Así es la impresionante cascada oculta en Cerdedo-Cotobade que es una maravilla natural
Conocida como la Fervenza das Panizas, esta cascada cercana a la aldea de Fondós presume de una caída libre de diez metros entre frondosos bosques centenarios
12 junio, 2024 05:00Tierra de antiguos canteros e infinitos ríos, el municipio de Cerdedo-Cotobade conforma un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y los planes al aire libre. Enmarcado en el corazón interior de las Tierras de Pontevedra, el paisaje de esta localidad gallega se dibuja entre extensos valles verdes, hórreos ―aquí se encuentra el lugar con la mayor concentración de hórreos del país― y un sinnúmero de riachuelos que atraviesan el grueso de este territorio que presume de una enorme riqueza natural, histórica y paisajística. Lo cierto es que Cerdedo-Cotobade alberga entre sus límites todo tipo de tesoros, desde importantes restos arqueológicos y muestras de la arquitectura y cultura popular hasta rincones naturales de enorme belleza. De hecho, algunos de estos enclaves se encuentran todavía ocultos ante los ojos del viajero, esperando ser descubiertos y admirados, pero también respetados.
De todos cuantos ríos y saltos de agua recorren las tierras de Cerdedo-Cotobade, hoy queremos poner el foco en una de esas joyas naturales ocultas y olvidadas dentro de la geografía gallega. Hablamos de una impresionante cascada que se mantiene escondida entre frondosos bosques en la parroquia de Quireza. Conocida como la Fervenza de Penizas (o Penices, según algunos mapas topográficos), su mágica silueta deja un rastro de unos 10 metros de caída en vertical que recuerda en su semblante a la bonita cola de un caballo. No obstante, llegar hasta este auténtico tesoro de la naturaleza no es una tarea fácil, ya que no existe una ruta habilitada para ello y los últimos metros antes de alcanzar el salto de agua sólo están al alcance de los más intrépidos aventureros.
Un espectáculo visual entre arboledas centenarias
Descubrir el entorno que envuelve a la cascada del Regueiro das Penices es, sin lugar a dudas, un plan imprescindible dentro del municipio de Cerdedo-Cotobade. Este pequeño riachuelo encuentra su nacimiento en las zonas altas que se extienden entre el Monte Montouto y el Pico dos Aguillóns, a unos 750 metros sobre el nivel del mar. Desde esta cumbre, el curso fluvial desciende en dirección suroeste, atravesando la parroquia de Quireza y vertiendo sus aguas en el tramo final al río Quireza, uno de los afluentes del Lérez. Cabe destacar que la imponente cascada de Penizas se ubica justo en la mitad de este recorrido, en un segmento configurado entre estrechos valles y considerables desniveles.
No es de extrañar por tanto que, en todo su itinerario, este riachuelo gallego de forma a varios rápidos, pozas y saltos de aguas, siendo una de las cascadas más grandes la denominada Fervenza de Penizas gracias a sus diez metros de caída libre. Para poder disfrutar del espectáculo visual que conforma esta pequeña catarata entre los bosques centenarios del interior de Pontevedra es necesario realizar un pequeño itinerario de unos tres kilómetros desde la aldea de Fondós, concretamente a la altura del aparcamiento y Área recreativa de Fondós. Cabe recordar que a pesar de tratarse de una ruta no señalizada, el camino a seguir se realiza de forma bastante intuitiva y resulta bastante agradable y sencillo hasta sus últimos metros.
Los primeros pasos de esta ruta avanzan por un camino de tierra en ascenso que pronto se adentra en los mágicos bosques de esta localidad pontevedresa. Siguiendo el curso del río llegaremos hasta una pista forestal que se sitúa a apenas 100 metros de la cascada. De hecho, este último tramo es probablemente el más complejo de todos, pues será necesario superar algunas rocas y zarzas para llegar a los pies de la Fervenza de Penizas. Con todo, también es preciso recordar que en época de fuertes lluvias lo mejor será extremar las precauciones debido a los terrenos resbaladizos así como tener en cuenta que incluso el propio río podría llegar a cortar el paso debido a las crecidas. Aún así, el invierno y el otoño suelen ser las mejores temporadas para visitar la cascada pues es cuando deja ver toda su fuerza y belleza.
Otros tesoros fluviales en Cerdedo-Cotobade
Cerdedo-Cotobade es un destino ideal para disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza, sobre todo porque cuenta con un buen número de rutas de senderismo y bicicleta de montaña a lo largo y ancho de todo su territorio. De hecho, el patrimonio natural de la localidad es, sin atisbo de dudas, uno de los puntos fuertes de este rincón del interior de Pontevedra. Por mencionar algún ejemplo, entre los municipios de Cerdedo-Cotobade y Forcarei se extiende una ruta de casi 30 kilómetros que avanza por los márgenes del río Lérez, más conocida como el sendero de las Pontes do Lérez. Por su parte, la Ruta Cabenca-Cavadosa también permite a los visitantes disfrutar de los encantos del río Seixo ―con cascada incluida― y las propias faldas del monte que le da nombre.
En lo que respecta a este tipo de rutas de senderismo, el río Almofrei también alberga grandes tesoros fluviales a su paso por Cerdedo-Cotobade. Entre los mayores atractivos turísticos de los que presume destaca un puente medieval datado del siglo XVI (y recientemente restaurado) y el conjunto de molinos de agua que le acompaña, bautizado como Muíño da Ponte o da Maquía; así como las pozas naturales que se forman en algunos de los meandros de este río pontevedrés.