Faltan muy pocos días para que concluya otro año de celebración de San Blas en la parroquia viguesa de Bembrive, pero la recta final de la fiesta ha adquirido cierto sabor amargo. La comisión de fiestas ha publicado un comunicado alertando de haber recibido "numerosas" quejas por parte de los vecinos de la zona durante los últimos fines de semanas, que han llegado también hasta la Policía Local. De hecho, los agentes les han trasladado "varias llamadas de atención" del Concello.

"Mantener la existencia de la fiesta es responsabilidad de todos nosotros", recuerdan los organizadores del San Blas vigués. El descontento de vecinos y asistentes reside en que muchos no encuentran furanchos donde poder tocar (la música tradicional es uno de los pilares de la festividad) y también en la cantidad de puestos instalados en la calle que se dedican solo a la venta de alimentos y, además, reproducen en alto "géneros musicales que no tienen cabida en la idiosincrasia" de la romería.

Bembrive en Festas advierte en su comunicado que "desde siempre San Blas ha sido una exaltación de nuestra cultura, una romería en la que la música tradicional y la gente tocando ha sido nuestra esencia". Por eso, la comisión recalca lo "triste" que es recibir quejas como las que se han ido acumulando en esta edición: "En vuestras manos está el futuro de la fiesta y hasta ahora la aportación de algunos deja mucho que desear".

"San Blas es una fiesta que existía antes que nosotros, que debemos preservar, que debemos cuidar, que debemos proteger y para eso necesitamos vuestra colaboración", concluyen.