Este pequeño pueblo de Zaragoza es cero turístico, pero la gente se desvía para comer en su increíble restaurante Turismo de Aragón
Este pequeño pueblo de Zaragoza es cero turístico, pero la gente se desvía para comer en su increíble restaurante
El restaurante cuenta con un solete repsol y su propuesta con trufa ha sido reconocida como la mejor de Zaragoza provincia.
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Aínsa, Albarracin, Valderrobles... son algunos de los pueblos aragoneses más turísticos. Que estén considerados de los más bonitos de España, ayuda a que los visitantes se decanten por estos pueblos; sin embargo, de un tiempo a esta parte, empieza a ponerse de moda el turismo gastronómico.
En el corazón de la comarca de las Cinco Villas, en Zaragoza, hay un pequeño pueblo que pasa desapercibido para la mayoría de los turistas. Sin embargo, quienes conocen la zona saben que hay un motivo de peso para desviarse del camino: El Caserío de Biel, un restaurante que ha logrado conquistar paladares con su apuesta por la comida tradicional con un toque innovador.
Luis Miguel y María Isabel Romeo son los hermanos al frente de este restaurante con historia. Su vínculo con la tierra viene de generaciones atrás, pues su familia es originaria de esta zona y, aunque ambos crecieron y trabajaron en Zaragoza, decidieron dejar atrás la vida en la ciudad para reabrir El Caserío de Biel en 2022, renovando su propuesta gastronómica con una visión más actual y ambiciosa.
Gastronomía de calidad con sello aragonés
La cocina del Caserío de Biel destaca por su apuesta por el producto local y la carne de caza. Platos como el canelón de jabalí, el ciervo estofado y el ternasco en diferentes preparaciones se han convertido en los favoritos de los comensales.
Pero si hay una propuesta que ha puesto este restaurante en el mapa es el ‘Lumaconi Romero relleno de carne desmechada de jabalí’, un plato galardonado como la mejor propuesta elaborada con trufa en Zaragoza.
Restaurante El Caserío. TripAdvisor
Además, su participación en concursos gastronómicos ha impulsado su visibilidad, situándolo entre los cinco mejores menús del día de Zaragoza y provincia. Actualmente, compite en la categoría de mejor menú degustación de 40 euros con una propuesta de ocho pases maridados con vinos del Campo de Borja.
Uno de los grandes atractivos de El Caserío de Biel es su relación calidad-precio. El menú diario para trabajadores se puede disfrutar por solo 15 euros, mientras que el menú del día tiene un precio de 22 euros. También es posible probar una hamburguesa de jabalí casera con patatas fritas y bebida por 17 euros. La media de gasto en el restaurante ronda los 33 euros por persona, con opciones para todos los bolsillos.
El esfuerzo y la dedicación de los hermanos Romeo no han pasado desapercibidos. En 2023, su restaurante recibió un Solete de la Guía Repsol en la categoría de ‘un lugar para perderse’ y en 2024 sumaron otro en la categoría de restaurantes.
Así que, si buscas una escapada diferente y una experiencia gastronómica auténtica, El Caserío de Biel es una parada obligatoria. Tradición, innovación y un entorno único se combinan en este rincón escondido de Zaragoza que cada vez conquista a más viajeros.
Qué hacer en Biel
Este pequeño pueblo aragonés, aunque no sea muy turístico, tiene una oferta muy variada para todos los visitantes. Evidentemente, ir para comer en el caserío, ya merece la pena, pero se pueden hacer muchas cosas más.
En el siglo XV, más de la mitad de población de Biel era judía. De hecho, su aljama llegó a ser la segunda en importancia de las Cinco Villas. Recorrer esas sinuosas y estrechas calles es hoy uno de los grandes atractivos de la localidad. Pero no el único.
Biel. Google
Alrededor del castillo-fortaleza, el casco urbano de Biel despliega un atractivo conjunto de casas populares y nobiliarias que, junto con la judería, te proporcionarán un agradable recorrido.
La localidad es, además, punto de partida de maravillosos senderos para hacer a pie o en bicicleta, recorriendo los frondosos bosques y agrestes montañas que la rodean. Biel, esá a menos de una hora y media de Zaragoza, por lo que es un destino perfecto para ir en el día: naturaleza, cultura y sobretodo, una buena mesa.
