igualdad de derechos para hombres y mujeres desde la perspectiva de la legislación en el mundo, Women, Business and the Law 2021. Para ello, los expertos utilizan ocho variables: matrimonio, maternidad, pensiones, libertad de movimiento, empleo, sueldo, emprendimiento y propiedades.
Algunas de estas variables nos pueden llamar la atención, como la libertad de movimiento, algo que en nuestra sociedad damos por hecho. O las propiedades, es decir, el hecho de que las mujeres tengan iguales oportunidades de ser propietarias de bienes que los hombres. Este estudio se lleva a cabo en 194 países y los resultados son, en muchos casos, curiosos, cuando no realmente sorprendentes.
Sin querer aburrir con los datos, les propongo mirar el ranking de los 10 mejores y los 10 peores, una manera de visionar las enormes diferencias que existen en el mundo, al tiempo que podemos percibir los factores comunes de los dos grupos.
En los 10 primeros, los que han logrado el 100% de los puntos, encontramos a nueve países europeos y uno del continente americano: Bélgica, Dinamarca, Francia, Islandia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal, Suecia, Letonia y Canadá. En todos estos países existe, desde el punto de vista jurídico, plena igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
¿Cuáles son los principales denominadores comunes de estos 10 países? Son todos países occidentales, con sistemas democráticos claramente reconocidos, con separación de poderes y con Estados aconfesionales, como también lo son la gran mayoría de los que superan el índice del 90%.
Lo más llamativo lo encontramos en el otro extremo de la tabla, en los 10 países con menor índice: Gaza, que es considerado país, tiene un índice de 26,3, el peor de los 194 territorios. Le sigue Yemen con un 27%, Kuwait, Sudan y Qatar con un 29%, Irán, Omán, Siria, Afganistán y Guinea-Bissau, entre el 30% y el 40%.
Ninguno de ellos está en Europa, sus regímenes distan mucho de superar los criterios democráticos necesarios para conseguir la equidad. Todos menos Guinea son países islámicos. No quiere decir que no existan países islámicos donde no se reconozcan mayores niveles de igualdad de derecho en la ley: Turquía, por ejemplo, es un país cada vez más islamizado y sin embargo cuenta con un índice de un 82% en el informe. Pero es significativo que los países con menor equidad sean precisamente aquellos de religión islámica mayoritaria, en los que su práctica está directamente vinculada al poder.
El debate sobre igualdad de sexos y religión es antiguo y complejo, y no me atrevería a entrar aquí en él. Sólo me gustaría recuperar la idea que el propio Papa Francisco reconoció cuando Bélgica y Francia sufrieron ataques terroristas que costaron la vida a tantas personas: "Un Estado debe ser laico. Los Estados confesionales acaban mal".