'Hygge', el sencillo secreto de los daneses para alcanzar la felicidad

Corre el rumor de que el país de los palacios, el tívoli y la Sirenita es uno de los más alegres del mundo. En realidad no es solo un rumor, la propia Organización de Naciones Unidas lo confirma en el ranking que elabora cada año para destacar los rincones en los que más se sonríe.

A los daneses, solo por debajo de Finlandia, les caracteriza una jovialidad que guarda relación con su estilo de vida, y con un término que resume muy bien el secreto de su bienestar: lo llaman hygge.

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Esta palabra —pronunciada como 'hu-ga'— tiene un significado parecido al de bienestar o comodidad. En los últimos años, se ha hecho tan popular que ha servido como título de numerosos libros y estudios que reivindican la felicidad de las pequeñas cosas, de los placeres sencillos con los que cualquiera puede vivir a la manera danesa, sin importar donde se encuentre. 

La imagen que se tiene de España en el exterior es la de uno de esos países en la que todo es festividad y buen clima. Sin embargo, lo cierto es que no estamos ni siquiera cerca de rozar el podio en el que se mantiene, desde hace años, la población del país escandinavo.

Las altas temperaturas no siempre se traducen en una mejora del humor, igual que tampoco lo hace la situación a la inversa. A pesar del frío, los daneses destacan por saber disfrutar más de la vida que el resto de las personas. ¿Cómo lo logran?

Para poner en práctica su secreto es fundamental empezar con un cambio en nuestra conducta. Eso implica echar el freno, tomar las cosas con más calma y recordarnos de vez en cuando que hacemos las cosas —como trabajar— para vivir y no al revés.  

Con esto, podemos decir que El hygge consiste en saber dedicarse el tiempo suficiente a uno mismo y disfrutar de los momentos de desconexión. El ritmo laboral danés es ajetreado, y a él se suman otras responsabilidades familiares y obligaciones en casa que reducen el tiempo dedicado al ocio. 

Precisamente por esto último, los daneses dan mucha importancia a la distribución de los muebles y espacios del hogar. Según los escandinavos, la casa es el lugar en el que reside la verdadera fuerza de su filosofía de vida.

La importancia de sentirse como en casa

Desde VIVIR proporcionamos algunos tips con los que tú también podrás imitar el estilo danés creando una atmósfera acogedora en el hogar.

Si empezamos por la iluminación, es importante apostar por luces suaves y naturales. Aquí añadir velas también es fundamental: a ellos les encantan por sus olores dulces y las prefieren en color blanco.

En realidad tiene bastante sentido, si tenemos en cuenta que este color se asocia a la armonía y el equilibrio, por lo que encender una vela puede ser muy útil para transmitir calma y purificar el ambiente. Los blancos también se extienden, en cualquier caso, a paredes y cortinas, para crear una sensación de amplitud. 

Por último, todas las casas deben tener un rincón en el que desconectar. Para los daneses, esté suele encontrarse alrededor de la chimenea. En nuestro hogar podría situarse en esa gran mesa de comedor en la que podemos reunirnos con nuestros amigos o el porche de nuestra casa.

La decoración también es esencial para poder transmitir esa felicidad desde el momento en que nuestros invitados entran por la puerta. Algunos de los must preferidos para lograrlo incluyen desde una bonita vajilla o un juego de té de porcelana a elementos de estilo rústico, cojines, etcétera.

Además de al ámbito del hogar, el hygge puede (y debería) formar parte de todo lo que hacemos en nuestro día a día. Si has llegado hasta aquí es porque tú también quieres un cambio en tu vida. A los daneses les funciona, así que quizás esta sea la señal que necesitabas para empezar a leer ese libro que tanto te llama la atención o reunirte de nuevo con tus amigos de la infancia.