El restaurante más antiguo de España está en Zaragoza: tiene casi 200 años y es famoso por sus deliciosas torrijas
- Fue fundado en 1825 por cocineros de la nobleza francesa, se encuentra situado en el corazón de El Tubo y es un imprescindible en Zaragoza.
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Hablar de los restaurantes más antiguos de España y en este caso concretamente de Aragón y Zaragoza es hablar de lugares que cuentan con un encanto especial, con mucha historia, recuerdos y una deliciosa cocina tradicional. Aunténticos monumentos históricos que han sabido ganarse el cariño y los paladares de locales y turistas a lo largo de los años y que más o menos renovados continúan conquistando a través de sus platos.
Esos bares y restaurantes cuya historia se ha alargado en el tiempo dando lugar a espacios gastronómicos que han conseguido llegar hasta nuestros días y que fueron fundados en épocas en las que estos se centraban en la calidad de los platos pero sin lujos o fusiones modernas.
España cuenta con algunos de estos establecimientos gastronómicos más antiguos repartidos a lo largo y ancho del país y uno de ellos lo encontramos precisamente en Zaragoza y en una de sus mejores zonas de tapeo y pinchoteo: el Tubo. Allí es posible encontrarse con un restaurante que fue pionero en nuestro país. Se trata de Casa Lac.
Un local situado en el corazón del Tubo que abrió sus puertas en 1825 hace ya casi 200 años y que atesora la licencia de restaurante más antigua de España según la Guía Michelin. Sus fundadores fueron la familia Lac (de origen francés), quienes salieron de Francia escapando de la Revolución Francesa y fundaron restaurantes por toda Europa.
Durante todos sus años de historia, han sido varias las personalidades famosas que se han sentado a comer en este restaurante: Benito Pérez Galdós, el general Primo de Rivera, Mariano de Cavia... Hasta incluso el rey Alfonso XII llegó a encargar allí su comida cuando visitó Zaragoza. Hoy en día el encargado de su cocina y de las exquisiteces que pueden encontrarse en la carta, es el chef Ricardo Gil.
Carta con las verduras y la torrija como protagonistas
Este restaurante se define a sí mismo como un local en el que se respetan "al máximo todos los sabores que brinda la tierra de la Ribera de Navarra, el elemento natural que sustenta la cocina".
Y es que, en sus cocinas se tratan con mimo las verduras, que son el producto estrella de este restaurante: "las verduras de temporada son seleccionadas con cariño de nuestras propias huertas de Navarra". De hecho, destaca también por haber sido de los primeros restaurantes en España en ofrecer un menú degustación de verduras.
Alcachofas, borrajas, cardos, espárragos, tomates... Son los verdaderos protagonistas de esta carta, en la que también pueden encontrarse pescados y carnes de gran calidad. En dicha carta se pueden encontrar platos como: crema de calabaza amarilla con picatostes, cebolletas confitadas al chardonnay, raviolis de pasta oriental rellenos de puerro y gamba en salsa de cava, albóndigas de merluza en salsa verde, tataki de atún yellowfin con mahonesa de mostaza y soja, paletilla de cordero lechal asada 12 horas a baja temperatura o solomillo de cerdo ibérico con salsa Perigourdine, entre otros.
En cuanto a sus postres, estos no tienen desperdicio para cualquier amante del dulce y entre ellos, la torrija de vainilla con helado de vainilla de Madagascar es la clara favorita entre los clientes: "No os perdáis la torrija de postre...", "Hay que probar su torrija, un postre espectacular", "Una torrija de las que no quieres que se acabe", "las torrijas simplemente espectaculares"... Estas son solo algunas de las valoraciones que pueden leerse del restaurante.
En cuanto al resto de postres, también destacan: la tarta de manzana sobre fondo de hojaldre caramelizado, crujiente de chocolate con helado de mango, tarta de queso suave sobre crumble de almendras con confitura de frambuesa, helado de vainilla y chocolate o sorbete de melocotón de calenda al vino tinto. Todas ellas, opciones deliciosas y para todos los gustos.