El cierre de la calle Lepanto y Alfonso XIII desde esta mañana, y que dejará a los conductores sin salida a la AP-9 por esa vía hasta el próximo mes de octubre, ha provocado importantes retenciones en la Gran Vía de la ciudad olívica.

El nuevo plan de tráfico de esta zona, puesto en marcha por el Concello de Vigo esta mañana, auguraba unos días de confusión para los conductores, según apuntó el regidor vigués en rueda de prensa tras una visita a las obras. Y no se equivocaba.

A primera hora de la tarde las retenciones de la calle Gran Vía afectaban, al menos, a toda la parte de la calle que va desde la Plaza de España hasta el inicio de la calle Lepanto, que estará cerrada, junto con Alfonso XIII hasta el próximo 31 de enero. "Como es habitual en este tipo de cierres, habrá unos días de confusión respecto a las salidas a la autopista hasta que los conductores se acostumbren, pero enseguida se retomará la normalidad", señalaba Abel Caballero.

La salida a la autopista por esta calle tendrá que esperar aún unos meses ya que se producirá tras las obras del nuevo túnel de acceso a la estación de Urzaiz y que previsiblemente esté terminado en el mes de octubre. Hasta entonces, las salidas a la autopista desde la ciudad tendrán que realizarse a través del Túnel de Beiramar, de la calle Isaac Peral, desde la Plaza San Lourenzo o desde Buenos Aires.