Un edificio 'okupado' desde hace cerca de una década en el casco urbano de Villajoyosa, al norte de Alicante, ha terminado de ser desalojado sin incidentes, ya que los moradores habían abandonado el inmueble durante la víspera. El edificio, que ha quedado tapiado en la planta baja y la primera altura, se halla en la calle Doctor Fleming y el total de viviendas afectadas eran cinco.
Sobre las 12 horas se ha personado allí la Guardia Civil, la autoridad judicial y la Policía Local para ejecutar el lanzamiento que se ha producido de forma tranquila. El lanzamiento ha sido dictaminado por el juzgado de Instrucción nº2 de la población con el informe favorable de la fiscalía y ayer la Guardia Civil y Servicios Sociales se personaron en el inmueble para notificar a sus ocupantes que tenían 24 horas para recoger sus pertenencias y marcharse.
En el momento de la notificación del desalojo se entregó también a los moradores la citación judicial para comparecer en un juicio por delito leve de usurpación de bienes inmuebles, que se celebrará el mes que viene.
El alcalde, Andreu Verdú, se ha mostrado muy satisfecho con el desarrollo de la operación porque este inmueble se había convertido "en un foco de insalubridad y delincuencia" y ha agradecido la colaboración de Guardia Civil, Policía Local, Servicios Sociales y juzgados: “Ha sido una lucha larga. Nos preocupaba mucho porque había menores de edad", ha afirmado en un comunicado difundido en las redes sociales del consistorio alicantino.
Es la primera ocasión en la que se produce un lanzamiento en base al atestado único estandarizado que se recogió en un protocolo pionero que el ayuntamiento firmó con la jueza decana del Partido Judicial de La Vila Joiosa.
La Guardia Civil, fuerza de seguridad competente para realizar la actuación, ha elaborado ese atestado único que permite solicitar el lanzamiento inmediato como medida cautelar en base a una instrucción de la Fiscalía General del Estado que se recoge en el citado protocolo.
Quedaban cinco viviendas ocupadas dentro de este edificio, que en su mayor parte es propiedad de un banco, y que no ha contado con otros moradores que los okupas desde hace años.
Ahora las autoridades han restablecido la posesión los propietarios y les han recomendado que adopten las medidas necesarias, como instalación de alarmas y puertas blindadas, para evitar de nuevo la ocupación.