Imagen de archivo de María Fernández Míguez, investigadora de la UVigo que ha desarrollado herramientas genéticas para optimizar los stocks de merluza y bacalao.

Imagen de archivo de María Fernández Míguez, investigadora de la UVigo que ha desarrollado herramientas genéticas para optimizar los stocks de merluza y bacalao. EP

Ofrecido por:

Vigo

Una investigadora de la UVigo desarrolla herramientas para optimizar los stocks de pescado

Se trata de instrumentos genéticos que ayudarán, entre otras cosas, a proteger de la sobrepesca al bacalao o la merluza, especies con las que esta trabajando María Fernández Míguez

14 febrero, 2022 17:52

VIGO, 14 Feb. (EUROPA PRESS) –

La investigadora del grupo ReXenMar del Centro de Investigación Mariña de la Universidade de Vigo (UVigo) María Fernández Míguez ha desarrollado herramientas genéticas para optimizar los stocks de merluza y bacalao.

Tal como se recoge en el Diario de la Universidade de Vigo (Duvi), la búsqueda de nuevas especies cultivables es "imprescindible" para el desarrollo de la acuicultura en Galicia, pero también es una herramienta para proteger determinados tipos de pescados que están sometidos a una situación de sobrepesca.

Por ello, la tesis de doctoramiento de María Fernández Míguez se centró en el desarrollo y en la aplicación de herramientas genéticas para potenciar la optimización de stocks de la merluza y del bacalao, investigando la secuenciación genética de dichas especies y así ayudar en la selección de progenitores en cultivo.

La diversificación de las especies cultivables en acuicultura implica desafíos durante etapas tempranas de la vida, como la baja supervivencia o las malformaciones, muchas de ellas debido al desconocimiento del manejo de estas nuevas especies, explican desde la UVigo.

Los resultados de la tesis permitirán avanzar en diferentes aspectos, ya que el conocimiento de la genética de las especies puede ser empleado en relación con el fraude comercial, es decir, en la venta de especies próximas que no sean la que se anuncia.

Además, también permite proteger a la especie de la sobrepesca, ajustando las cuotas teniendo en cuenta la recuperación de la especie basándose en los datos históricos registrados. También abre las puertas a un cultivo de la merluza y del bacalao más eficiente y con menos costes.