Los otros parricidios que sacudieron Elche: dos asesinatos de familias sin ninguna explicación
La ciudad retiene en la memoria dos casos en los que una madre mató sus dos bebés neonatos, y en el que un padre acabó con su mujer e hijos.
13 febrero, 2022 11:36Noticias relacionadas
El crimen que el pasado viernes conmocionó a Elche, con un menor de 15 años detenido por presuntamente asesinar a sus padres y a su hermano de 10, no resulta ajeno a la ciudad, la segunda más poblada de la comunidad valenciana. El municipio tiene al menos otros dos parricidios grabados en la memoria reciente, los dos por progenitores que decidieron acabar con la vida de sus hijos y, en el segundo caso, también de su mujer.
El primero tiene, además, una sentencia muy reciente. El pasado 15 de enero la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante condenó a 40 años de prisión a una mujer por el asesinato de sus dos bebés neonatos en enero de 2020. Había dado a luz en el cuarto de baño de su vivienda, en Elche, sin avisar a nadie de que estaba embarazada. Ni siquiera a sus padres, con los que convivía.
El jurado popular consideró que Sandra M. N. dio a luz a un bebé y, "con la intención de acabar con su vida, o al menos representándose la posibilidad de que esto ocurriera y asumiendo dicho resultado, lo introdujo inmediatamente en una bolsa de plástico", según se explicaba en la resolución judicial.
Los exámenes periciales descartaron que la acusada tuviese algún tipo de trastorno en el momento de los hechos, por lo que era perfectamente consciente de lo que estaba haciendo y del alcance de sus actos. Por ello se le aplicó la pena completa por dos delitos de asesinato, con el agravante de parentesco.
"El pecado me alcanzó"
El segundo caso tiene casi dos décadas, pero provocó una gran conmoción en Elche por los detalles truculentos que lo rodean. Los hechos ocurrieron en la madrugada del 13 de abril de 2005 cuando J.M.M. acudió a su casa con un vehículo de la empresa en la que trabajaba tras haber consumido, al parecer, alcohol y un gramo de cocaína.
A continuación, subió a la vivienda con una maza y se dirigió a la habitación de matrimonio en la que se encontraban durmiendo su mujer y su hijo mayor (6 años), en la cama, y el pequeño (2 años), en una cuna, y les golpeó hasta causarles la muerte.
Después lavó la maza en la ducha del baño, comprobó que su ropa no estaba "excesivamente manchada", se perfumó con colonia y fue al encuentro de dos compañeros que le esperaban en las proximidades del domicilio y quienes desconocían lo ocurrido.
A continuación, los tres se dirigieron a un club de alterne, donde el acusado mantuvo relaciones sexuales. Después hizo varios desplazamientos por el municipio hasta llegar a la pedanía ilicitana de Torrellano, donde fue identificado y detenido por la Policía cuando iba a comprarse unos zapatos en una tienda.
En el juicio el procesado aseguró que no se acordaba de nada, reconoció haber consumido drogas y afirmó que cuando mezclaba cocaína y alcohol se volvía "loco". También aseguró en el juicio que su crimen no tenía "justificación", y que "el pecado me alcanzó".
En este caso los psiquiatras del Instituto de Medicina Legal de Alicante afirmaron también que el parricida "cometió los crímenes con consciencia, en un hecho planificado y con intencionalidad", por lo que se le aplicó la pena máxima solicitada por Fiscalía: 20 años de prisión por cada una de sus víctimas.