Una maqueta impresa en 3D de la depuradora Rincón de León, en la reapertura de M2A, el Museo de Aguas de Alicante.

Una maqueta impresa en 3D de la depuradora Rincón de León, en la reapertura de M2A, el Museo de Aguas de Alicante.

Cultura MUSEOS

Vuelve el Museo de Aguas de Alicante, más digital e interactivo

El centro retoma su actividad con público para seguir formando en la importancia de cuidar cada etapa del ciclo hídrico y con la vocación de innovar. 

10 septiembre, 2021 11:14
Alicante

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Recordar la importancia del agua, su historia en la ciudad y avanzar su futuro. Estas son tres de las bases sobre las que crece el discurso de M2A, el Museo de Aguas de Alicante. Tras el obligatorio cierre por las restricciones sanitarias a causa de la pandemia, el centro ubicado en lo alto del barrio de Santa Cruz reabre sus puertas. Y lo hace transformado en una mayor apuesta digital para educar a los miles de escolares que lo recorren y con la voluntad de retomar su papel de dinamizador cultural.

"Con él se quiere dar importancia a un bien escaso y también se quiere iluminar a los más pequeños para que sean luego ellos quienes nos enseñen". Así recibe Javier Díez a los medios en la visita con que presenta los cambios introducidos en el centro. El director de Aguas de Alicante repasa ilusionado cada uno de ellos, ejemplo de la apuesta por la incorporación de nuevas tecnologías. Y también de la preocupación por la seguridad de sus usuarios.

Había ganas de volver a tener público por las salas del espacio educativo construido alrededor de los pozos de Garrigós. En sus diez años de historia han pasado más de 160 000 personas, el 70 % de estas lo componen visitas escolares. Todos ellos redescubrían estos pozos que servían para recoger el agua de lluvia o cómo funciona en la actualidad el sistema de canalización del agua. A partir de la reapertura oficial el 15 de septiembre se esperan que vuelvan estas escuelas que antes las llenaban. Y lo mismo esperan, recalcan, de los visitantes que descubrían un oasis en la falda del castillo de Santa Bárbara.

La adaptación digital

Para todos ellos tienen ejemplos de la adaptación digital realizada durante estos meses. "Es un museo muy interactivo y no queríamos que eso fuera una fuente de contagios", reconoce Díez. Ahora, gracias a las cámaras y sensores han creado opciones para que los pequeños disfruten. Lo pueden hacer jugando con monitores que les presentan cuestionarios donde, en lugar de pulsar la pantalla, mueven las manos por el aire. En otro, se verán a ellos mismos en la pantalla con un filtro especial que presentará en sus frentes las preguntas que pueden responder.

Si los mayores también pueden divertirse con estos curiosos trucos, también tienen opciones pensadas específicamente para ellos. La primera es que puedan entender qué se les presenta. Y eso es posible gracias a las nuevas audioguías descargables que se han preparado. Accesibles mediante los enlaces de códigos QR impresos en las paredes, se puede elegir entre seis idiomas: castellano, valenciano, inglés, francés, alemán y ruso.

El futuro

"Somos la empresa mixta público privada más antigua del mundo", afirma orgulloso Díez. De ahí que añada que "hay que poner en valor que seguimos innovando para no quedarnos abuelos". La segunda planta es el espacio centrado en esta idea. En ella presentan en paneles y vídeos los últimos avances que han hecho. Del sistema Ion Beach, que permite saber la ocupación de una playa desde el móvil, a City Sentinel, el control que analiza las aguas residuales para detectar la presencia de la Covid-19 y anticipar las medidas sanitarias.

Entre la presentación de esos proyectos, uno por el que se sienten particularmente orgullosos es la maqueta impresa en 3D de la depuradora Rincón de León. La recreación del centro sirve para ilustrar el proyecto B-WaterSmart, que busca explotar el 100% del agua reciclada en Alicante e impulsar estrategias de economía circular. Un belenista se ha encargado de pintar a mano esta enorme maqueta, reproduciendo fielmente los colores.

Nuevo espacio artístico

Y la parte artística es la que lleva a disfrutar de los pozos de Garrigós. Este sistema de aljibes excavados en la roca tiene capacidad para acumular hasta 800 000 litros de agua. Ahora, estas enormes bóvedas se convertirán en un espacio cultural único en la ciudad. Como avanza Díez, en sus paredes se prepararán instalaciones artísticas para que los visitantes disfruten aún más de un momento de recogimiento en el histórico barrio de Santa Cruz.

Al final, concluye, todo está pensado con un fin, "queremos que sea un museo vivo". Un espacio que "queremos que visiten para poner en valor los compromisos con las personas y hacer más accesibles los servicios".