Isla de San Simón.

Isla de San Simón. Laura Paz

Escapadas

Monjes, enfermos y presos: conoce San Simón, el tesoro mejor escondido de la ría de Vigo

Esta pequeña isla, unida al islote de San Antón por un puente de piedra, albergó un monasterio en la Edad Media, un lazareto en los tiempos del cólera y una cárcel durante la dictadura franquista, aunque la leyenda cuenta que su verdadero tesoro se esconde bajo el agua y es fruto de la Batalla de Rande

12 agosto, 2023 05:00

En el interior de la ensenada de Rande, frente a la playa redondelana de Cesantes, se encuentra un pequeño archipiélago que esconde una nutrida historia, que se suma a las decenas de leyendas que la rodean. La isla de San Simón, unida a la isla de San Antón por un puente de piedra, parece un pequeñísimo rincón cuando se ve desde tierra, pero alberga varios edificios y sendas plagadas de historias que la hacen la más rica de la ría de Vigo.

En sus apenas 250 metros de largo, la isla cuenta también la historia marítima de la ciudad de Vigo, la situación estratégica de uno de los primeros puertos españoles en los que recalaban los barcos venidos de América y cómo la ciudad creció gracias a su industria pesquera y, precisamente, a la inmensa riqueza de su ría. Rehabilitada casi por completo, la pequeña isla presenta hoy un aspecto muy diferente al que tenía hace dos décadas, gracias a la intervención, entre otros, del arquitecto pontevedrés César Portela, que ha devuelto la vida a las edificaciones de San Simón.

Actualmente, la isla solo puede visitarse con autorización o en ocasiones puntuales, aunque varias empresas realizan ya visitas turísticas al archipiélago durante todo el año. Lo que muchos hacen, no obstante, es fondear entre la isla y la playa de Cesantes, en una suerte de "piscina" marina que forman las curiosas corrientes del interior de la ensenada.

Es precisamente esta particularidad que dota de calma a las aguas de San Simón, sumada a la increíble capacidad de las mareas del interior de la ría, lo que hace que se pueda visitar incluso a pie algunos días al año. Este particular museo a cielo abierto de historia de la ría de Vigo esconde una enorme cantidad de secretos, ¿los conoces todos?

Monasterio templario

El poeta Mendinho es el encargado de contar que la isla de San Simón albergó un monasterio templario en el siglo XII, que posteriormente fue habitado por monjes franciscanos. A pesar de que no quedan restos del monasterio, la isla alberga una pequeña ermita, levantada muy probablemente por los templarios a su llegada a Redondela en el mismo siglo XII. Los caballeros del Temple habitaron la isla hasta su excomunión, hacia finales del siglo XIV.

Ermita de San Simón. Foto: Laura Paz

Ermita de San Simón. Foto: Laura Paz Laura Paz

Tras casi un siglo sin darle utilidad, la diócesis de Tui cedió la isla de San Simón a Isabel la Católica como muestra de su fidelidad. Poco después del fallecimiento de la monarca, fueron los franciscanos los que ocuparon el monasterio, convirtiéndose en la orden Custodia de los Pascualinos de San Simón.

Cuenta la leyenda que el pirata inglés Francis Drake, que sembró el pánico en la ría de Vigo junto a su tripulación, saqueó la isla a finales del siglo XVI, aunque se cree que para entonces los franciscanos ya habían abandonado el monasterio.

Batalla de Rande

En el año 1702 tiene lugar la conocida como batalla de Rande en la ensenada homónima, la desencadenante de gran parte de las leyendas que se cuentan sobre la ría y la isla de San Simón. Los navíos españoles que regresaban de las Indias con los cargamentos de la última campaña, que había durado varios años, se toparon en Vigo con los barcos de los holandeses y los ingleses, unidos contra Castilla por la Guerra de Secesión.

