Castilla-La Mancha es la tercera comunidad autónoma más extensa de España. Por sus tierras han pasado diversos viajeros y culturas a lo largo de la historia, aunque es mundialmente conocida gracias a la mano de Miguel de Cervantes, escritor que dio vida a Don Quijote en los escenarios manchegos y, sobre todo, entre sus molinos de viento.
Más allá de ello, las tierras manchegas cuentan con muchos más lugares sorprendentes y dignos de una reposada visita. También es una comunidad conocida por contar con dos ciudades declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad, como son Toledo y Cuenca, que cuentan con una gran riqueza histórica y artística. A continuación, se detallan algunos de los escenarios manchegos con encanto.
Molinos de Campo de Criptana y Consuegra
Una de las estampas manchegas más características son sus molinos de viento, “los gigantes” en las páginas de El Quijote. Los diez molinos de viento de Campo de Criptana (Ciudad Real) asentados sobre un cerro se han descrito como monumentos vivos del pasado industrial de la zona, así como los doce que se encuentran en el cerro Calderico de Consuegra (Toledo).
En varios de estos molinos, además de poder ver la maquinaria original del siglo XVI, se encuentran diferentes museos, como el de la labranza, de la pintura o del poeta Vicente Huidobro.
Los Chorros del río Mundo
El río Mundo, afluente del Segura, sorprende por tener un nacimiento tan singular como espectacular. En medio de un circo de piedra cortado a pico se localiza una gruta de unos 25 metros de diámetro que lanza al vacío el agua. 82 metros más abajo, el agua se estrella contra las rocas y recrea un fantástico escenario de cascadas y pozas. Se trata de los Chorros del río Mundo (Albacete), uno de los lugares que rompe con el tópico de los horizontes platos y las llanuras de Castilla-La Mancha.
Hoces del río Cabriel
Este escenario se trata de otro de los lugares naturales que sorprenden en la comunidad, ubicado en las provincias de Cuenca y Albacete. El Cuchillar y las Hoces del Cabriel están protegidos por la distinción de reserva natural, pero este río protagoniza otros bonitos y recomendados lugares, como las riberas de sus afluentes, el río Laguna y el arroyo de Tejadillos, y la zona de la laguna de Marquesado. Suponen fantásticos escenarios para disfrutar de un día de tranquilidad y naturaleza, alejados del bullicio de la ciudad.
Sigüenza
Sigüenza (Guadalajara) es uno de los pueblos con aire medieval que se puede encontrar en La Mancha. Su gran patrimonio monumental va desde el Castillo, que hoy funciona como un parador de turismo, a la Catedral de Santa María de Sigüenza, con su famosa torre del Gallo y sus dos torres exteriores que la dotan de cierto aspecto militar defensivo.
Dar un paseo por sus calles para descubrir los pequeños rincones con aires especiales es una actividad esencial, no solo para conocer los pequeños detalles de su entramado, sino también para disfrutar de su buena gastronomía, con platos típicos como la sopa castellana, las migas con chorizo o los torreznos.
Brihuega y Pastrana
Brihuega (Guadalajara) es una coqueta y monumental localidad y es una de las referencias de La Alcarria. Su elemento más característico es el castillo de la Peña Bermeja, visible desde casi todos los puntos de la localidad. Aunque su popularidad llega también gracias a su plano subterráneo, rodeado por múltiples leyendas: imaginarios pasadizos militares, conexiones secretas entre el castillo y los palacios…
Lo más realista sobre estos trazados bajo tierra es que nacieron para conservar los vinos y la comida en un lugar seco y seguro. En definitiva, Brihuega es un fantástico lugar para disfrutar de la vida rural en un paraje con gran valor monumental.
También en Guadalajara resalta Pastrana, una villa monumental situada también en La Alcarria que debe su nombre a los duques de Pastrana, los señores feudales que durante siglos hicieron de esta localidad un lugar donde tratar asuntos de estado.
El Parque Nacional de Cabañeros
En este territorio situado en Ciudad Real y Toledo de gran valor ecológico se combina la montaña con la llanura cerealista típica de Castilla-La Mancha. Un buen lugar para comenzar la visita es el Centro de Interpretación de Casa de Palillos, en la carretera que une Pueblonuevo del Bullaque con Santa Quiteria. Pero son muchos más los lugares que en este parque nacional se pueden visitar, haciendo rutas de senderismo o montañismo en medio de una exuberante vida natural.
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