Fiona Gubbelman (‘The Good Doctor’): “Si Morgan fuera un hombre, no hubiera recibido tanto odio”
La doctora Morgan Reznick de 'The Good Doctor' es pura dinamita. Analizamos el presente, pasado y futuro de la médica más controvertida de la serie de AXN con la actriz que la interpreta.
Noticias relacionadas
Llevamos más de dos décadas de siglo XXI, pero hay gente que sigue estando incómoda cuando aparece en una pantalla una mujer ambiciosa, preparada y arrogante. Fiona Gubbelman lo comprobó de primera mano al fichar en 2018 por The Good Doctor, el último gran fenómeno de la televisión generalista en audiencias a los dos lados del Atlántico. Más de tres millones de españoles quedaron sorprendidos al conocer en el decimocuarto episodio de la primera temporada a una implacable doctora en cuyo diccionario no suelen aparecer palabras como “perdón” y “permiso”.
Tres años después de la llegada de Morgan Reznick al hospital San Buenaventura, la doctora se ha ganado un hueco en el corazón de sus compañeros de trabajo y en los fans de la serie. Después de un épico final de la tercera temporada que acabó con la inesperada marcha de uno de los protagonistas de la serie, Fiona Gubelmann debía enfrentarse a un futuro incierto en el que, por primera vez en su vida, la cirugía no era una posibilidad para su personaje.
SERIES & MÁS ha hablado con la actriz de la evolución de un personaje que fue recibido con frialdad y furia por los fans de la serie, y de las diferentes expectativas a las que tienen que enfrentarse las mujeres en la ficción. Además, Gubelmann desgrana en exclusiva cómo ha sido su nueva vida lejos de los quirófanos (y lo mucho que echa de menos jugar a operar), se aventura en el posible futuro de la relación de Reznick y Parks y aclara cómo es rodar una serie de médicos en plena crisis sanitaria en todo el planeta. La cuarta temporada de The Good Doctor, que estrenará hoy su undécimo episodio, se puede ver solo en AXN.
Morgan es un personaje muy particular. ¿Crees que la reacción de la audiencia hacia ella está influenciada por el hecho de que ella es una mujer?
Intuía que a la gente no le caería bien Morgan cuando empecé la serie. Tenía ese presentimiento y tenía razón (ríe). Como persona a mí me gusta caer bien, así que ha sido una experiencia incómoda ver cómo la gente te odia en los comentarios. Me tenía que recordar que estaba haciendo bien mi trabajo. Morgan está escrito como un personaje muy inteligente, motivado, arrogante y orgulloso. La definición de arrogancia hace referencia a intentar hacer tuyo lo que crees que te corresponde. Ella es muy trabajadora y no se avergüenza de ello.
Me di cuenta de que la gente tiene un problema cuando esa actitud viene de una mujer. Es directa, no siente la necesidad de hacer que la gente se sienta mejor, solo sonríe en momentos muy puntuales. A la gente le cuesta procesar eso. Si fuera un hombre, le verían de otra manera. Interpretarla está siendo una experiencia maravillosa. He tenido que analizarme para entender en qué nos parecemos y en qué somos distintas. Quería entender por qué es como es para darle vida sin juzgar. Ojalá tuviera yo su confianza en sí misma.
Viendo el final de la tercera temporada pensé que igual era tu final en la serie. ¿Qué pasó por tu cabeza cuando leíste el guion y descubriste que ella ya no iba a ser cirujana?
Desde luego que estaba preocupada. No podía evitar preguntarme: “¿se acaba aquí la historia para Morgan?, ¿he terminado ya con The Good Doctor?”. Tal y como acababa la temporada no estaba claro si Morgan o no podría seguir trabajando como cirujana o no. Era un cliffhanger en toda regla. Incluso para el showrunner y los guionistas. No estaba claro cómo iba a continuar el personaje o cuál sería el final de esa historia. Estaba nerviosa por saber cómo iban a incorporar a Morgan a la serie y al día a día en el hospital. Por suerte me he llevado una grata sorpresa.
Esta temporada vemos un nuevo lado de Morgan. ¿Cómo ha sido la experiencia del personaje de no poder trabajar como cirujana?
