El masivo desarrollo renovable será posible si va acompañado de tecnologías de respaldo para dar seguridad de suministro. Y la tecnología y la digitalización serán las claves del éxito del mix energético del futuro, junto con las baterías.

Son las principales conclusiones de la conversación mantenida con Agustín Delgado, director de Innovación y Sostenibilidad de Iberdrola en el  durante su participación en Wake Up, Spain!, evento organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I en colaboración con EY, Oesia, Microsoft y EMT de Madrid

"Es cierto que las energías renovables son intermitentes, pero también son variadas. La combinación de la éolica, fotovoltaica e hidrdáulica, nos da un perfil que nos permite en España avanzar con cierta fiabilidad cuál va a ser la generación diaria", explica Delgado.

"El 70% de la energía eólica en España se produce cuando no genera la energía solar. Pero necesitamos almacenaeminto, y gracias a que nuestro país es bastante montañoso, tenemos una alta capacidad de bombeo hidráulico". 

Sin embargo, esa es solo la primera opción. "No será suficiente porque las renovables seguirán creciendo. Así que hay que gestionar la demanda, que los consumos se produzcan cuando haya generación, y eso será posible gracias a la digitalización".

Una tercera alternativa de almacenamiento son las baterías. "Todo ello junto con la innovación y la digitalización serán las claves de la transición enerética".

Necesidad de suministro

"El sistema energético mundial consume un 80% de combustibles fósiles, y solo un 20% de electricidad, que en gran medida se produce con fósiles también".

Pero, con el foco en España, Delgado recuerda "aunque en 2030 el objetivo para la generación eléctrica es que más del 70% sea renovable, nos queda otros sectores como el del transporte, el de la climatización o la industria".

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Hay procesos de baja temperatura que ya pueden ser descarbonizado, pero todavía queda mucho recorrido. "No es la transformación del sistema eléctrico sino de todo el sistema energético".

Comunidades solares

"Cuando hablamos de comunidades solares, supone que ya no se apuesta por grandes plantas que producen en determinados territorios para todo el país, sino de producción local que beneficia a su entorno y a los consumidores cercanos". 

Y junto a ellas, es necesario desarrollar las redes de distribución. "Y para ello, hay que apostar por la inteligencia artificial y la tecnología para gestionar la energía y de esa forma optimizar los flujos". 

Con ello, "se produce una mejor calidad del servicio, aislar el problema y reducir el número de clientes que estaban afectados. Y se puede hacer ahora gracias a la digitalización".