Cada 9 de octubre, la ciudad de Valencia celebra Sant Donís, su particular San Valentín, una fecha que coincide con el Día de la Comunitat Valenciana. Ese día los enamorados valencianos demuestren su amor a sus parejas con la tradicional mocadorà, una bandeja de deliciosos dulces de mazapán, elaborados a mano, que reflejan la creatividad de los artesanos locales.

Es una obra de arte gastronómica. La tradición de la mocadorà, que se remonta al siglo XIII, tiene sus raíces en la prohibición impuesta por los Decretos de Nueva Planta tras la Guerra de Sucesión que convirtió en rey de España a Felipe V.

Estos decretos prohibían a los valencianos reivindicarse como pueblo y celebrar la entrada de Jaume I en la ciudad de Valencia el 9 de octubre en 1238, que hasta entonces se conmemoraba con el lanzamiento de petardos.

[Este es el postre típico valenciano que no se conoce en el resto de España: un ligero dulce de canela y limón]

En respuesta a la decisión de Felipe V, los confiteros de la época idearon unos dulces en forma de petardos, conocidos como piulets y tronadors, que han perdurado como símbolos de la festividad.

Los confiteros también comenzaron a elaborar mazapanes con forma de frutas y hortalizas, en homenaje a la fertilidad de la huerta valenciana y como referencia a la costumbre de los árabes de regalar hortalizas a doña Violante de Hungría, esposa de Jaume I.

Estos dulces se regalan envuelto por un pañuelo, mocador en valenciano. Con el paso de los años, el pañuelo acabó dando el nombre a esta festividad tradicional cargada de simbología.

Mejor 'mocadorà'

Quedan muy pocos días para la celebración de esta jornada festiva en la Comunitat Valenciana y los establecimientos de la capital del Turia ya empiezan a vender estos mazapanes únicos.

Cada año, el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, con el patrocinio de la Generalitat Valenciana y de la Diputación de Valencia, convoca un concurso para designar al mejor confitero.

Este año se ha celebrado la 43 edición y el premio a la mejor mocadorà ha sido para Pastelería Galán por la "calidad, sabor y variedad" de sus dulces.

Por su parte, el Horno Pastelería Cuenca ha resultado ganador del primer premio dentro de la modalidad de Ornamentación Comercial, ya que ha destacado por su "originalidad y creatividad" en el diseño composición y presentación artística de su escaparate, según informó el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia en un comunicado.

El Concurso de Sant Donís, que organiza este colectivo, es "el único concurso en la Comunitat Valenciana que cuenta ya con 43 ediciones". Este es un certamen que pone el foco en estos dulces artesanos que cada 9 de octubre copan los escaparates de los establecimientos agremiados.

La entidad resaltó que también es "una muestra del compromiso", tanto de los profesionales de la pastelería como de la población, con la tradición artesanal valenciana en torno a esta fiesta y a los productos típicos de la región.

La 43 edición del Concurso de Sant Donís ha contado con la participación de una variedad de establecimientos agremiados que han presentado sus elaboraciones ante un jurado formado por maestros pasteleros, representantes de las asociaciones de consumidores,

La secretaria general del Gremio de Panaderos y Pasteleros, Laura de Juan, subrayó en el comunicado que, en cada edición, el jurado tiene "más complicado tomar una decisión", dada la "gran calidad" de las elaboraciones.

"Cada una de ellas representa una muestra de la calidad y del extraordinario talento y profesionalidad de los pasteleros artesanos".

"La tradición se mantiene viva gracias su pasión por este oficio y al esfuerzo diario, al celebrar no solo nuestras raíces, sino también el arte y la gastronomía que define a la región", subrayó de Juan.