Irónicamente a veces me siento marginada, como le pasa a Morgan, cuando mis compañeros se van a rodar escenas de operaciones. Este año me está tocando trabajar con otros actores. Me gusta esta temporada porque Morgan está teniendo un arco de transformación muy divertido. No solo por las luchas internas a las que debe enfrentarse, está trabajando muy duro para superar lo que le ha pasado y sacar lo mejor posible de esas circunstancias. Me lo he pasado muy bien con el toma y daca, la amistad que tienen Morgan y Park este año. Ha sido una gozada. Me encanta hacer comedia y este año me han escrito historias muy divertidas. Me encanta.
Ver esta publicación en Instagram
¿Cómo te gustaría que evolucionara esa relación entre Morgan y Parks?
El tonteo que se traen entre manos los personajes es muy divertido. Me gustaría que eso continuara. Sería muy interesante ver qué pasa si empiezan una relación sentimental o qué pasaría si uno de ellos se echa pareja, ver cómo eso les afecta. También sería divertido ver un lado más vulnerable de Morgan, que se abriera y permitiera que alguien la cuide y se preocupe por ella. Sería refrescante verla dependiendo de alguien porque es una persona que no tenía eso en su vida cuando era una niña. No creció con una red de apoyo en su familia, así que una relación más profunda puede ser una buena forma de sacar ese lado de su personalidad. Ya sea con una relación sentimental o una amistad más íntima. Estaría encantada con cualquiera de las dos historias.
¿Echas de menos estar en el quirófano haciendo esa clase de escenas donde juegas con la parte más práctica de ser una cirujana en una serie de televisión?
Totalmente. Siempre he sido un poco empollona. Antes de ser actriz estaba preparándome para estudiar medicina en UCLA. Me resulta fascinante en ese mundo. Estar en el quirófano en la serie es genial. Las enfermeras que ves en The Good Doctor son enfermeras de verdad. Están ahí para asegurarse de que hacemos todo como se debe. También tenemos una asesora médico que nos salva la vida. Antes de empezar nos explica exactamente qué es lo que tenemos que hacer.
Cuando me tocaba hacer una operación específica intentaba investigar antes de llegar al set de qué iba el caso para tener una mejor idea de lo que teníamos que hacer. Si te lo preparas, es mucho más fácil aprenderte esas frases porque los términos médicos pueden ser imposibles a veces. Recuerdo cuando Morgan hizo su primera cirugía en solitario. Tenía que extraer una placa del cuello de un hombre. Me puse a ver vídeos en internet para ver qué era lo que tenía que hacer. Por cierto, los cuerpos en los que hacemos las cirugías en la serie son increíbles. Se parecen muchísimo a los cuerpos reales. El nivel de detalles es fascinante. Me encanta jugar con ellos y ver cómo están hechos. Esta parte de la serie es como volver a ser un niño. Es muy divertido.
Ver esta publicación en Instagram
Tenemos nuevos personajes este año: los residentes. Tú llegaste a la serie al final de la primera temporada. ¿Es difícil encajar en una serie ya establecida?
Me encantaba The Good Doctor antes de fichar por ella. Es una experiencia diferente empezar a trabajar en una serie que ya veías. Conoces a todos los personajes. A veces llegué a llamarles por ese nombre (ríe). Puede aturdir al principio cuando das con una máquina tan bien engrasada, pero me sentí bienvenida por el equipo. No es por quedar bien, pero creo que es el mejor set, o uno de los mejores, en los que he trabajado nunca.
No hay ego ni peleas, todo el mundo está encantado de estar ahí. Creo que es algo salta a la propia serie. Cuando la gente que la está haciendo se respeta y quiere, se nota, básicamente porque todo el mundo se siente más cómodo y apoyado para hacer su trabajo lo mejor posible. Ha sido genial que llegaran varios actores nuevos a la serie. Le da un chute de energía y buen rollo al set. Me encanta trabajar con Noah Galvin [Asher en la ficción], nos reímos muchísimo porque es muy bobo.
¿Qué balance haces del viaje de Morgan tres años después de llegar a la serie?
Ha crecido mucho, a diferentes niveles. Su relación con Claire, por ejemplo. Se han cambiado mutuamente. A lo largo de la serie Morgan se ha involucrado emocionalmente más con otras personas, lo cual le ha permitido ser una mejor doctora. En el episodio que se estrenó hace dos semanas [el décimo de la cuarta temporada] vemos un lado más íntimo cuando conecta con una paciente y lucha por ella. Es curioso porque, a pesar de que es una persona muy competitiva, nunca sabotea a sus compañeros. No es una Tonya Harding (risas). Para ellas la competencia es una forma de mejorarse. Era atleta antes que médico. Es una persona muy centrada y me gusta interpretarlo porque yo, como Fiona, siempre he estado más compitiendo conmigo misma que con los demás.
