Cultura sólo ayuda a los hombres: las cineastas piden más subvenciones
Un estudio de la Asociación de Mujeres Cineastas muestra que sólo los directores reciben ayudas a la producción, dificultando la paridad en la industria.
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El cine español necesita más mujeres. Más presencia femenina desde la producción hasta el último apartado técnico sin olvidar las cabezas creativas: las guionistas y directoras. La lucha no es fácil. Todavía se vive en una sociedad en la que la brecha salarial entre ambos géneros existe y en el que las mujeres tienen muy complicado acceder a puestos de responsabilidad en ciertos sectores y grandes empresas. El cine es uno de ellos, las mujeres realizadoras siguen siendo una minoría, y a nadie parece importarle. En 2016 se ha llegado al mejor dato histórico, en el que el 16,1% de las películas tuvieron una mujer al frente. Datos que vienen inflados por el auge del documental entre las realizadoras y que deben ser sólo el primer paso de un cambio en el sector.
Eso es lo que quiere la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA), que en la Seminci de Valladolid y con la colaboración de la Revista Caimán ha organizado un encuentro entre profesionales para establecer cuáles son las metas más inmediatas. Entre ellas destaca acabar con una desigualdad que se impone desde el propio estado, que desde las ayudas a la producción no está contribuyendo a alcanzar la paridad. Los datos lo dejan claro, de las ayudas generales a la producción, sólo tres de las 31 películas que la han recibido han sido dirigidas por mujeres. Una situación que no mejora en las ayudas selectivas donde el 30% son para realizadoras.
Esto choca de frente con la ley de igualdad de género, y más en una ley que permite reformular los criterios de puntuación cada curso para proteger a ciertos colectivos, como contaba el presidente de FAPAE en una entrevista con este periódico. Lo que piden desde CIMA es que el ICAA modifique los criterios para ayudar a producir los filmes con mujeres en puestos de responsabilidad. Ahora se tiene en cuenta este criterio, pero de una forma laxa, ya que las producciones las ponen en puestos como maquillaje o vestuario, o introducen nombres femeninos como guionistas sólo para llevarse puntos, pero la presencia real sigue siendo escasa.
Ya se han reunido con el ICAA, les han dado los papeles y han pedido que se de hasta 10 puntos de los 100 totales a aquellas que apuesten realmente por la mirada femenina. Unas medidas que han explicado más concretamente después. Hasta ahora en los requisitos para los puntos entraban hasta las contables, pero no aquellas que configuran el relato. Otra de las cosas que piden es que el límite de la ayuda para una película que apueste por la paridad pueda llegar al 70% de su presupuesto total, frente al 50% que ahora establece la ley para todos los filmes. Esto ayudaría a romper otra brecha, la del dinero, ya que las películas de hombres cuestan más.
En las ayudas generales a la producción, sólo tres de las 31 que la han recibido han sido dirigidas por mujeres. Una situación que no mejora en las ayudas selectivas
Desde CIMA han detectado que en muchas producciones se añade a una mujer en categorías donde el profesional es un hombre para obtener mayor puntuación en el sistema de ayudas. Por ejemplo, es muy habitual añadir a una mujer en la categoría de guion, cuando el autor del libreto es un hombre para arañar más puntos. En este caso, CIMA propone dar solo medio punto y no el punto entero.
Los datos obtenidos por la organización muestran otro problema, que las mujeres sólo hacen una ópera prima, pero no son capaces de realizar un segundo filme. En 2016, según ha podido saber este periódico, de las 254 películas producidas 41 fueran dirigidas por mujeres, de las que 36 fueron debuts cinematográficos. Esto se debe a que las primeras películas, dirigidas por mujeres, obtienen doble puntuación en el sistema de ayudas, pero una segunda obra de una realizadora no conseguiría ese beneficio. Por ello abogan porque no sólo se establezcan cuotas, sino también estímulos para que los productores vuelvan a confiar en las mujeres, que hasta ahora debutan, pero no pueden mantenerse en la industria.
La historia del cine hasta ahora es la del patriarcado, por lo que es una ficción. Tiene que cambiarse el relato
Entre las conclusiones de este foro se encuentran la demanda a los medios de comunicación para que introduzcan una perspectiva de género en la crítica de cine, tanto si la escriben hombres o mujeres. Por último, se ha insistido en que se continuará con la creación de foros y encuentros con participación de hombres y mujeres en favor de la igualdad. “La historia del cine hasta ahora es la del patriarcado, por lo que es una ficción. Tiene que cambiarse el relato”, han pedido desde este encuentro en el que también han deseado que las televisiones privadas ayudaran a este cometido estableciendo criterios de igualdad al producir películas dentro del 5% de sus ingresos al que les obliga la ley.
El caso Harvey Weinstein también se ha tratado en esta mesa, y desde CIMA se está ya elaborando una encuesta sobre abusos dentro de la industria española, y recuerdan que estos actos no sólo afectan a las actrices, sino a todas las profesionales del sector, por lo que se establecerán medidas, y ya se ha hablado de la creación de un órgano, que desde dentro de la Academia de Cine sirva para “formalizar denuncias” y ayudar a que en nuestro país no se establezca la misma cultura del silencio que ha habido en EEUU.