Dos ejemplares de foca monje.

Dos ejemplares de foca monje. CBD-Hábitat

Alicante

¿Cuántas cuevas del "Llop Marí" hay en Alicante y cuándo dejó de nadar la foca monje en el Mediterráneo español?

Tabarca, El Campello, Torrevieja o Xàbia cuentan con calas, cuevas y leyendas dedicadas a la foca que despareció de las costas del Levante a mediados del siglo XX.

22 junio, 2024 13:00
Alicante

La Phocidae Monachus o foca monje es según el Ministerio para la Transición Ecológica "el único representante europeo del género" monachus" con "diferencias morfológicas entre las focas monje del Atlántico y del Mediterráneo occidental, así como diferencias genéticas entre las poblaciones actuales del Mediterráneo oriental y el Atlántico (Mauritania). En Alicante, sin embargo, el nombre tradicional de este mamífero pinnípedo es el de "llop marí" o lobo de mar.

Se trata de un animal que históricamente se distribuía a lo largo de las costas del Mediterráneo y el Mar Negro; y por el Atlántico, a lo largo de la costa africana, desde el Estrecho de Gibraltar hasta Mauritania, y en la península Ibérica hasta el mar Cantábrico por el norte, sugiere este estudio de la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental.

Pero, pese a que "localmente era abundante, al menos en Baleares, sureste peninsular y Canarias orientales", su presencia fue "disminuyendo dramáticamente a lo largo del siglo XX, hasta extinguirse hacia mediados del siglo de las costas mediterráneas y de Canarias, quedando sólo en las islas Chafarinas (Melilla)".

La foca monje vive en zonas marinas costeras, generalmente protegidas por acantilados para evitar el ataque a sus crías de depredadores terrestres o en el interior de cuevas costeras con acceso al mar. Y por esta razón, en la provincia de Alicante la tradición reconoce tres cuevas del "llop marí" situadas en la isla de Tabarca, El Campello y Xàbia. 

Cova del Llop Marí de Tabarca.

Cova del Llop Marí de Tabarca. Enrique Íñiguez Rodríguez

La Cova del Llop Marí de Tabarca, es visitable nadando o con embarcaciones de pequeño calado cuando no hay mucho oleaje. Está situada en la isla principal, en su lado sur, y tradicionalmente ha sido denominada así por los pescadores de la isla por albergar familias de focas monje.

También al norte de El Campello se encuentran la cala y la cueva del "Llop Marí". La Cala se sitúa en la zona de Pueblo Español, entre las playas de la Almadrava y Amerador. De arena gruesa, sus acantilados cuentan con numerosas cavidades.

Cala del Llop Marí de El Campello.

Cala del Llop Marí de El Campello. Turisme GVA

Una de ella es la "Cova del Llop Marí", que según los registros de la Generalitat Valenciana "es una plataforma rocosa que fue una antigua cantera romana, es un lugar ideal para los amantes del buceo y de las leyendas, pues cuentan que a través de la cueva los piratas berberiscos que asolaban nuestras tierras durante el S.XVI entraban por ella y llegaban al interior de la montaña del Cabeçó d´Or para guardar sus tesoros". 

En Xàbia, la "Cova del Llop Marí" es una gruta marina localizada muy cerca de la Cala de La Granadella, en la zona sur del municipio, en los aledaños del Mirador Torre d'Ambolo. En este caso, está permitida la visita en excursiones en kayak. también se puede acceder desde la Pesquera del Sol del Barranc, por tierra.

Cova del Llop Marí de Xàbia.

Cova del Llop Marí de Xàbia. Ayuntamiento de Xàbia

También en Torrevieja hay un entrante del mar que históricamente se llamaba Cala del Lobo localizada en los aledaños de Cabo Cervera y La Torre del Moro, y de muy difícil acceso desde tierra. Este nombre fue recuperado recientemente, ya que se había perdido su uso.

La historia

El Ministerio sostiene que el último registro de reproducción en la península fue en la punta Albir de Altea en 1951 y que el último ejemplar avistado fue en 1973, en Tabarca. "Durante la Edad Media, los exploradores europeos y los colonizadores las capturaban, principalmente en las islas Canarias (S. XIV y XV), por el alto valor de su piel y grasa, lo que condujo a la desaparición de las colonias establecidas en playas", explica.

Para concluir que "hasta el siglo XX fue perseguida, principalmente por pescadores al causar daños en las artes de pesca y por ser, supuestamente, responsable de la disminución de la pesca costera. A principios del siglo XX se fomentaba oficialmente su muerte y se pagaban recompensas por ello. De este modo, la muerte accidental (en artes de pesca) o deliberada de focas fue posiblemente la fuente más importante de mortalidad".

El pasado otoño, Pedro García y Juan Antonio Pujol, publicaron en la revista 'Quercus' el artículo "Primeros registros fotográficos de foca monje en la Región de Murcia", donde también hacían mención a los "lobos marinos" de Alicante. 

En este artículo los investigadores aseguran que "el único registro gráfico de la foca monje para las costas peninsulares españolas data en torno al año 1950 y es de un cachorro que murió en la zona del faro del Albir (Alfàs del Pi, Alicante) a manos del farero del lugar".