Hace unas semanas hubo una gran polémica con los Globos de Oro y su falta de diversidad. No tenéis ese problema en The Good Doctor.
Es increíble formar parte de una serie con un reparto tan diverso. Como mujer aprecio que hay personajes femeninos tan complejos. Morgan es el personaje más fuerte, preparado e inteligente que he hecho nunca. De lejos. Cuando llevas muchos años en la industria como es mi caso te das cuenta de lo extraño que es tener una oportunidad como esta. Me siento muy afortunada de que tengamos estos personajes. Los guionistas trabajan mucho para reflejar un mundo más diverso, pero también porque esos rasgos no sean los que les definen.
Los temas que exploramos en la serie, los actores invitados… Se informa y se educa a la gente, pero también se crean conversaciones sobre temas importantes. Justo ayer hablábamos en el set de esto. Teníamos un actor invitado en el episodio que estábamos rodando. Era un hombre negro que nos contaba lo mucho que le había impactado ver una trama en la que hablábamos en las diferencias de trato que se encuentra la comunidad afroamericana por parte de los médicos. Me emocionó mucho escucharle y ver cómo reaccionaba la gente en las redes sociales.
Es curioso porque el origen de esa trama se remonta al final de la primera temporada. Había un artículo del New York Times sobre la diferencia de trato a los pacientes de color que hacía hincapié en la alta tasa de mortalidad de las mujeres embarazadas. Una amiga mía había pasado por algo similar, así que fui a contárselo a los guionistas. Se mostraron muy receptivos y ha sido genial ver cómo la trama salía adelante. Como mujer sé lo que es ser ignorada. No me quiero imaginar cómo debe ser para personas que además tienen menos oportunidades que yo. Estoy muy agradecida de trabajar en una serie que muestra estas cosas y pone su grano de arena para cambiar las cosas.
Lo mismo pasó con Music, la película de Sia. ¿Cómo se asegura la producción de la serie de que el autismo de Sean sea tratado con respeto?
Por suerte, tenemos a Freddie Highmore, que es un actor maravilloso y ha hecho muchísima investigación al respecto. Pero en general ese cariño viene de una sala de guionistas que es igual de diversa que los que nos ponemos delante de la cámara. Trabajan muy duro para asegurarse de retratar ciertas experiencias de forma real. La producción también intenta ser fiel también a la hora de buscar los actores de los personajes episódicos. Si hay un personaje con una diversidad funcional, se busca que un actor que la tenga.
Has interpretado a una doctora en la serie durante tres años. Estuviste a punto de hacer la carrera de medicina. ¿Cómo ha cambiado COVID-19 su opinión sobre la comunidad médica?
Aprecio y reconocimiento son lo primero que se me viene a la mente. Enfrentarse a la pandemia ha sido una experiencia desafiante y complicada. Siento el respeto más absoluto por los profesionales de la salud y los trabajadores esenciales que arriesgaron sus vidas para cuidar a la gente. Volver a la serie y rodar esos dos episodios sobre la pandemia fue una experiencia increíble. Era imposible no pensar en lo difícil que debe haber sido para ellos, y aún así es algo que solo entenderán ellos. Ha sido muy emocionante ver lo duro que están trabajando y lo que sacrifican por los demás. Me encanta que la serie haya hablado de eso este año a través de la historia del trastorno por estrés postraumático de la doctora Lim. Gracias es la palabra que me viene a la mente.
¿Cómo ha sido rodar The Good Doctor en plena pandemia?
Es difícil. De verdad. Cuando volvimos a rodar en agosto y después de Navidad fue algo abrumador. Pasabas de estar sola con tu familia a estar rodeada de cientos de personas. Grabar esta temporada ha sido una experiencia más solitaria. Tienes máscaras, respetas la distancia social, haces todo lo posible por tener cuidado y adaptarte a lo que pasa... Sigue siendo divertido, pero hay una nube sobre tu cabeza que nunca llega a desaparecer del todo. Me sabe mal por los nuevos actores. Hacer The Good Doctor es una experiencia muy divertida y que todos somos una familia, pero ahora mismo fuera del trabajo no podemos hacer nada. Es una experiencia distinta, pero estoy muy agradecida de tener trabajo en estos momentos.
La cuarta temporada de 'The Good Doctor' se emite los martes en AXN.
• 'Dexter': así será su esperado regreso con la temporada 9 tras el polémico final de la serie en 2013