Alicante

Las zonas de Murcia y Alicante, y en concreto la comarca de la Vega Baja, son los territorios de España con mayor actividad sísmica y donde más probabilidad existe de colapso de las edificaciones; por contra, en la provincia alicantina ningún municipio, salvo Alicante ciudad, cuenta con planes de actuación para aminorar el impacto una vez ha tenido lugar el movimiento de tierra. 

Son afirmaciones realizadas por el investigador de la Universidad de Alicante Sergio Molina quien, junto a Alireza Kharazian, Juan J.Galiana y Noelia Agea forman parte del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio (IMEM) que está detrás del último mapa actualizado de la peligrosidad sísmica en nuestro país presentado este martes.

Sin novedad, Molina recuerda que la provincia de Alicante, especialmente la Vega Baja y Murcia, concentran el mayor riesgo de terremoto del país. "No hay más que recordar Lorca en 2011", apunta, cuando la sacudida de 5,1 de magnitud causó 9 muertos, más de 300 heridos y una ciudad patas arriba

¿Se han hecho los deberes? "Ningún municipio de la provincia de Alicante, salvo Alicante ciudad, cuenta con un plan de actuación para hacerle frente a los terremotos", responde por teléfono. Para añadir, a continuación, que gracias a la línea de ayudas ofrecida por la Generalitat Valenciana a consistorios y, por otro lado, a las ayudas que la Diputación de Alicante ha dado a los municipios afectados por la DANA de septiembre de 2019, "muchos ayuntamientos están aprovechando y se están poniendo las pilas".

Se trata de un documento donde se refleje cómo actuar ante un terremoto de grandes dimensiones que acabe afectando a las líneas de comunicación, infraestructuras y edificaciones. "Porque tarde o temprano habrá terremotos en la provincia, la cuestión es aminorar el impacto", sobre todo, teniendo en cuenta la fragilidad que presentan los edificios.

Mapa de riesgo

Mapa de aceleración de diseño enfocada hacia el riesgo

A esta respecto, y tras analizar el comportamiento de la probabilidad de colapso, han trasladado dicha información a un mapa con la representación del coeficiente de riesgo que ha sido publicado recientemente en el artículo Risk-targeted hazard maps for Spain, editado en la revista científica Bulletin of Earthquake Engineering.

"Cuando diseñas cualquier edificio te has de basar en la normativa sismorresistente", avanza, la cual fue aprobada en 2002. "Pero nosotros abogamos por actualizar el documento porque los valores ahora no son los más adecuados para aminorar el impacto", señala este profesor titular de Física Aplicada.

"Lo que hemos hecho es aplicar una metodología nueva" que consiste en que la probabilidad de colapso de una edificación "no sólo depende del valor de aceleración de diseño" del mismo, esto es las aceleraciones que sufre la superficie del suelo, como actualmente recoge la normativa sismorresistente, "sino también de la forma de la curva de peligrosidad sísmica".

Como se puede ver en el mapa que ilustra el artículo, se ha analizado las ciudades con mayor peligrosidad sísmica de España y, a continuación, los científicos han notado que "la aceleración de diseño debería aumentarse en todas ellas para así disminuir la probabilidad de colapso". El mayor aumento tendría que hacerse en Murcia seguida de Alicante, ciudad que junto con el Ayuntamiento de Elche ha financiado y colaborado con el estudio.

mapa2

 

Precisamente estas dos ciudades se sometieron hace un año y medio a una evaluación de riesgo específica para municipios de la cual determinaron que el parque de edificaciones "es bastante antiguo y por ello bastante vunerable, aunque no alarmante", aduce. "Insisto en que lo más importante es que tengan su plan de actuación ante riesgo sísmico porque al final los terremotos van a ocurrir".

Simulacro en Torrevieja

De manera paralela a estos proyectos Molina está participando en un proyecto europeo para ayudar a los municipios a minimizar "los daños que provoca un terremoto cuando ocurran". Para ello está previsto entre abril y mayo del año que viene realizar un simulacro de terremoto en Torrevieja "con el objetivo de mejorar la gestión de emergencia y estar preparados"

¿Por qué se han decantado por Torrevieja? "Porque es, de por si, la zona sísmica más activa", respone en alusión a la falla donde descansa la ciudad, la del Bajo Segura, la propia que tiene la localidad costera, sin olvidar la que rodea a Crevillente "y que influye bastante en la región". 

De las conclusiones y del sistema que están desarrollando podrán no solo sacar en tiempo real el terremoto, "sino activar una alerta temprana", esto permitirá que, si por ejemplo el movimiento de tierra ocurre en Torrevieja, "la alerta temprana no podría activarse allí, pero sí en Elche y Alicante para avisarles", explica. 

¿Tanto riesgo sísmico en la provincia de Alicante puede redundar en un tsunami? "No tenemos registros históricos de que haya pasado anteriormente en esta zona, por lo que puedo decir que el riesgo sísmico es mucho más alto que el tsunami, o dicho de otra forma, es más fácil que se inunde la provincia fruto de unas inundaciones que de un tsunami".

Predicción del de Haití

Sergio Molina formó parte del equipo del anterior terremoto de Haití, el de 2010 que causó más de 300.000 muertes. Allí hicieron un estudio "para que les sirviera de referencia" de cara a mejorar las construcciones donde se estimaba la cifra de pérdidas humanas y materiales. "Les dimos las herramientas para que se concienciaran pero al final destinaron las ayudas a otras cosas, así que diez años después volvemos a estar donde al principio", afirma en alusión al terremoto reciente en el país. 

"Si bien en aquel momento simulamos que el próximo terremoto ocurriría en la zona norte, al final ha tenido lugar en la zona sur del país, pero acertamos al advertirles que en 10 años iba a ocurrir uno porque es un proceso estadístico y de probabailidad por como las fallas estaban actuando", añade.

Con respecto a la provincia de Alicante, Sergio Molina recuerda que el último gran terremoto, el de Torrevieja, ocurrió en 1829 (más de 300 muertos) y las estimaciones apuntan a que "como mucho cada 800 años hay uno, y los pesimistas cada 500" en esta ciudad de la Vega Baja, avisa.

"La cuestión es que, ocurrir, ocurrirá, pero lo importante no es saber cuándo va a ocurrir, sino estar preparados para cuando ocurra", concluye. 

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