La arrocería Las Bairetas de Chiva que cocina paellas a leña

La arrocería Las Bairetas de Chiva que cocina paellas a leña Las Bairetas

Ocio gastronomía

Este es el restaurante de carretera en el que hay que parar si viajas en coche de Madrid a Valencia

Los hermanos Margós refundaron el negocio familiar en 2008 combinando la propuesta original de arroces con platos de influencia internacional.

9 agosto, 2024 10:31
Valencia

La A3 o la autovía del Este es una de las carreteras más transitadas de España durante el verano, ya que une la capital del país con la provincia de Valencia, uno de los principales destinos del turismo nacional.

El trayecto que une ambas ciudades es de cuatro horas, tiempo en el que es recomendable parar a descansar, estirar las piernas y, por qué no, a comer en alguno de los bares de carretera recomendados por los expertos.

La oferta es amplia, pero si hay uno que destaca es la arrocería Las Bairetas. Lo hace por sus paellas hechas a leña.

El restaurante, que está en el municipio de Chiva, en la calle Ramón y Cajal, lleva más de una década especializado en cocinar todo tipo de arroces. Eso sí, siempre a leña.

Sus propietarios, los hermanos Margós refundaron el negocio familiar en 2008 "combinando la propuesta original de paellas con otros platos de influencia internacional, fruto de la creatividad y curiosidad culinaria de Pablo Margós, su asesor gastronómico", según recoge la guía Repsol, que apuesta por esta arrocería entre sus recomendaciones de 2024.

Una de las paellas que cocinan en el resturante

Una de las paellas que cocinan en el resturante Las Bairetas

Preparan arroces elaborados con productos locales a medio día y por las noches ofrecen una selección de hamburguesas de calidad y tapas de influencia japonesa. Este verano cuentan con dos menús.

El primero de ellos, que lleva el nombre del restaurante, está compuesto de un entrante, un arroz y un postre, con pan y café incluido. Todo ello por 33 euros por persona. La segunda opción es el menú Centinella, con dos entrantes, un arroz y un postre por 38 euros. 

El jardín del restaurante

El jardín del restaurante Las Bairetas

Entre los entrantes, los comensales pueden elegir entre timbal de sepia, ensaladas, carpaccio de chuleta, tartar de atún rojo con aguacate y salsa de huevo frito trufado, croquetas o buñuelos de bacalao, por ejemplo.

De arroces, además de la tradicional paella valenciana de pollo y conejos, ofrecen arroz de pato y setas, de verduras, de marisco o fideuá, entre otros.

El establecimiento, además, cuenta con aparcamiento propio y terraza, con jardín y buenas vistas. También acepta mascotas.

Historia de la arrocería

En el año 1989 Rafael Margós y Ana Benzal decidieron montaron un pequeño negocio de paellas para llevar justo debajo de su casa, según relatan desde el propio establecimiento en su página web.

"Al principio empezaron siendo encargos para eventos puntuales como cumpleaños o San José, pero poco a poco Rafa y Ana empezaron a crear su clientela asidua que todos los fines de semana iba a recoger su paella valenciana hecha a leña para llevar", añaden.

De esta manera, y gracias al boca a boca, su negoció empezó a ser conocido en Chiva y en todos los pueblos de la zona y todos los fines de semana todos los miembros de la familia participaban en la cocina.

El padre de los cuatro hermanos cocinando una paella

El padre de los cuatro hermanos cocinando una paella Las Bairetas

Los hijos más mayores (Rafa, Rodrigo y Marcos) empezaron ayudando a freír la carne y a estar pendientes de los minutos de cocción del arroz. El hermano pequeño, Pablo, era el encargado de ayudar a su madre en la caja.

Los cuatro hermanos decidieron encaminar sus carreras hacia la hostelería. Rafa estudió en la escuela de hostelería de Santa Pola y no tardó en convertirse en jefe de cocina de restaurantes como el Hotel Ignacio o la cafetería de El Corte Inglés.

Más tarde, Marcos siguió sus pasos y estudió en la escuela de hostelería de Castellón. Empezó su carrera trabajando para el Hotel Ignacio o el Restaurante El Pelegrí en Chiva.

Rodrigo, que era "más reacio a seguir la saga familiar", decidió estudiar Magisterio, pero "pronto se dio cuenta de que lo que verdaderamente le apasionaba eran los vinos, así que cambió de rumbo y volvió a redirigir su carrera hacía su pasión".

En 2007 y con Pablo en la Escuela de Hostelería de Cheste, pensaron en dar el gran salto y montar una arrocería a leña, Las Bairetas, combinando cocina más vanguardista con los arroces a leña que habían cocinado junto a sus padres toda la vida.