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El caldo casero de las abuelas gallegas que potencia la memoria y fortalece los huesos: un clásico del invierno
- Se trata de un caldo con un gran contenido de antioxidantes, vitaminas y minerales, perfecto para los meses de frío, y muy saludable para los huesos y el cerebro.
- Más información: El plato típico gallego de tres ingredientes ideal para el otoño: la sopa de las abuelas que arrasa en Galicia
En Galicia, los caldos caseros de invierno son parte esencial de la tradición culinaria, y las abuelas gallegas elaboran estas recetas de manera minuciosa, utilizando ingredientes locales y de alta calidad. Entre los más destacados se encuentran el caldo gallego y el caldo de grelos, que además de su sabor reconfortante, ofrecen una buena dosis de nutrientes esenciales para combatir el frío.
Sin embargo, también hay otros caldos que elaboran las abuelas y que destacan por su gran cantidad de beneficios para la salud, sobre todo, por ser ideal para potenciar la memoria y fortalecer los huesos.
Se trata de una receta que mezcla los ingredientes de origen animal con los de origen vegetal y que incluye otros elementos como el ajo y el jengibre, así como otras hierbas frescas.
Se trata de un caldo casero ideal para fortalecer la memoria y los huesos suele ser rico en minerales, colágeno, vitaminas, y grasas saludables, elementos que ayudan a la salud ósea y cognitiva. Esta receta incluye huesos de calidad (de res, pollo o pescado) y vegetales, y puede enriquecerse con hierbas y algunos otros ingredientes conocidos por sus beneficios para la memoria.
En cuanto a los ingredientes para el elaborar este caldo casero, son los siguientes (si bien es cierto que puede haber modificaciones según el gusto o la preferencia personal):
- Huesos (de res, pollo o pescado) de buena calidad, de preferencia con algo de tuétano o cartílago, que aportan colágeno y otros minerales.
- Vegetales variados: zanahorias, apio, y cebolla, que contribuyen con antioxidantes y vitaminas.
- Ajo y jengibre, que son ricos en antioxidantes y propiedades antiinflamatorias.
- Hierbas frescas como el romero y el tomillo, conocidas por su efecto positivo en la memoria.
- Vinagre de manzana: una pequeña cantidad ayudará a extraer los minerales de los huesos durante la cocción.
- Sal marina o sal rosada del Himalaya para enriquecer en minerales.
En cuanto a los pasos para elaborar este caldo, son los siguientes:
- Preparar los huesos: si usas huesos de res o de pollo, se recomienda asarlos brevemente en el horno para intensificar el sabor.
- Cocinar a fuego lento: coloca los huesos en una olla grande, añade agua y un chorrito de vinagre de manzana. Lleva a ebullición, elimina la espuma que se forma en la superficie y luego reduce a fuego lento.
- Agregar vegetales y hierbas: después de una o dos horas, agrega las verduras y las hierbas.
- Cocción lenta prolongada: cocina el caldo a fuego lento durante 12-24 horas para huesos de res, o 4-6 horas para huesos de pollo o pescado.
- Colar y almacenar: filtra el caldo, guárdalo en la nevera o congélalo en porciones.
Los beneficios nutricionales del caldo de la abuela
Concretamente, en primer lugar los huesos de res, pollo o pescado con tuétano y cartílago contienen minerales esenciales como calcio, fósforo y magnesio, que son fundamentales para fortalecer los huesos y prevenir su desgaste. Además, el colágeno y la gelatina extraídos durante la cocción lenta mejoran la elasticidad y el soporte de articulaciones y tejidos.
Las hierbas como el romero y el tomillo están asociadas con beneficios para la memoria y la función cerebral. Se ha demostrado que el romero, en particular, puede mejorar la memoria y aumentar la concentración gracias a sus compuestos antioxidantes y su efecto en la circulación.
Además, el ajo y el jengibre son conocidos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan a reducir la inflamación general del cuerpo, incluida la que afecta a las articulaciones y al cerebro, promoviendo así una mejor función cognitiva.
Igualmente, una pequeña cantidad de vinagre de manzana facilita la liberación de minerales de los huesos durante la cocción, potenciando el valor nutricional del caldo. El vinagre de manzana es también alcalinizante, lo que contribuye al equilibrio del pH en el organismo.
Finalmente, la sal marina o la sal rosada del Himalaya aportan oligoelementos adicionales, como potasio y magnesio, que son importantes para el equilibrio electrolítico y la salud general.
En conjunto, estos ingredientes crean un caldo nutritivo y funcional que ayuda a mantener la salud ósea, a mejorar la memoria y la función cognitiva y a reducir la inflamación.