Segunda sesión del juicio contra los dos acusados de haber dado una paliza a dos jóvenes de Vigo, en la madrugada del 30 de enero de 2022, en la calle Hernán Cortés de Vigo.

Segunda sesión del juicio contra los dos acusados de haber dado una paliza a dos jóvenes de Vigo, en la madrugada del 30 de enero de 2022, en la calle Hernán Cortés de Vigo. EUROPA PRESS

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Los móviles sitúan en la zona de los hechos a los acusados de la paliza a dos chicos de Vigo

El testigo que grabó la gresión apunta que las víctimas iniciaron la discusión, pero "no golpearon ni se defendieron" al ser agredidos

27 octubre, 2023 18:31

Según la triangulación de las señales de los teléfonos móviles de los acusados de haber dado supuestamente una paliza a dos jóvenes en la calle Hernán Cortés de Vigo en enero de 2022, ambos habrían estado en esa zona en el momento de los hechos, y su identificación ha sido ratificado por los agentes que han prestado declaración en el juicio que está celebrando la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo.

Este viernes, han comparecido los agentes de policía que investigaron los hechos, y que han confirmado que, tras realizar una primera detención de un vigués que llegó a ingresar en prisión provisional, pero que finalmente resultó no estar implicado, recibieron una llamada en la sala del 091 de una persona de Ourense que aseguraba haber reconocido a los dos autores en un vídeo publicado en medios de comunicación y redes.

Según esta persona, que ya declaró en el juicio este jueves como testigo protegido, se trataba de los dos acusados, Gregorio G. y Adrián S. y aportó a a Policía fotografías extraídas de redes sociales de los dos supuestos agresores. Los agentes han explicado ante el tribunal que, tanto por la vestimenta como por la complexión física, concluyeron que, efectivamente, las dos personas identificadas por ese testigo eran las que salían en el vídeo.

Además, los datos solicitados a las compañías de los teléfonos móviles y de las antenas corroboraron que se encontraban en la zona en el momento de los hechos; concretamente, en la calle María Berdiales, perpendicular a Hernán Cortés, donde se produjo la agresión.

Pruebas forenses

La acusación también ha presentado pruebas de identificación y acústica forense realizadas por expertos policiales. Según las primeras, un informe policial concluye la "similitud" entre las imágenes de vídeo y una fotografía de un tatuaje en la mano de uno de los acusados, aunque no se ha podido confirmar nada con respecto al estudio de los rostros, por la mala calidad de las imágenes.

Con respecto al informe de acústica forense, el perito que ha prestado declaración se ha referido a una frase que uno de los agresores dirige al otro. Según ha explicado, a su departamento se le encargó averiguar si esa frase podría ser "Vamos Javi" o "Vamos Adri". Con la cautela motivada por la mala calidad del sonido del vídeo, ha ratificado que "lo más plausible" es que uno de los acusados se dirigiera al otro diciendo "Vamos Adri".

Autor del vídeo

En la sesión de este viernes también ha prestado declaración por videoconferencia el vecino de la calle Hernán Cortés que grabó desde su vivienda en un primer piso parte del altercado y las agresiones a las víctimas. Según este testigo, las víctimas comenzaron la pelea dirigiendo "insultos y amenazas" a los acusados", aunque matizó que "en ningún momento" vio que golpearan a los dos agresores.

Según ha relatado, "a la décima vez" que uno de los jóvenes increpó a los acusados, estos empezaron a golpearlo. Además, ha confirmado que escuchó a los agresores ponerse de acuerdo para llamar a este joven con el fin de que se acercase para así poder "darle de hostias".

Con respecto a la agresión, ha explicado que los dos autores de los golpes, en un momento determinado, "arrollaron" a una de las víctimas, que cayó al suelo y se golpeó la cabeza quedando inconsciente, y que lo hicieron en su recorrido para atacar al otro joven, el que recibió las peores lesiones y que fue golpeado unos metros más allá, tanto estando de pie, contra una pared, como cuando ya estaba en el suelo.

Este compareciente ha coincidido con la narración de otros testigos, y ha reiterado que uno de los agresores dijo que "iba a disculparse" con el joven tirado en el suelo, pero en vez de eso le propinó una fuerte patada en la cabeza. Mientras, el otro agresor "no medió en ningún momento" para detener el ataque, e incluso "paró a un transeúnte (que iba a separar a agresor y víctima) para que su compañero siguiera pegando".

Durante todo este lapso de tiempo, las víctimas "no golpearon ni intentaron defenderse", según este testigo, que también ha trasladado que los cuatro implicados, agresores y perjudicados, "iban todos bebidos, sobre todo las víctimas".

Peritos de parte

Este viernes también han comparecido peritos convocados por acusaciones y defensas. En el primer caso, un odontólogo ha explicado las intervenciones a las que tuvo que ser sometida una de las víctimas, la que presentaba lesiones más graves, por los daños sufridos en la boca y mandíbula. Un tratamiento "complejo" que todavía no ha finalizado y que ha pasado por intervenciones y actuaciones médicas "muy dolorosas", a las que se une el perjuicio estético.

Mientras, la defensa de Gregorio G. (para quien las acusaciones piden la pena mayor, al considerarlo autor de las lesiones más graves) ha presentado un informe pericial que concluye que el agresor que se puede ver en el vídeo dando la brutal patada en la cabeza a uno de los chicos, que está en el suelo, es diestro, mientras que este acusado es zurdo. Este perito también ha concluido que la persona que se ve llevando a cabo ese ataque "no es un profesional de las artes marciales".

La vista se retomará el próximo 16 de noviembre, con la declaración de un testigo que no ha podido declarar este viernes por problemas técnicos con la vídeoconferencia y con la presentación de conclusiones e informes finales.

Gregorio G. y Adrián S. están acusados de los delitos de lesiones con deformidad, con la agravante de ensañamiento, y delito leve de lesiones. La Fiscalía pide para ellos 6 años y 4 años y 9 meses de cárcel, respectivamente, mientras que las acusaciones particulares piden 6 años y 5 años de cárcel.