¡Sin el mar morimos!

El sector pesquero extractivo tiene un gran efecto motriz sobre la economía y el empleo en aquellos territorios donde tiene una presencia relevante. Por cada puesto de trabajo a bordo de un barco se generan 5 puestos en tierra. Está interrelacionado con más del 90% de los sectores económicos ya que nutre de materia prima a toda la cadena de valor y además demanda múltiples insumos (redes, cartón, plástico, gasoil…) y servicios de la industria (desde las descargas del pescado, su conservación, la venta en lonja, el mantenimiento de los barcos… y la logística para la distribución de los productos pesqueros).

Es además vertebrador del territorio puesto que en zonas altamente dependientes de la pesca como Galicia contribuye de manera muy relevante en la generación de empleo y riqueza de muchas villas marineras.

Es un sector "Estratégico", ya que provee a la sociedad de un alimento sano y saludable y además es un sector muy Resiliente, como tuvimos ocasión de demostrar en momentos tan duros como durante la pandemia, en la que no faltó en ningún momento este preciado manjar en los lineales de las grandes superficies.

Y a mayores es una actividad Sostenible, tanto a nivel medio ambiental como económico y social y que produce proteína animal con la menor huella de carbono.

Los caladeros donde faena la flota gallega (como el Atlántico Noreste – Gran Sol -) están en Rendimiento Máximo Sostenible gracias a los enormes sacrificios que han tenido que hacer estos últimos lustros nuestras flotas.

Es el sector más regulado y es estricto cumplidor de la multitud de normas en vigor.     

Y por último, que atraviesa unos momentos muy complicados: cuando aún estamos adaptándonos a los impactos del Brexit, al cierre del canal Horeca durante la Covid 19, los enormes problemas logísticos, la huelga de los transportistas, el incremento del precio del gasoil y la energía tras la invasión de Ucrania, la caída de la demanda por la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación…

Y es justo en esta situación de gran incertidumbre cuando asistimos perplejos a la decisión de la Comisión Europea (Reglamento de Ejecución 2022/1614) que supone vedar grandes áreas en el Atlántico donde vienen faenando desde hace muchas décadas nuestras flotas con el objetivo de proteger la presunta existencia de corales de aguas frías. Y todo ello sin una consulta real al sector, sin un estudio del impacto socio-económico y fundándose en un informe científico desactualizado .

En estos momentos está en alto riesgo el abastecimiento del mercado, la seguridad alimentaria, miles de puestos de trabajo en la cadena mar industria y estamos intentando contrarrestar esta norma desde diversos frentes: jurídicos (mediante presentación de demandas ante el Tribunal Superior de Justicia de la UE), políticos y sociales (movilizaciones ciudadanas, recogida de firmas…).

Las artes fijas (palangre de fondo, volanta…) son los más directamente perjudicados por esta arbitraria decisión de la Comisión Europea pero realmente pone en grave riesgo la seguridad jurídica y la estabilidad económica y social de todo el sector pesquero, especialmente en Galicia.

¡Seguiremos luchando con todas nuestras fuerzas porque nos asiste la razón!