Tabarca, la isla habitada más pequeña de España que se ha quedado sin transporte regular por la pandemia
Los vecinos dependen completamente de las empresas de transporte y piden al Gobierno valenciano al menos tres conexiones diarias.
24 abril, 2021 10:49Noticias relacionadas
La asociación de vecinos de Tabarca, la única isla habitada en la Comunidad y la más pequeña de España con gente viviendo todo el año, han denunciado públicamente que continúan sin un transporte público regular con Santa Pola que les permita vivir con normalidad y "como en cualquier otro sitio" del territorio valenciano.
En declaraciones a Efe, la presidenta de la asociación de vecinos Isla Plana de Tabarca, Carmen Martí, ha afirmado que la falta de un transporte público con horarios fijos "dificulta habitar" la isla porque impide realizar actividades tan cotidianas como ir a trabajar, al médico, comprar e, incluso, que los hijos vayan y vengan del colegio.
Los 72 vecinos empadronados y otros muchos con casa en el islote demandan desde hace más de seis años a la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad un servicio de transporte con, al menos, tres conexiones diarias que les faciliten la vida.
Una de ellas que salga de Tabarca hacia Santa Pola entre las 7 y 8 horas para ser compatible con la mayoría de empleos en oficinas y los colegios, otro de entre 12 y 13 horas de regreso a la isla para volver con las compras y un último también desde la península hacia el islote en torno a las 18.30 para que sea usado por trabajadores y estudiantes tras el horario escolar.
Hasta ahora las únicas conexiones las hacen las empresas privadas de las turísticas 'tabarquinas' pero sin carácter fijo y sin adecuarse a los horarios que harían compatible la vida en la isla con el trabajo o estudio en tierra firme.
Tabarca se halla situado a solo 4 kilómetros en línea recta de Santa Pola, aunque administrativamente pertenece al término municipal de la ciudad de Alicante.
En los últimos años, los vecinos de Tabarca han recibido el respaldo a su petición de un transporte público por parte del Síndic de Greuges (defensor del pueblo valenciano) y de Les Corts Valencianes, que aprobó por unanimidad el 11 de junio de 2018 una proposición no de ley (PNL).
Del mismo modo, también del ayuntamiento de Alicante, que el 24 de junio del pasado año emitió una declaración institucional para urgir al Consell valenciano un barco regular, sin que aún se haya satisfecho la reivindicación.
La Conselleria "sigue sin ofrecer una solución" que podría pasar, en opinión de la presidenta de la asociación de vecinos, Carmen Martí, por la licitación de una concesión.
"Nos sentimos olvidados por la administración, y lo único que queremos es poder vivir comunicados, como en cualquier otra parte de la Comunitat Valenciana", ha protestado la secretaria de la asociación vecinal, Ana Valera.
Consultada por Efe, fuentes de la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad han asegurado que se trabaja en un estudio para determinar si se dan las condiciones para licitar una concesión de servicio que asegure un servicio "todo el año con un horario fijo".
Han añadido que en los meses de verano hay numerosos barcos que unen Tabarca con Santa Pola por la actividad turística y que el problema se produce de marzo a noviembre, cuando a estas empresas ya no les interesa económicamente.
Por ello, se llegó a un acuerdo con estas compañías para que, al menos, proporcionaran un servicio diario de ida y vuelta durante el otoño e invierno aunque estos mínimos servicios no han resultado suficientes para los vecinos, lo que ha empujado ahora al estudio para una posible concesión.
Los habitantes de Tabarca viven rodeados de aguas cristalinas que constituyen la reserva marina más antigua de España, de 1986, las cuales albergan la mitad de las especies de flora y fauna del Mediterráneo, unas 7.000, a lo largo de unas 1.400 hectáreas sumergidas, muchas de praderas de posidonia oceánica.