El turista es miedoso, pero olvida rápido si visita Europa
El sector turístico confía en el atractivo de la capital francesa y en la percepción de seguridad que transmite el Estado.
17 noviembre, 2015 06:09Noticias relacionadas
“El turista es miedoso pero, si los atentados no se convierten en algo crónico, vuelve enseguida porque tiene tendencia a olvidar de manera rápida”, argumenta Gildo Seisdedos, profesor del IE Business School, al explicar por qué las calles parisinas no se vaciarán de visitantes pese al impacto de los atentados. “España ha tenido el mismo problema durante décadas y no nos ha afectado”, recalca.
No hay un efecto alarma, al menos por el momento. Por ejemplo, las grandes aerolíneas, como Iberia, facilitaron cambios de vuelo para que quienes quisieran regresar de París a sus ciudades tras el atentado del viernes pudieran hacerlo antes de lo previsto. Sin embargo, según el sector, no ha habido una avalancha para cambiar vuelos y horarios. “Hay tranquilidad”.
Tampoco los grandes touroperadores han notado un cataclismo. “Aún es pronto para sacar conclusiones sobre el impacto en el turismo de los atentados de París”, explican desde Alemania a EL ESPAÑOL una de las grandes empresas del sector, Thomas Cook. “En cualquier caso, nuestra experiencia es que la gente no deja de viajar por el terrorismo porque son conscientes de que las catástrofes, de cualquier tipo, pasan en cualquier sitio”, indica.
El “halo” de encanto parisino
En este caso, París cuenta con dos ventajas. La primera, es un polo de atracción. “Esta ciudad tiene un efecto halo, porque todo el mundo sueña con ir en algún momento”, argumenta el catedrático de Esade, Josep F. Valls. La misma opinión comparte, el profesor del IESE, Luis María Huete. “Toda la clase media de los nuevos países emisores, como China, quieren ver el mundo y quieren ver París”.
Esta ciudad tiene un efecto halo, porque todo el mundo sueña con ir en algún momento
Su segunda ventaja, la seguridad. Pese a estos ataques, se percibe como un Estado donde la seguridad de sus ciudadanos (y de los turistas) es una prioridad. “Todas las ciudades europeas se perciben como seguras. Pasó en Madrid y pasó en Londres”, explica Huete.
Para Francia es fundamental que el turismo no se desplome. Es una de las bases de su economía. El pasado año recibió más de 83 millones de turistas y, según la Organización Mundial de Turismo, recibió uno de cada diez viajeros. De hecho, París es el primer destino del mundo, con 32 millones de visitantes.
En grandes cifras, el turismo aporta a la economía francesa casi el 9% de su PIB (más de 191.000 millones de euros) y da empleo a más de 2,7 millones de personas, según datos del World Travel & Tourism Council (WTTC). Antes de este atentado, la previsión del sector pasaba por crecer este año a un ritmo del 3%.
Problema con los Estados fallidos
Bien distinto es lo que sucede cuando los atentados suceden en países con gobiernos débiles o en los Estados fallidos. “Es lo que pasó en Túnez o en Egipto. Son países donde la seguridad es endeble que, además, basan gran parte de su oferta turística en el sol y playa y ahí hay muchas alternativas. Si no voy a ese país, voy a otro”, afirma Seisdedos.
“Son destinos vulnerables, en los que podemos hablar de un terrorismo económico porque tiene un efecto directo en su economía. La península del Sinaí, por ejemplo, ha desaparecido como destino”, añade el profesor del IE Business School.
En estos dos países del norte de África, “la caída de la demanda turística ha llegado a ser del 40% o el 50%, pero el efecto es aún mayor. ¿Cuántos turistas habrían recibido si no hubieran tenido atentados o problemas de seguridad”, se pregunta el profesor del IESE. “Los turistas piensan que si pasa algo tendrán problemas para salir, que la sanidad es débil y que, muchas veces, no te puedes fiar de la policía. Eso en París no pasa”, enumera Huete.
Plazos para la recuperación
A partir de ahora, París tratará de evocar sus atractivos para recuperar a los turistas que duden si viajan o no. ¿Cuánto tardarán en volver? “Hay un criterio establecido cuando hay atentados en grandes ciudades del mundo. En una primera fase se requieren seis meses para estabilizar la reducción del flujo turístico y ocho meses más para volver al punto de partida”, diferencia Josep Valls.
“Eso ocurrió en Estados Unidos con los atentados del 11 de septiembre, pero la impresión es que París volverá antes a situaciones anteriores. En mi opinión, no tardará más de 90 días en recuperarse”, asegura el catedrático de Esade. Madrid tardó menos. “En 70 u 80 días, levantó el vuelo”.
El WTTC es de la misma opinión, las grandes ciudades europeas renacen rápidamente. “En el caso de Madrid, las llegadas se recuperaron a los niveles anteriores a los atentados en unas semanas, en el caso de Londres no hubo ningún impacto en todo el Reino Unido”, explica un portavoz de la organización.
El turista, simplemente, olvida. “En dos o tres años, el turismo se olvida de si ha habido un atentado o una catástrofe natural. Es lo que pasó, por ejemplo, con el tsunami, la demanda ha vuelto a las playas del sudeste asiático”, indica el profesor de IESE.
En dos o tres años, el turismo se olvida de si ha habido un atentado o una catástrofe natural
“Es importante señalar que no puede compararse un acontecimiento con otro y que el incremento de las medidas de seguridad puede cambiar el comportamiento de quienes viajen ya sea por ocio o por trabajo”, indican desde el WTTC. Nadie duda que los ataques de París provocarán más controles.
“Estos ataques se han producido en pleno debate sobre la seguridad en Europa, fronteras y libertad de movimientos. Si lo ocurrido lleva a políticas más restrictivas, eso puede tener un impacto significativo en el turismo a ciudades europeas”, auguran desde la organización turística con sede en Londres.