Tras una ardua batalla, en la que también participaron las embarcaciones francesas que escoltaban a las españolas, se hundieron en el Atlántico todos los galeones y, junto a ellos, el enorme tesoro que traían los españoles de las Indias. O eso se creía, puesto que después de varios siglos de búsqueda únicamente se han podido encontrar algunas monedas y el "gran tesoro" podría ser en realidad un gran mito.

De cualquier forma, el tesoro de Rande ha despertado el espíritu aventurero de infinidad de buceadores, cazadores de tesoros e incluso escritores, como es el caso de Julio Verne. El escritor francés pasó varios veranos en la ciudad de Vigo documentándose para que el capitán Nemo, protagonista de sus 20.000 leguas de viaje submarino, pudiese sumergir el Nautilus en la ensenada de Rande en busca del tesoro jamás encontrado.

El lazareto de Velázquez Moreno

El comerciante Velázquez Moreno fue el encargado de convencer al gobierno en 1838 de que la situación estratégica (y aislada) de San Simón la hacía idónea para que albergase un lazareto: los navíos procedentes de América harían parada en Vigo, dejando a aquellos viajeros que presentasen síntomas del cólera en San Antón y haciendo al resto guardar cuarentena en San Simón. Gracias a la instalación de este hospital, el puerto de Vigo se convirtió casi en parada obligatoria para los barcos de la ruta americana, lo que favoreció enormemente su expansión.

Durante esta época se construyó el puente entre ambas islas, que tenía un sistema de doble puerta que permitía mantener a los enfermos completamente aislados y ofrecía un canal de paso seguro para el personal que necesitaba transitar las dos islas. En 1927, con la reducción de los casos de cólera y lepra, se clausuró el lazareto y la isla volvió a quedarse vacía.

Puente entre San Simón y San Antón. Foto: Laura Paz

Puente entre San Simón y San Antón. Foto: Laura Paz Laura Paz

Guerra Civil y dictadura

Una vez más, la posición de San Simón determinó su uso, y se convirtió en un campo de concentración y exterminio para las tropas franquistas durante la Guerra Civil española. Se cuenta que sus edificios llegaron a alojar a más de 2.000 presos, que vivían en condiciones infrahumanas y eran fusilados poco a poco como castigo por ser políticamente contrarios al bando nacional.

Tras el triunfo de Franco, la cárcel se convirtió en una de las más temidas de la dictadura, porque pocos salían vivos y todo el mundo conocía las terribles condiciones en las que los tenían. A pesar de que no hay escritos oficiales, se cuenta que cientos de presos murieron en San Simón a manos de los falangistas, que se quedaron en la isla hasta 1950.

A partir de mediados de la década de los 40, tras haberse cerrado la cárcel, la guardia de Franco aprovechaba las instalaciones de la isla como residencia de veraneo, destino que se truncó con el naufragio del Monchita. La sobrecarga de la pequeña embarcación, que hacía el recorrido entre la isla y la playa de Cesantes, y el poco conocimiento del mar de sus ocupantes hizo que muriesen ahogados los 43 viajeros a bordo del Monchita el 22 de agosto de 1950. Es la mayor tragedia náutica que recuerda la ría de Vigo, que curiosamente se produjo en el punto más tranquilo y menos profundo de la ensenada de San Simón: ninguno de los 43 ocupantes de la barca sabía nadar y se ahogaron en un apacible y tranquilo día de verano.

Historia viva

En aquel momento, la isla volvió a quedar semiabandonada, aunque la Ley de Memoria Histórica hizo que se rehabilitase y que hoy pueda ser un espacio visitable que cuenta la historia viva de la ría de Vigo. Gracias a los proyectos del pontevedrés César Portela, los edificios de la isla han recobrado su esplendor y hoy se celebran en ella los Premios Xerais, de la editorial homónima; el festival Sinsal; o varios campamentos organizados por la Xunta de Galicia que hacen que los más pequeños puedan disfrutar también de este pequeño espacio ya no tan secreto de la ría de Vigo.