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Primer fin de semana de reapertura de la hostelería en Vigo: ¿se cumplieron las normas?
La percepción del propio Conselleiro de Sanidade era de "aforos por encima del 50% en las terrazas", pero los hosteleros de la ciudad afirman que se cumplió con lo establecido por la Xunta
1 marzo, 2021 13:29Desde el pasado viernes una gran mayoría de gallegos pueden volver a disfrutar de la hostelería, aunque todavía con restricciones. El área sanitaria de Vigo reabría sus terrazas al 50% y los interiores de los locales al 30%. El buen tiempo del fin de semana y las ganas de los ciudadanos de recuperar la normalidad hicieron que terrazas y paseos se llenasen de gente.
El propio Conselleiro de Sanidade, tras un acto el pasado viernes en Vigo, paseaba por el centro de la ciudad y advertía de que parecía que las limitaciones de aforo estipuladas en el DOG no se estaban cumpliendo. Esta "percepción" del Conselleiro llevó a extremar los controles policiales el sábado y el domingo, aunque el viernes prácticamente no se vio presencia policial, según cuentan hosteleros de Bouzas y del Casco Vello.
Los hosteleros lamentan, por un lado, que el documento oficial saliese a menos de un día de la reapertura, lo que dificultaba la posibilidad de leerlo en profundidad y aplicar la norma correctamente. También comentan que la "fatiga pandémica" empieza a notarse y algunos clientes ya no solo no cumplen las normas, sino que es difícil llamarles la atención sobre ellas porque "están hastiados y no responden bien".
Esta situación ha hecho que este fin de semana la percepción general sea de descontrol y muchos ciudadanos tengan la sensación de que las normas no se han cumplido. No obstante, Abel Caballero afirmaba en rueda de prensa esta misma mañana que "de forma mayoritaria la ciudad se está comportando muy bien" y que él mismo vio el "comportamiento ejemplar" de los vigueses en Samil el fin de semana.
La norma ha cambiado
El DOG que permitía a los hosteleros retomar su actividad salía el pasado jueves por la tarde, menos de 24 horas antes de que pudiesen volver a abrir sus establecimientos. "Esto hizo que muchos compañeros no tuviesen tiempo de leer y entender la norma al completo", denuncia César Ballesteros, Presidente en Asehospo (Asociación Provincial de Empresarios de Hospedaje de Pontevedra).
"Una reapertura, y más después de un mes de parón, requiere muchísimo trabajo y por eso muchos hosteleros no leyeron las cuarenta páginas de documento oficial que se publicaron el jueves por la tarde: se quedaron con lo que la Xunta había dicho en rueda de prensa". Ballesteros lamenta, junto a otros profesionales del sector, que se cambiase sustancialmente la norma y no se publicase el documento a tiempo para leerlo y entenderlo.
El nuevo DOG modifica sustancialmente la norma, pues aunque se sigue manteniendo la limitación de aforos, ahora obliga a montar el 100% de las mesas y señalizar aquellas que no se pueden utilizar. "Es obvio que esto es el doble de trabajo para los hosteleros, que tienen que montar el total de sus mesas e indicar claramente cuáles se pueden usar y cuáles no", dice Ballesteros.
Otro de los cambios importantes que incluye este nuevo documento oficial es que "ahora el hostelero está obligado a hacer cumplir las normas, actuamos nosotros como ‘policía’ y vigilante de que lo que hacen los clientes esté permitido". El presidente de Asehospo también hace hincapié sobre este punto porque "no se nos dan armas para hacer cumplir esa normativa: si yo llamo la atención a un cliente y este no hace caso no tengo derecho a echarlo de mi establecimiento. Lo que nos queda", asegura Ballesteros, "es llamar a la Policía y denunciar ese comportamiento, para que ellos vengan en ese momento y sancionen al cliente".
Piden un refuerzo de la presencia policial
Tanto desde las asociaciones como desde la calle, los hosteleros piden que se refuerce la presencia policial para que no se repitan situaciones como las del pasado viernes. "En las terrazas los hosteleros tratamos de que se cumpla con la norma, pero en la zona de Bouzas, por ejemplo, la gente lleva semanas comprando cerveza en el supermercado y casi haciendo ‘botellón’ sentados en el muro del paseo marítimo".
Los hosteleros de este barrio vigués se quejan de que algunos ciudadanos ya están hastiados y ni siquiera se sientan en los bares, por lo que se ven más libres para incumplir las normas. "El viernes no hubo ni un solo agente en la zona, pero el sábado y el domingo varios agentes se quedaron toda la tarde en el paseo y hubo más control: pedimos que eso ocurra todos los fines de semana", decía el dueño de un local de Bouzas.
César Ballesteros afirma que están muy interesados en que haya control, "cuanta más policía haya menos normas se incumplirán", en lo que coinciden la mayoría de los hosteleros de la provincia. "A nosotros, los clientes nos hacen caso omiso, muchos están cansados y es difícil hacer que se levanten a fumar lejos de la terraza, por ejemplo".