Imaginemos un Aragón donde la tecnología no sólo sea un conjunto de herramientas de nuestro día a día, sino que sea un catalizador que redibuje el mapa de nuestras oportunidades hacia un futuro de progreso. Esto no es un sueño lejano, es el Aragón que tenemos hoy ante todos nosotros.
En un contexto donde la innovación y la tecnología se han convertido en motores de progreso y bienestar, Aragón se encuentra ante un momento histórico, impulsado por la llegada de grandes inversiones de empresas tecnológicas. Esta es una oportunidad que no sólo transformará nuestra economía, sino que también impactará positivamente en la sociedad aragonesa en su conjunto, abriendo las puertas a un futuro lleno de posibilidades no sólo en lo digital, sino también en lo laboral y en lo social.
En el reciente evento anual de Tecnara (“VIVE Tecnara”), donde se congregaron más de 400 profesionales del sector tecnológico aragonés, tuve la ocasión de resaltar los tres pilares que considero fundamentales para capitalizar esta realidad: colaboración, talento y momento de oportunidad. Estos elementos no sólo son la base para el desarrollo del sector tecnológico en Aragón, sino que también son esenciales para construir una sociedad más próspera, de futuro y de bienestar para el conjunto de la ciudadanía.
Un impulso económico sin precedentes
Las inversiones anunciadas para Aragón representan cifras sin precedentes: más de 15.700 millones de euros de AWS, 6.600 millones de Microsoft, 7.500 millones de Blackstone, 3.400 millones de Box2Bit, etc. Estos proyectos posicionan a Aragón como uno de los principales focos europeos en construcción de campus de datos, consolidando nuestro territorio como un epicentro de la infraestructura digital en el continente. La economía aragonesa se beneficiará de manera directa de estas inversiones, ya que aumentarán nuestro Producto Interior Bruto (PIB), y generarán una cadena de valor que impactará a múltiples sectores y ubicaciones de todo el territorio.
Como decía el economista Ray Dalio “el gasto de una persona/empresa es el ingreso de otra” y eso es lo que vamos a vivir en Aragón. La inversión en terrenos, construcción, hostelería y otros servicios asociados creará un círculo virtuoso, generando empleo y desarrollo en zonas como Huesca, Villanueva, Burgo de Ebro, Calatorao y Cariñena. Así, no sólo hablamos de crecimiento económico, sino de una oportunidad para vertebrar nuestro territorio y reducir las desigualdades geográficas en nuestra Comunidad.
Las nuevas infraestructuras para la economía del futuro
En la economía del siglo XXI, los centros de datos son equivalentes a lo que fueron las infraestructuras físicas —como centros logísticos, aeropuertos o autopistas— en el desarrollo de la economía tradicional. Estos campus de datos son los "activos país" de la era digital, permitiendo capacidades avanzadas de computación, almacenamiento y procesamiento de información. Con su instalación en Aragón, tendremos una base sólida para potenciar sectores emergentes como la inteligencia artificial, el big data y la digitalización de procesos, aspectos que están transformando ya nuestra forma de vivir, trabajar y relacionarnos y que van a ser el soporte de la nueva economía en un futuro muy cercano.
Gracias a nuestras ventajas competitivas, como el acceso a suelo, energía sostenible, agua, conexiones de comunicaciones y talento local, Aragón se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar estas infraestructuras. Sin embargo, para que esta oportunidad se traduzca en un cambio duradero y beneficioso, debemos asegurar que la sociedad aragonesa esté preparada y comprometida con este nuevo “petróleo” digital.
Preparación y formación: la clave para el éxito
Uno de los retos más importantes al que nos enfrentamos es la preparación de nuestro capital humano. Las inversiones en tecnología no serán suficientes sin una fuerza laboral formada y capacitada para aprovechar al máximo estas infraestructuras. Necesitamos invertir en formación para nuestros jóvenes, educadores, trabajadores y empresarios, enfocándonos en áreas como la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la tecnología en la nube. Este es el momento de “formar para transformar”. No hay ahora mismo una mejor inversión.
La capacitación es esencial para desarrollar nuevas competencias y habilidades, no sólo para evitar la fuga de talento en Aragón, sino también para fomentar el surgimiento de nuevas startups y empresas tecnológicas en nuestro ecosistema. Con una formación adecuada, podremos crear centros de competencias basados en estas infraestructuras y generar servicios y productos digitales de alto valor añadido, contribuyendo así a un Aragón más competitivo a nivel mundial.
Un compromiso colectivo para un futuro prometedor
Aprovechar este momento histórico es un desafío que requiere la colaboración activa de todos los actores: Administración pública, universidades e instituciones educativas, empresas, clústeres, ciudadanos y sociedad en general. Cada uno de nosotros puede contribuir a construir un Aragón más competitivo.
Como decía el filósofo Séneca, “la suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad”. Hoy, Aragón tiene la oportunidad y está en nuestras manos prepararnos y colaborar para convertir esta suerte en una realidad prometedora y duradera. Invertir en la digitalización de nuestra sociedad y en el desarrollo de nuestro talento es la clave para transformar este momento de oportunidad en un legado de progreso y bienestar para la actual y futuras generaciones.
Félix Gil, presidente del clúster Tecnara y CEO de Integra Tecnología