Borja S. en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Borja S. en la Audiencia Provincial de Zaragoza. E. E.

Sucesos

Una relación de amistad de más de diez años acaba en juicio por una presunta estafa de más de 190.000 euros

La Fiscalía y la defensa piden la absolución del acusado al no ver delito de estafa. 

María González
Zaragoza
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Me siento estafado y engañado”, así lo ha manifestado Víctor C, en la mañana de este martes. La relación de dos amigos de más de diez años ha acabado en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza. El motivo que esta estrecha relación de amistad haya puesto fin no es más que otro que el dinero.

Los hechos se remontan entre julio de 2017 y septiembre de 2018 cuando según la acusación particular se realizaron. Borja S., el presunto autor, era propietario del concesionario de coches de alta gama BS Motors, en el barrio de Casablanca, en Zaragoza. La afición por estos vehículos le unió en amistad a Víctor C. y a comenzar este último su propio negocio de vehículos de alta gama y se dedicaran a la compraventa conjunta de este tipo de vehículos.

La acusación particular sostiene que en la compraventa de cuatro vehículos de alta gama, el presunto autor se quedó con los beneficios obtenidos de la venta de estos, e incluso, falsificó la firma de Víctor C. para realizar la venta de estos.

Se trataría de un conjunto de vehículos valorados en 191.000 euros, entre ellos, se encontraba un Porsche 911 S, un Porsche Macan, un Mercedes A45 y un Porsche Panamera Turbo S. De los que Víctor S. sostiene que “no le ha integrado el dinero” que sacó de los beneficios de estas ventas y que de algunas ventas realizadas se ha enterado en el transcurso de la investigación.

Víctor C. ha manifestado a lo largo de su declaración como testigo que “confiaba en él al 100%". Por lo que guardaba los vehículos adquiridos en el depósito del concesionario propiedad del acusado.

Por parte de la defensa, Borja S. ha afirmado que se realizaron las compraventas de estos vehículos. Sin embargo, el presunto autor defiende que lo que pactaron entre ellos es que el dinero de los beneficios obtenidos se reinvirtiera en otros vehículos de alta gama.

Ante la presentación de pruebas en la que se documentaba firmas tanto del denunciante como del acusado en los mandatos referidos para la realización de las adquisiciones, la perito caligráfica que ha presentado testimonio en el juicio ha determinado que solo en uno de los documentos presenciados se podía atribuir la autoría de la firma a Borja S. Mientras, que en el resto ha mantenido que habían sido realizados por la misma persona pero no se podía atribuir a una persona en exactitud.

Por parte de la acusación particular piden una indemnización de 191.500 euros. Por ello acreditan que el acusado ha realizado una falsificación de la firma y "hurgó un plan para convencer de la compra de los cuatro vehículos de alta gama" con el fin de quedarse tanto el dinero como los vehículos.

Mientras, el Ministerio Fiscal establece el sobre seguimiento del caso y la absolución del acusado al considerar que no son las circunstancias normales para afirmar una estafa. Por parte de la defensa, el letrado José Ignacio Arsuaga ha mantenido que se trataba de una cuestión civil entre dos amigos que debe dirimirse judicialmente. Por tanto, ha presentado la sentencia de conformidad con la Fiscalía.