Bulgaria: ciudades con historia, cultura y hermosos paisajes y aguas termales
Sofía y Varna, dos ciudades con mucha historia que tienen emblemáticos monumentos y muchos lugares que visitar.
Bulgaria situada al sur del mar Negro. Está formado por un conjunto de altas montañas entre las que destaca Rila, el pico más alto de los Balcanes. Mientras la zona norte con la llanura del Danubio y la llanura Tracia al sur, son las regiones más fértiles del país.
Sofía es su capital que forma un conglomerado de monumentos que beben de los diferentes estilos arquitectónicos que han fluido por Europa: neobarroco, neo-rococó, neo renacimiento y neoclasicismo. Pese a sus grandes dimensiones, los lugares de interés están concentrados en el centro de la ciudad: la plaza Sveta Nedelya, que actúa como centro neurálgico y la iglesia subterránea Sveta Petka Samardjilska, construida de este modo ya que durante la ocupación otomana no se permitían que las iglesias vieran la luz. Pasear por el Bulevar María Luisa es imprescindible para poder contemplar el ambiente de auténtica ciudad búlgara. La mezquita Banya Bashi y los jardines Mineral Bath son otros puntos de interés, como también lo son el mercado Hali -con sus famosos helados de forma triangular-, la Sinagoga Sofía, la calle Stefan Stambolov repleto de ventas de flores, el Palacio Real, la presidencia, la iglesia de San Jorge o la de Aleksander Nevski o dos interesantes museos, el de Historia Natural y el militar de la ciudad.
Mientras viajamos por las calles de Sofía, podemos encontrarnos con multitud de puestos que venden antigüedades, artículos filatélicos, o ropa militar rusa, búlgara y turca. Los productos más característicos son los artículos de cuero, tapices.
Varna es la tercera ciudad más grande de Bulgaria y también uno de los principales destinos turísticos del país balcánico. Se encuentra a 469 kilómetros al noreste de la capital, Sofía, y es considerada como la capital marina de Bulgaria por su importancia cultural y económica. A lo largo de su historia han pasado numerosos pueblos por ella, que poco a poco la han ido convirtiendo en un centro comercial del mar Negro. Son múltiples los atractivos, actividades y servicios que atraen al turismo a esta ciudad búlgara, tanto aquellos que buscan conocer su ferviente historia desde su fundación en el siglo VI a. C. como para los que buscan descansar y relajarse en sus playas de fine arena o en los varios balnearios que se encuentran en la ciudad.
El edificio más representativo de Varna es la catedral de la Asunción, que mandó construir el príncipe Alejandro de Battenberg en 1880 en honor a la emperatriz María Alexandrovna de Rusia, y de ahí, su estilo ruso. Sus cúpulas de cobre son uno de sus rasgos más llamativos y representativos y por su importancia ha sido declarada Monumento Nacional. Otro de los símbolos de Varna es la Torre del Reloj, del siglo XVII y con 24 metros de altura que en la antigüedad solía ser usada por los bomberos como torre de vigilancia. Detrás de la catedral se encuentra el Mercado de Flores, que llena el ambiente de un seductor aroma y de una amplia gama de colores. En la Plaza de la Independencia, enfrente de la catedral y al extremo opuesto del mercado, se encuentra una zona ajardinada que acoge a artistas independientes que muestran sus obras, además de dos de los espacios culturales más importantes de la ciudad: el Teatro Dramático y la ópera de Varna, donde se puede disfrutar de fantásticos espectáculos y representaciones.
Otro templo religioso que sobresale es la Iglesia Ortodoxa de la Virgen María, construida en 1602. Se trata de una iglesia de madera oscura muy adornada con símbolos ortodoxos e icónicos. Además, la Iglesia de San Nicolás, de 1865, es una de las iglesias más bellas en su interior y es a la que acuden los marineros para pedir protección a su patrón.
Sin lugar a dudas, uno de los monumentos más importantes de la ciudad son las termas romanas. De la época de dominio romano han quedado las ruinas de las enormes termas que datan del siglo II d. C. Con sus 7.000 metros cuadrados son las más grandes de los Balcanes y las cuartas más grandes del mundo.
El Jardín Marítimo, en la misma playa de Varna, es el mayor parque de la ciudad. Su construcción data de 1878 y dentro de él se puede encontrar al Museo Naval, el Museo de Historia Natural, el Acuario dotado de una gran exposición de peces tropicales del mar Negro, el Observatorio Astronómico y el Planetario. Es uno de los lugares con mayor diversidad para poder aprender sobre la ciudad.
Varna también cuenta con el lago más profundo de la costa del mar Negro, formado en la desembocadura del río Provadiya. Este lago se separa del mar a través de una larga columna de arena y esto lo convierte en uno de los lugares más frecuentados por los turistas dada la gran belleza de las vistas que se ofrecen.
A unos 14 kilómetros al norte de Varna se encuentra el monasterio rupestre de Aladzha, situado en el parque natural Zlatni Piasatsi, un área protegida. Este edificio religioso sorprende porque no se sabe con exactitud cómo fue construido, pero se calcula que ya existía en los siglos X y XII: está excavado en un acantilado de piedra caliza de casi 40 metros de altura y cuenta con dos niveles. Otro elemento que destaca en este conjunto arquitectónico son las catacumbas, que al parecer datan de mucho antes que el monasterio ya que se calcula que estaban habitadas en la época paleocristiana de los siglos V y VI.
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