El paraíso en Riviera Maya tiene nombre: cenotes, ruinas milenarias... y un Grand Palladium

El paraíso está a tan solo nueve horas de Madrid. Con playas inmaculadas de arena blanca, aguas cristalinas y un clima tropical quizá excesivamente húmedo, este oasis de paz esconde una historia milenaria con una cultura todavía vigente que se deja notar en sus maravillas arqueológicas y su insuperable gastronomía local.

Hablamos de la Riviera Maya, ubicada en la costa caribeña de México, un destino que ha experimentado un boom en los últimos años como una de las zonas más populares del país con un modelo ya consolidado: el todo incluido, o, lo que conocemos como turismo de pulsera. Una experiencia de lujo sin preocupaciones con acceso ilimitado a comida y bebida.

Entre esos resorts, distribuidos a lo largo de la península de Yucatán en el estado de Quintana Roo, EL ESPAÑOL visita el Grand Palladium Kantenah Resort & Spa, una joya de confort de cinco estrellas donde la palabra estrés está prohibida. Todo ello por el módico precio de unos 2.500 euros la semana por persona.

Ubicado en un entorno natural impresionante, el Kantenah forma parte de un complejo hotelero que integra también otros dos Grand Palladium (el Colonial y el White Sand), además del TRS Yucatan. En total, ocupa un espacio de 122 hectáreas, o lo que es lo mismo, más de 170 campos de fútbol. 

Family Selection

Con el Kantenah, la empresa propiedad de Abel Matutes refuerza su apuesta por el Family Selection, una renovada zona diseñada especialmente para familias, como su propio nombre indica. Pensada para los más pequeños, incluye piscinas con toboganes; otra más tranquila con una cantante que interpreta los mejores hits de Disney; minigolf; una zona de juegos equipada con una bolera, ping pong y hasta una mesa de air hockey de estilo noventero.  

Si, por el contrario, lo que buscas es huir del ruido, la mejor opción es el TRS Yucatan, enfocado a un público solo para adultos que quieren una experiencia más íntima.

En esa búsqueda de tranquilidad destaca el Zentropia Palladium Spa & Wellness, un oasis de calma perfecto para relajarse y sentirse algo más rejuvenecido. Ahí podrás disfrutar de su sauna, el baño turco y una extensa zona de hidroterapia, con piscinas de contraste térmico y cuellos de cisne. Y como colofón final, un masaje. Eso sí, ten en cuenta que no está incluido y cuesta alrededor de unos 150 euros.

Cenote Pit.

El complejo hotelero también sobresale por sus espectáculos nocturnos, como el Bravo Dinner Show y el Chic Cabaret, con cenas gourmet y actuaciones en vivo con música y bailes. En cuanto a su gastronomía, el hotel cuenta con más de 10 restaurantes y bares con cocina internacional y especialidades locales. Destacan The Nest (para desayunar) y Helios Beach Club para almorzar, ubicado junto a la playa.

'Secret adult pool'

Para disfrutar del sol caribeño, las mejores opciones son la piscina Infinity Pool, que ofrece impresionantes vistas al océano; pero también Las Rocas, una piscina de agua salada situada frente al mar. Y, si quieres huir del gentío, la secret adult pool es la elección perfecta, con un ambiente más privado. De hecho, mientras las dos primeras están a rebosar, en la piscina secreta siempre sobran tumbonas y sombrillas. Pero ten en cuenta que para dar con esta zona, algo escondida, tendrás que tirar de Google Maps, ya que está algo oculta entre los jardines tropicales llenos de palmeras y vegetación exótica.

En cualquier caso, todos estos hoteles están conectados por unos carritos de golf que facilitan el transporte entre las diferentes instalaciones. Eso sí, ármate de paciencia porque a veces toca esperar y se llega más rápido andando, aunque prepárate porque por el camino podrás toparte con iguanas, coatíes y agutíes, un roedor típico del Caribe. 

No solo Kantenah

Más allá de las comodidades del resort, la Riviera Maya ofrece una amplia gama de actividades y lugares por descubrir. La región es famosa por sus cenotes, pozos naturales de agua turquesa formados por la erosión de la piedra caliza. Si eres un buzo avanzado, prueba a sumergirte en Pit y Dos Ojos, a unos 25 minutos del hotel. El primero es uno de los más profundos del mundo y el segundo, conectado por dos cuevas, te permite nadar entre estalagtitas y estalagmitas y otras figuras geológicas... hasta encontrarte con una muñeca Barbie mordida por un cocodrilo de plástico.

Muñeca 'Barbie' mordida por un cocodrilo de plástico en el cenote Dos Ojos. I.Z.

Un plan menos refrescante para los amantes de la historia y la cultura pasa por visitar las ruinas de Ek Balam, quizá menos conocidas que las de Tulum o Chichén Itzá, pero igualmente fascinantes para conocer la civilización maya. Situadas en medio de la selva, la vista desde la cima de la pirámide principal ofrece una panorámica inigualable.