Sol, mar y paz. Así se podría (parcialmente) resumir el espíritu mediterráneo, inspirador tanto en el ámbito de la moda como de la belleza o del estilo de vida. ¿Pero cómo recrearlo en nuestra casa?
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Los colores claros son básicos. "Utilizar colores claros y luminosos son la clave para conseguir una decoración mediterránea. El blanco, el beige, el azul celeste y el verde oliva, son colores que reflejan la luz natural y crean un ambiente fresco y relajante. También puedes jugar con las vistas y llevar el encanto del exterior al interior, al combinar los colores que ves afuera con tu decoración.
Los tonos azulados, tanto en el mobiliario como en los elementos decorativos, son la clave para que una estancia transmita calma, frescura y armonía consiguiendo transmitir la paz del Mediterráneo en los espacios", explican los expertos de Actiu.
Además, "el empleo de materiales relacionados con nuestro territorio, aportan a nuestros espacios calidez y textura, conectando con la naturaleza y el entorno mediterráneo. También podemos conseguir este toque orgánico con productos reciclados, y a su vez contribuimos a un enfoque más sostenible y respetuoso con el medioambiente, brindando un doble beneficio tanto estético como ecológico".
Finalmente, "en el encanto de la decoración mediterránea, la claridad y la sencillez se convierten en protagonistas. En este estilo, se valora enormemente la funcionalidad, evitando cualquier exceso innecesario. La idea es crear espacios despejados, donde cada elemento cumpla una función específica y resalte por su belleza natural", concluyen los expertos, destacando su colección "Tubbe".