Todavía se ve la realidad virtual como algo futurista. La cantidad de juegos disponibles y el hecho de que en el último trimestre se hayan vendido un millón de dispositivos VR muestra que su uso no es sólo algo que está por llegar, sino que en la actualidad ya es una tendencia entre los usuarios. En todo caso, esta tecnología ha introducido mecánicas que dejan intuir géneros nuevos que se complementarían a los actuales con personalidad propia.
Un informe de Canalys publicado el pasado lunes destacaba a PlayStation VR como el líder de ventas en este trimestre, habiendo vendido casi la mitad del total de cascos de realidad virtual comercializados. Las gafas de la compañía nipona cumplían un año en el mercado el pasado octubre y lo hacían en un gran estado de forma.
Durante este tiempo han ido alimentándose de juegos con exclusivos y otros adaptados. El último ejemplo de esto último se lanza este mismo viernes 30 de noviembre: Doom VFR permitirá matar demonios de la manera más inmersiva posible.
Juegos de renombre
Bethesda ya mostró su polivalencia y buen hacer el pasado día 17 con otro juego que pasaba por el filtro de las gafas con The Elder Scrolls V: Skyrim VR. El juego, que ha conseguido sobrevivir a toda una generación de consolas, diseñó un sistema de movimiento para explorar uno de los mundos más grandes y vistosos del sector. El jugador puede elegir entre moverse libremente o teletransportarse con pequeños saltos, algo que evita los posibles mareos. Ese sistema es también utilizado en Doom.
Estos juegos de renombre, unidos a otros que permiten jugar en VR como Resident Evil 7: Biohazard o Gran Turismo Sport muestran el apoyo propio y de otras compañías al accesorio, que queda lejos de ser una moda o una pijada, como acabaron siendo los juegos para televisores 3D. Esa era la principal duda que surgió cuando se presentó PlayStation VR y que ha resuelto a base de títulos.
Y más allá de juegos archiconocidos con versión para realidad virtual, hay títulos hechos directamente para disfrutarlos con ella y que muestran su potencial con más claridad. Farpoint y Starblood Arena son ejemplos de ello pero algunos juegos salieron incluso a tiempo de celebrar el lanzamiento de las gafas: Batman Arkham VR cumplía el sueño de muchos, que se sintieron el Caballero Oscuro durante un juego que dejaba grandes momentos con la firma de Rocksteady.
El primer Star Wars: Battlefront tenía una experiencia de 15 minutos de duración, Rogue One X-Wing VR, que hace vivir al jugador una batalla propia de la mítica saga de cine como si hubiese sido un piloto estelar toda su vida. En una dirección parecida se han movido, con sus respectivas franquicias, los universos de Spider-Man: Homecoming y Stranger Things, que contará con una experiencia propia.
Until Dawn: Rush of Blood aprovechaba el terror de su hermano mayor. El juego, basado en una mecánica de disparos sobre raíles, demostraba que no es lo mismo ver en una pantalla cómo un fantasma intenta atacarte, que creer verlo con los propios ojos.
Precisamente el género de miedo ha encontrado una mina de oro en la realidad virtual. La inmersión y la potenciación de las sensaciones que se viven al jugar en realidad virtual son carne de cañón para hacer sentir auténtico pavor.
El futuro más cercano pasa, de hecho, por este género. The Inpatient, precuela de Until Dawn, es el más esperado. El juego, que se lanza el 24 de enero, pondrá al jugador en la piel de un hombre encerrado en un psiquiátrico. Hacer sentir (y esto la realidad virtual lo hace mejor que nadie) al usuario como un loco es algo tan perturbador como atractivo. Más si se combina con esos elementos de miedo ya característicos de Supermassive Games.
El pasado Halloween PlayStation organizó en Madrid su presentación, con una ambientación que recreaba lo que transmite el juego una vez puestas las gafas: un entorno que da mal rollo y unos personajes que no parecen muy de fiar. Explorar estos escenarios y hablar con los compañeros de celda, la enfermera o el doctor oscurecen un ambiente que está intensificado al apreciarlo en realidad virtual.
Cantera española
A nivel nacional también se ha visto el filón de este género. Intruders: Hide and Seek, ganador de los Premios PlayStation Talents 2016, explora cómo es la reacción de un niño ante el secuestro de su familia en su propia casa. La cantera de los estudios españoles tiene otro ejemplo de ello en Mindtaker, un juego que propone la resolución de un crimen e una terrorífica mansión.
PlayStation Talents cuenta además con CoolPaintr VR, para explotar la creatividad de los jugadores y Flipy’s Tesla! Inventemos el futuro, en el que aprender de ciencia, en un título presentado por este personaje televisivo. Se tata de una aventura gráfica, otro género que puede explotar la realidad virtual.
No sería descabellado que especialistas en esta clase de juegos como Telltale Games anunciasen algún desarrollo dedicado. Las PlayStation VR y sus competidoras han demostrado saber adaptarse a la acción pero con juegos más contemplativos son capaces de añadir elementos propios que los distingan del resto.
Incluso son capaces de sacar el máximo partido de juegos para un público habitualmente menor: Monster of the Deep: Final Fantasy XV ha sorprendido a los que esperaban un simple juego de pesca con mecánicas que lo convierten en algo más que un anzuelo al llevar el nombre de la franquicia.
La mayoría de los juegos de PlayStation VR se disfrutan más con los mandos Move, que suponen un coste adicional al ya elevado precio de las gafas. Incluso aunque ahora se incluya la cámara con el pack. No es caro comparado con sus competidoras, pero sigue necesitando de mucha valoración por parte del usuario a la hora de pasar por caja.
La sensación de mareo que puede dejar algún juego, dependiendo de cada título y de la sensibilidad de cada persona, es otra baza en su contra. Muchos de los títulos permiten configurar distintos parámetros para adaptarse a la comodidad de cada uno y evitar estos problemas.
En cualquier caso, PlayStation ha demostrado en el último año que hay espacio para la innovación en formatos como la realidad virtual y PlayLink, la gama de títulos que se juegan con el móvil. Y todavía queda mucho que descubrir en este formato que va en aumento. “¿Has probado la realidad virtual?” es una pregunta recurrente y la respuesta cada vez más mayoritaria es afirmativa. Claro que no es la misma sensación probarla que disfrutar de ella en el hogar, en el que tener un parque de atracciones propio.