
Mujer probando lo que está cocinando.
Mi receta favorita aragonesa se hace en 20 minutos y gusta a todo el mundo: así preparo los huevos tontos
Esta receta humilde, nació en tiempos de escasez pero hoy es un manjar imprescindible en las mesas aragonesas.
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- Total: 10 min
- Comensales: 4
En la rica tradición culinaria de Aragón, existen recetas que han pasado de generación en generación, conquistando paladares con su sencillez y sabor auténtico. Los huevos tontos son un claro ejemplo de ello: un plato humilde que, a pesar de su origen modesto, sigue siendo una opción deliciosa y fácil de preparar. En solo 20 minutos, puedes disfrutar de esta receta tradicional que, además de ser económica, gusta a todo el mundo.
El secreto de los huevos tontos está en su simplicidad y en la magia de la cocina de aprovechamiento. Con ingredientes básicos como pan, huevo y ajo, se logra una textura crujiente por fuera y tierna por dentro, ideal para acompañar caldos o guisos. Su nombre curioso proviene de su elaboración sin apenas huevo, un ingenioso recurso en tiempos en los que este ingrediente era un lujo. A pesar de su sencillez, el resultado es un bocado irresistible que ha sabido mantenerse en el recetario aragonés.
Si buscas una receta rápida, deliciosa y con historia, los huevos tontos son la opción perfecta. No solo son fáciles de hacer, sino que también te transportan a la esencia de la cocina tradicional aragonesa. Sigue leyendo para descubrir cómo prepararlos en casa de manera sencilla y sorprender a todos con este plato que nunca pasa de moda.
Receta aragonesa: "huevos tontos"
En la Aragón rural de antaño, el despilfarro no era una opción. Las familias aprovechaban cada migaja de pan sobrante para preparar este plato nutritivo y fácil de elaborar. Los huevos tontos se convirtieron en un símbolo de ingenio y economía doméstica, un legado que las abuelas transmitieron de generación en generación.
Hoy, los huevos tontos evocan los sabores de la infancia, y también la sabiduría de una cocina sostenible y respetuosa con los recursos. Son un homenaje a la capacidad de las mujeres de las zonas rurales para crear recetas que alimentaban tanto el cuerpo como el alma. Una receta muy sencilla que enamora a todos.
Ingredientes
- Pan duro
- Leche
- 2 huevos
- Ajo
- Perejil
- Sal
Paso 1
Se tritura el pan duro hasta que quede en trozo pequeños
Paso 2
Se hablanda el pan con un poco de leche
Paso 3
Se baten los huevos con una pizca de sal y se añaden a la masa
Paso 4
Se tritura el ajo y el perejil y se mezcla con la masa de pan
Paso 5
Se hacen bolitas y se fríen en la sartén bien llena de aceite hasta que queden doradas
Los huevos tontos son un ejemplo perfecto de cómo la cocina tradicional conecta generaciones. Cada vez que se fríe una tanda de estos humildes bocados, se revive una historia de esfuerzo, creatividad y amor por los productos locales. La gastronomía aragonesa, con su riqueza en recetas como esta, sigue siendo un testimonio vivo de la herencia de nuestras abuelas.