El Oscar de Leonardo DiCaprio desafía la Ley Mordaza
8.358 personas se han apuntado al evento que corre como la pólvora por Facebook para celebrar la más que probable victoria del actor en la madrileña Plaza de Colón la madrugada del domingo.
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Hay muchas ganas de que Leonardo DiCaprio se lleve el Oscar. Tantas que si lo consigue la gente saldrá a las calles para celebrarlo. Como cuando España ganó la Eurocopa o como una nueva marea ciudadana. 8.358 personas ya se han apuntado al evento que corre como la pólvora por Facebook para quedar en la Plaza de Colón en Madrid en cuanto se anuncie el nombre del actor como ganador del premio de la Academia el próximo domingo por su interpretación en El renacido.
No es la única ciudad española que se ha apuntado al acto. En Barcelona quedarán en la Plaza Cataluña unas 3.519 personas y en Zaragoza otras 390. Una manifestación en toda regla para gritar que DiCaprio ya tiene su preciada estatuilla. El fenómeno fan desafía hasta las propias normas de la nueva Ley Mordaza al “celebrar una manifestación sin comunicar a las autoridades”, o si se negaran a “disolver” la reunión en un “lugar de tránsito público” si fuera solicitado por las mismas.
Pero es que el Oscar de DiCaprio es un acontecimiento cinéfilo único. De hecho son muchas las ciudades que planean quedadas parecidas. Hasta se han creado videojuegos en los que se ve al actor en plena carrera por la victoria. El premio a los mayores fanáticos del actor se lo llevan en la localidad siberiana de Yakutsk, cuyos ciudadanos han donado objetos de oro y plata para fundirlos y crear con ellos una estatuilla para el intérprete. Así se asegurarán de que pase lo que pase en la gala recibirá un Oscar. Más de 100 personas ya habrían participado en esta colecta según la agencia de noticias rusa TASS.
Ahora o nunca
Todos los gurús y las principales casas de apuestas coinciden: es el año de Leonardo DiCaprio. Tiene todo a favor para llevarse el premio, y huele en el ambiente a que en la Academia quieren resarcirse por todos los desplantes que ha sufrido. Esta es la quinta nominación al Oscar del actor. Nunca antes lo ha conseguido. Ni siquiera por sus colaboraciones con Martin Scorsese. Por El renacido ya ha ganado el Globo de Oro, el Bafta y el premio del Sindicato de Actores. Nadie que haya ganado todos estos premios antes ha perdido después el Oscar.
La primera vez que optó al premio fue con sólo 19 años por ¿A quién ama Gilbert Grape?, el ganador fue Tommy Lee Jones por El fugitivo. Pasaron 21 años para que la Academia volviera a acordarse de él. Fue por El Aviador y Jamie Foxx y su caracterización como Ray Charles le robaron el galardón. Dos años después, en 2007 volvió a ser candidato por Diamantes de sangre, pero cayó frente a Forest Whitaker por El último rey de Escocia. Otros siete años tuvo que esperar para el cuarto intento: El lobo de Wall Street, pero nada pudo hacer contra el Stephen Hawking de Eddie Redmayne en La teoría del todo. A la quinta parece que va la vencida.
Más allá de las veces que ha perdido el premio son destacables todas las interpretaciones por las que ni siquiera estuvo entre los finalistas. No fue candidato por Titanic, y eso que Kate Winslet sí que lo fue. Tampoco consiguió estar en la lista por Gangs of New York, ni por Infiltrados, ni por Origen ni por ese maravilloso esclavista de Django Desencadenado.
Ha tenido que llegar el mexicano de moda, Alejandro González Iñárritu, para ponerle su Oscar en bandeja. Desde los primeros compases del proyecto y en cada entrevista todo el mundo ha destacado el compromiso del actor en un papel que les ha llevado a vivir un infierno en el rodaje. Los actores actuaron con temperaturas de hasta menos 20 grados en ambientes helados durante jornadas maratonianas.
El perfeccionismo del director hizo que todo se recreara de la forma más real posible. En la película vemos a DiCaprio arrastrarse por el suelo, sangrar, sufrir y gritar. Es atacado por un oso, se cauteriza una herida con pólvora, se despeña por un precipicio y sufre lo indecible. Mucho de interpretación y mucho de sufrimiento en sus propias carnes, porque el actor tuvo que comer hígado crudo de verdad a pesar de ser vegano y todos los días se sometía a jornadas de cinco horas de maquillaje para simular las heridas de su personaje.
Nadie duda de que el actor tendrá en el futuro grandes personajes, ya que también produce los proyectos que más le interesan, pero con El renacido se han alineado los astros para que por fin recoja ese Oscar que se le resiste desde hace 22 años.