¿Se puede prohibir la entrada a de niños a hoteles y restaurantes? El abogado responde
El experto en Derecho explica cuáles son las opciones de las familias ante los establecimientos, como hoteles y restaurantes, que prohiben la entrada a los niños.
8 mayo, 2023 01:49Cuando planificamos un viaje en familia, nos encontramos cada vez con mayor frecuencia, hoteles y restaurantes que presentan limitaciones e incluso prohibiciones, a la entrada de niños. Son los conocidos 'Hoteles sólo para adultos' o en su traducción inglesa: 'adults only' que prohíben la entrada a los más pequeños.
[Un destino para disfrutar de preciosas playas, arrecifes de coral y selvas tropicales: Fiji]
Lo mismo ocurre a la hora de salir en cenar en familia. En España, existe una tendencia en alza que apunta al auge de los hoteles y restaurantes de este tipo. ¿Y cuál puede ser el motivo? Los beneficios económicos.
Los propietarios y cadenas ofrecen cada vez más establecimientos 'sólo para adultos' para garantizarles la 'tranquilidad y desconexión' que los hoteles con huéspedes infantiles quizás no pueden garantizar. Suele tratarse de decisiones comerciales que han desatado la polémica. Existe un problema, pero la solución no es fácil.
Prohibido a niños
Se trata de hoteles que no están orientados a actividades 'para adultos', sino establecimientos normales que, simplemente no permiten la entrada a menores. Lo mismo ocurre con los restaurantes.
Ante esta situación, y en el propio establecimiento en persona con nuestra familia, podríamos plantearnos la interposición de una denuncia.
A la hora de realizarla, podríamos basarnos en la discriminación. Pero, ¿es legal prohibir la entrada a menores en hoteles y restaurantes? La respuesta es fácil, pero el procedimiento es complejo.
La base legal es muy clara: si nos presentamos en un hotel con nuestro hijo menor y no nos dejan entrar, habría base para articular un procedimiento judicial.
Y ello se debe a que estaríamos ante un caso de discriminación, ya que sería lo mismo que prohibir la entrada a una persona por causa de su religión, raza, género, orientación sexual, etc. De hecho, en España no es legal prohibir la entrada a menores bajo la excusa del derecho de admisión.
Pero tiene matices, ya que es un 'tema discutido jurídicamente'. La clave radica en que no hay ninguna normativa específica que regule la legalidad de este tipo de alojamientos, y tampoco hay jurisprudencia que se pronuncie sobre esto. No está penalizado en España que estos establecimientos limiten el acceso a los menores.
Derecho de admisión
Algunos de los establecimientos que establecen esta prohibición alegan el 'derecho de admisión' para no dejar pasar a menores.
Con carácter general, este derecho sirve para limitar el acceso a un establecimiento de personas violentas, molestas o que alteren la paz, pero no se utiliza para prohibir, por molesto o alteración el acceso de una persona por su edad, y utilizar así el derecho de admisión para restringir el acceso de manera arbitraria y/o discriminatoria.
Es por ello, por lo que este 'derecho de admisión' no es un derecho universal y absoluto que permita al empresario prohibir el acceso a quién él estime. El derecho está regulado, por lo que el empresario no tiene una libertad ilimitada para establecer determinados criterios que permitan la entrada o el rechazo de determinados clientes.
Los criterios que restrinjan el acceso han de basarse en un elemento de no discriminación, entre los que encontramos la raza, la religión, el sexo o la edad.
En definitiva, ningún establecimiento puede prohibir la entrada a menores de edad, pero sí son libres de ofrecer los servicios que consideren oportunos y, si dichos servicios no satisfacen a familias con hijos, no asumir responsabilidad por ello.
Se trata de la adopción de una determinada política comercial, que busca un cliente determinado. Y cada uno de nosotros, libremente, elegirá el acceder –o no- al mismo, pero (reiteramos) la prohibición expresa de acceso a menores puede ser susceptible de reclamación.
**Manuel Martínez Mercado es abogado y Doctor en Derecho.