De "cuarto oscuro" a jardín de Zaragoza: las obras de transformación del río Huerva ya están en marcha
- La primera fase de estas obras tiene una duración de 8 meses y supone una inversión de 8,4 millones de euros.
- Más información: Las obras de recuperación del río Huerva a su paso por Zaragoza, comenzarán tras el puente de Todos los Santos
La ambición del Ayuntamiento de Zaragoza por transformar la ciudad y llenarla de zonas verdes continúa latente. Así pues, uno de los proyectos más "transformadores", palabras de la alcaldesa de Zaragoza, ya está en marcha: la rehabilitación del río Huerva. Con este proyecto se pretende dejar atrás una apariencia de abandono para crear un lugar de bienestar para los ciudadanos.
Se esperaba el inicio de las obras para recuperar el río Huerva tras el puente de Todos los Santos y ya han comenzado. Este lunes, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, junto con el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, han conocido y explicado las primeras actuaciones.
En primer lugar, Manuel Blasco ha mostrado su “satisfacción” por colaborar en una obra tan “importante” como aquella. “El Huerva era como el cuarto oscuro, no sabíamos muy bien que había y va a ser el jardín de la ciudad, un paseo por el centro que se unirá en el futuro con el de Cuarte de Huerva”, resumía el consejero.
Además, recordando la actualidad española y lo ocurrido con la DANA en Valencia, Manuel Blasco ha afirmado que esta obra lleva pensada desde hace mucho tiempo y que ha quedado demostrado que la inversión con carácter previo es “infinitamente menor” a la que se necesitaría para una catástrofe”. En ese sentido, además de los evidentes motivos medioambientales, valoraba este trabajo por los motivos meteorológicos, que va a seguir habiendo.
Por su parte, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha descrito este proyecto como uno de los más "transformadores", en el "top-3" de su legislatura. Esto supone "decir adiós al abandono y la suciedad, a la vegetación invasiva, a la falta de calidad y de agua que tiene el Huerva".
Así, Zaragoza dejará de estar “de espaldas al río” cuando acaben las obras sobre el año 2027 (las acciones concretas que se hacen con fondos europeos tienen que estar acabadas a finales de 2026). De momento, la primera fase tiene un plazo de ejecución de 8 meses y cuenta con una inversión de 8,4 millones de euros.
En esta se trabaja en 2,1 kilómetros divididos en dos tramos. El primero abarca desde el Puente Blasco del Cacho hasta el cubrimiento del río en Gran Vía y es una zona especialmente degradada en la que el río discurre muy encajonado por las edificaciones. El segundo tramo empieza en el puente de la calle Miguel Servet y finaliza en la desembocadura en el Ebro.
Las obras cuentan con la financiación del Ayuntamiento de Zaragoza, del Gobierno de Aragón y de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU.
Primera fase
Además, Natalia Chueca ha incidido en que estos primeros trabajos son los menos visibles para los ciudadanos, pero igualmente fundamentales. En general, son aquellos enfocados en el cambio de tuberías, la limpieza o el desbroce de especies invasivas. También consiste en eliminar bloques de hormigón y mejorar la calidad de las aguas.
Desde la pasada semana se ha comenzado a limpiar y desbrozar el entorno del cauce y a abrir accesos para disponer de espacio junto al río desde donde realizar las diferentes tareas.
Además, se han habilitado zonas de acopio de materiales en calles del entorno. Esos puntos de acceso se ubican en los antiguos viveros Sopesens, la plaza Bruno Solano-Manuel Lasala, la plaza inferior del puente del Emperador Augusto y dos zonas verdes situadas en el antiguo canódromo y junto al CDM Alberto Maestro.
Próximamente, se van a ir eliminando antiguas estructuras de hormigón y ladrillo que hay junto al cauce para mejorar la filtración de aguas y favorecer el futuro desarrollo del bosque de ribera. Todo ello permitirá ampliar el espacio y reducirá el riesgo de inundación de las calles próximas en caso de crecidas.
Asimismo, comenzará la gestión de la vegetación con la retirada de los ejemplares muertos o dañados y el tratamiento de las especies invasoras como el Ailanto. Se trata de una variedad incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras que crece muy rápido, incluso en zonas pavimentadas.
En esta fase se van a realizar también las obras que mejorarán la calidad de las aguas del Huerva. La alcaldesa ha explicado que ya se está acondicionando la zona de los antiguos viveros Sopesens donde se va a construir un tanque de tormentas anticontaminación.
Se trata de un gran depósito para almacenar las aguas residuales que se mezclan con el agua de lluvia cuando hay fuertes lluvias y gestionarlas después a través de la red de depuración. En la segunda fase del proyecto este tanque quedará oculto bajo uno de los nuevos espacios que se prevé crear.
También ha comenzado la renovación de las tuberías de saneamiento para ampliar su capacidad y separarlas, cuando sea posible, del cauce del río. Una de esas grandes tuberías es la que discurre precisamente junto al puente del Emperador Augusto. Además, se van a sustituir las que hay situadas entre las calles Marina Española y La Luz, en el entorno del Parque Bruil y la zona verde paralela a Camino las Torres, donde la tubería discurre a casi nueve metros de profundidad.
Las obras se van a aprovechar para modernizar la red de abastecimiento de agua potable y eliminar las viejas tuberías de fibrocemento y fundición gris en distintos puntos de las calles más próximas.
Nuevas sendas peatonales
Uno de los objetivos del proyecto es mejorar la conexión entre la ciudad y el río. Para ello, a lo largo de estos próximos meses se comenzarán a perfilar las nuevas sendas peatonales que permitirán caminar junto al cauce en algunos de los tramos. Los fuertes desniveles y taludes que encajonan el río seguirán sin permitir recorrer toda la ribera de forma seguida, pero las nuevas sendas mejorarán la continuidad.
Las tres nuevas sendas serán inundables, igual que las del río Ebro, y tendrán pavimentos permeables que ayuden a filtrar y aprovechar el agua. Además, su recorrido se va a adaptar a los desniveles del cauce para integrarlas en el paisaje y reducir los movimientos de tierras.
Dos de estas sendas estarán en la margen izquierda. La primera transcurrirá paralela a la calle Manual Lasala hasta el puente Emperador Augusto. La segunda irá desde el puente de la Avenida Goya hasta Gran Vía y la tercera estará en la margen derecha, entre las calles río Huerva y La Luz.
En cuanto a la segunda fase, la Fundación Ecociudad está trabajando en diseñar el proyecto que se sacará a licitación en 2025 (el objetivo es que esté licitado para el segundo semestre). Será tras ella cuando la ciudad podrá disfrutar de los jardines, parques y el resto de zonas verdes.